Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Ante la expansión del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) en la República Oriental del Uruguay, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reforzó los monitoreos en Entre Ríos, a fin de evitar el ingreso de esa plaga que afecta a palmeras nativas y ornamentales.

En colaboración con el Ministerio de Desarrollo Económico de la provincia y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), técnicos de la Coordinación de Protección Vegetal del Centro Regional Entre Ríos llevaron a cabo controles en las palmeras de la especie Phoenix Canariensis (palmera de las canarias) ubicadas en la banquina de la ruta provincial 2, a la altura del paraje Fortuna (departamento Federación) y en traspatios de la zona.

Estos operativos contaron con el acompañamiento del personal de la Zonal XIII de Vialidad Provincial con sede en Chajarí y el apoyo fundamental de los vecinos de la zona. Además de estos monitoreos, el Senasa recordó la necesidad de que, ante la sospecha de la presencia del picudo rojo, se notifique al Sinavimo.
Cómo identificar al picudo rojo
Mediante un informe técnico, el Senasa ofreció alguna características que permiten identificar la presencia de Rhynchophorus ferrugineus.

Aspecto: adultos de 2 a 5 centímetros de longitud, cuerpo pardo anaranjado o rojo ferruginoso, con o sin manchas negras en el pronoto. El macho tiene un cepillo de setas en el rostro, mientras que el de la hembra es liso.

Ciclo de vida: completo (huevo, larva, pupa, adulto).

Reproducción: tres generaciones al año, hasta 400 huevos por hembra.

Larva: inicialmente blanquecina, se vuelve amarillenta oscura, ápoda, segmentada, con cabeza roja- marrón oscuro y fuertes mandíbulas cónicas, alcanzando hasta 5 centímetros de longitud.

Pupa: construye capullos ovales de 4 a 6 centímetros con fibras de palmera. Esta fase dura de 15 a 30 días, luego el adulto permanece 10 días en el capullo.
Comportamiento e impacto
Las larvas se alimentan del tejido interno de las palmeras, debilitándolas hasta su muerte.

Entre los síntomas de infección, se encuentran amarillamiento y secado de hojas, galerías y exudados en el tronco, como así también caída de la corona.

Se trata de una plaga que vive y se alimenta dentro de las palmeras, lo cual dificulta la inspección visual para la detección.
Fuente: El Entre Ríos / Prensa Senasa

Enviá tu comentario