La reunión, en la que también participó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el Secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; la Secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, comenzó con algo de atraso, a las 12.35, porque varios de los mandatarios provinciales llegaron con el tiempo justo. El Presidente los convocó de urgencia y muchos no pudieron estar por compromisos contraídos con anterioridad o porque no consiguieron vuelos hacia Buenos Aires. Tampoco se sumó el jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien ayer viajó a Israel.
De forma presencial estuvieron Axel Kicillof (provincia de Buenos Aires); Gildo Insfrán (Formosa); Osvaldo Jaldo (Tucumán); Gustavo Bordet (Entre Ríos): Sergio Uñac (San Juan); Ricardo Quintela (La Rioja); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Mariano Arcioni (Chubut); Sergio Ziliotto (La Pampa) y Raúl Jalil (Catamarca). Por videoconferencia también se conectaron Jorge Capitanich (Chaco); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).
Quienes no participaron fueron Omar Gutiérrez (Neuquén); Omar Perotti (Santa Fe), Alberto Rodríguez Saá (San Luis); Juan Schiaretti (Córdoba); Arabela Carreras (Río Negro) y Gustavo Sáenz (Salta).
Los gobernadores, que dependen de esos recursos para ejecutar obras, vislumbran un perjuicio tangible e importante para sus respectivas performances en el año electoral, y culpan principalmente a la Justicia por una sentencia que consideran política. Atento al malestar y los reclamos públicos, Alberto Fernández intentaba contenerlos este mediodía al recibirlos en la Casa Rosada para discutir cómo enfrentar el recorte en el año electoral.
Por eso no sorprendió que esta mañana Kiciloff criticara duramente el fallo durante un acto en el partido de Almirante Brown, en el sur del Conurbano bonaerense. Este fallo es una verdadera inmundicia, es un fallo partidario, destinado a favorecer a una minúscula parte de la Argentina en detrimento del país federal”, sentenció el mandatario bonaerense.
Visiblemente molesto, Kicillof reforzó su postura sumando la opinión (sin dar nombres) de sus pares provinciales: “Todos los gobernadores están de acuerdo en que esto es un atentado contra el federalismo y contra la democracia, contra las provincias preexistentes a la Nación. Algunos lo dicen y otros lo comentan por lo bajo por restricciones políticas”.
Por el contrario, como podía preverse con un fallo a su favor, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, celebró la decisión del máximo tribunal, junto con las figuras afines de Juntos por el Cambio, que lo acompañaron en la sede del gobierno durante la emisión de un mensaje celebratorio, este miércoles por la tarde, que además tuvo un marcado tinte electoral.
“Esta decisión no afecta a las provincias, porque el presidente nos sacó los fondos y no le dio un peso a ninguna provincia, sólo a Buenos Aires. No se entiende cómo algunos gobernadores van a venir a la convocatoria del presidente cuando este fallo defiende el federalismo”, sostuvo.
El alcalde porteño argumenta que el fallo conviene a los gobernadores, porque genera la jurisprudencia necesaria para permitirles asegurarse de que el gobierno nacional, sea cual sea el color político, no pueda quitarles en el futro porcentajes de coparticipación en forma arbitraria, como consideran ocurrió en 2020 en la sede gubernamental local de Uspallata.
En la Casa Rosada el fallo no tomó a nadie por sorpresa. Avizoraban una definición adversa de la Corte Suprema, y horas antes ya estaban al tanto de cómo resultaría. A pesar del enojo, durante la jornada analizaron con cuidado cómo contestar en público para sentar posición, mientras que, por lo bajo, empezaban a mostrarse en pie de guerra. Recién por la tarde Alberto Fernández lo cuestionó en público, y ahora limitarán las quejas al plano discursivo, pero analizan varios escenarios, deslizaron.
“Esto afecta a todas las provincias. Ahora hay 183 millones de pesos menos para distribuir en todo el país”, dijo ayer por la tarde un funcionario con despacho en la Casa Rosada, que cuestionó también que la decisión se tomara “entre gallos y medianoche”, es decir, después del Mundial y días antes de las Fiestas. “No tienen argumentos sólidos”, lanzaron.
