El sábado, en horas de la noche, un móvil del grupo especial integrado por un contingente de unos 30 efectivos, fue interceptado en la intersección de las calles Juan Carlos Gómez y Boycuá en barrio Salto Nuevo.
El patrullero con cuatro uniformados realizaba una recorrida por esta zona Sur de la ciudad salteña, cuando desde distintos puntos comenzaron a caer sobre el vehículo piedras de todos los tamaños. Al bajar de los vehículos para reprimir la acción, mientras esperaban apoyo de otros móviles, los atacantes siguieron tirando piedras y otros elementos. Según informó la Policía, se trataba de un grupo de entre unos 20 a 30 personas.
Uno de los individuos que atacó a la patrulla fue detenido y en el procedimiento resultó herido un policía.
Sobre este episodio, el magistrado actuante determinó la suspensión condicional del proceso (un delito de atentado especialmente agravado) y la fijación de un domicilio fijo de la persona, la obligación de presentarse una vez por semana a la seccional policial correspondiente sin obligación de permanencia por el término de dos meses y cese de detención.
En cuanto a los delitos violentos, los mismos no cesan y en la madrugada de ayer domingo cuatro hombres encapuchados y con armas de fuego rapiñaron a una mujer que conducía un vehículo por avenida Reyles a la altura con calle Rivera.
Los delincuentes que viajaban en dos motos interceptaron a la víctima y la obligaron a bajarse del auto y tras llevarse su efectivo lo golpearon en la cara por el hecho de negarse a entregar los seis mil pesos que protegía.
El jueves pasado, por otra parte, un individuo que está plenamente identificado por la Policía y se difundió su identidad y foto a la población para su captura, incendió un automóvil y la vivienda de una familia la cual se encontraba en el interior y por milagro salvaron sus vidas.