En lo sucesivo, visualizan dos escenarios. Por un lado, establecer criterios para llevar a cabo un recorte presupuestario, que se empezaría a analizar el año que viene y quedaría en manos del Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa. Hasta ayer nadie podía siquiera aventurar cuáles serían esas pautas; tampoco los distritos que se verán más afectados.
“Para que la gente tenga una dimensión, lo que se va a quedar la Ciudad es prácticamente el presupuesto para el Plan Procrear. Esto va a tener un impacto en todas las medidas previstas para salud, educación, obra pública. Perjudica a todos”, se indignó un alto funcionario nacional, cuando ya se conocía que los gobernadores irían a la Casa Rosada al día siguiente para reunirse con Alberto Fernández.
La otra posibilidad, dijeron, sería seguir “el camino de Larreta”, es decir, aumentar impuestos para compensar los fondos. De todas formas, esta medida parecía más bien una chicana en el fulgor de la batalla que un plan en estudio. La relación entre el gobierno nacional, los gobernadores del PJ y Horacio Rodríguez Larreta ingresó en un espiral de cuestionamientos y acusaciones, marcadas por las proyecciones electorales y las candidaturas futuras.
En el plano jurídico, desde la Nación criticaron el fallo por su “inconstitucionalidad”, al remarcar que contradice el artículo 75 inciso 2, que prevé que la distribución entre la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires (...) “se efectuará en relación directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional”.
Además, dispararon contra los fundamentos de la sentencia, al considerar que fueron meticulosamente elegidos para beneficiar el planteo de la Ciudad de Buenos Aires. E incluso denunciaron un “conflicto de poderes”, donde el Poder Judicial se puso, dijeron, por encima del Ejecutivo y el Legislativo.
Los gobernadores estallaron de furia en el mediodía de ayer luego de conocer la decisión del máximo tribunal. Ese enojo - pese a que hace tiempo venían advirtiendo, en público y en privado, que iba a ser desfavorable para sus intereses- será volcado sobre la mesa que hoy encabezará Alberto Fernández.
Solo hubo un gobernador que ventiló con 24 horas de antelación pedido que le planteará al jefe de Estado. El chaqueño Jorge “Coqui” Capitanich, históricamente alineado con el kirchnerismo pero con buena relación con Alberto Fernández, quien ya dejó entrever sus ambiciones electorales para la Presidencia, le pidió públicamente al Jefe de Estado que “desconozca el fallo” y, visiblemente enojado, apuntó contra la Corte Suprema. “Esta política de la Corte es darles más a los ricos. Es un atropello institucional”, dijo.
Los gobernadores están convencidos que el fallo es “injusto” y que “enriquece más” a una ciudad que, dicen, tiene alta capacidad para generar ingresos de manera autónoma, a diferencia de otras jurisdicciones que dependen de los fondos coparticipables para subsistir. Desde ese lugar salen a pelear con la bandera del federalismo y esperan poder lograr una estrategia común después del encuentro con Fernández.
Principalmente les preocupa el impacto que tendrá la quita de fondos coparticipables en sus presupuestos para 2023. Sobre todo teniendo en cuenta que es un año electoral, donde toda la política nacional se dedica a promocionar, y empujar, las obras públicas en los diferentes distritos.
Algunos mandatarios se preguntan cómo se van a acomodar esos presupuestos, si el Gobierno va a brindar partidas presupuestarias discrecionales o de qué forma se actuará para que las provincias se vean lo menos perjudicadas posible. La discusión ordenar esas variables empezará a desarrollarse hoy por la tarde.
Llamativamente, ni siquiera el malestar con la sentencia de la Corte sirvió para acercar posiciones entre el Presidente y el ministro del interior, Eduardo “Wado” de Pedro, enfrentados en la interna del Gobierno. Al contrario, hasta anoche el Presidente y el funcionario más cercano a Cristina Kirchner, que llevó las negociaciones con la Ciudad durante los últimos dos años, no se habían comunicado para establecer una estrategia conjunta.
Sobre el filo de fin de año, el fallo alteró los ánimos en el peronismo y profundizó, una vez más, las divisiones entre el oficialismo y la oposición, pero también generó una nueva ola de cuestionamientos del Gobierno contra la Justicia. En peronismo del interior y en el kirchnerismo consideran que el fallo de la Corte Suprema le brinda adrede más recursos al dirigente del PRO en las puertas de un año donde pondrá en marcha su candidatura a presidente.