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La investigación penal preparatoria que encabeza José Arias sigue su curso, en procura de probar las responsabilidades de los ya imputados en una presunta estafa, mediante la cual la Asociación Mutual de Músicos de Concordia vendió su sede, una antigua casona ubicada sobre calle Sarmiento.

Por el momento, los acusados son el presidente de la mutual, Mariano Guerrero; la secretaria, Delia Catalina Martínez; el tesorero, Carlos Alcides “Corcho” González y Guillermo Schmid, titular de la empresa Infinet SAS, compradora de la propiedad de Sarmiento 563. Este jueves, hubo un nuevo allanamiento, esta vez en la casa vendida, a fin de constatar su estado, captar imágenes, tomar medidas y hacer un plano

Javier Orduna, defensor del tesorero González, sumó a su vez otro elemento probatorio: un audio en el que se escucharían los diálogos durante el acto de escrituración del inmueble. De allí, dejaron trascender desde Fiscalía, surgirían nuevos elementos de juicio que confirmarían la cifra que realmente se habría abonado: 90.000 dólares, coincidente con lo informado en su descargo por el comprador, Guillermo Schmid. El dato de los 90000 dólares se contrapone con el monto –muy inferior- que figura ingresado en la contabilidad de la Asociación Mutual: 20.000 dólares. Desde el Ministerio Público Fiscal abonan la hipótesis de que los 70.000 restantes fueron a parar a los bolsillos de los directivos que concretaron la operación.

Reforzando tal suposición, no pasa desapercibido que en el allanamiento de la sede social actual de la entidad el dinero no apareció. Tampoco está en los bancos. El único dinero que sí fue hallado y decomisado durante un allanamiento son los 50.500 dólares encontrados en la casa del tesorero, Carlos Alcides González. Faltan 39.500 dólares, sin que exista ninguna factura que la asociación pueda exhibir como comprobante de inversión de tales fondos.
Qué dice la defensa de “Corcho” González
La defensa de González es llevada adelante por Javier Orduna. Seguramente ambos se conocen del ámbito partidario. Orduna es actual presidente del PJ Concordia, mientras González es secretario de formación.

El tesorero ha aportado elementos con los que intenta probar su versión: que la operación se hizo sin su participación.

Por ejemplo, presentó el acta de la Asamblea de Venta, donde está registrada la decisión de los socios. En ese documento, el Tesorero no figura. “Es un acta que no refleja la realidad. Firman cuatro personas: Presidente, Secretaria 2 socios. Y se la hace pasar por un acta donde se contaría con una supuesta unanimidad”, explicó Orduna a El Entre Ríos. Y enfatizó: “el Tesorero, mi cliente, no firma”. González también aportó varias notas donde pide al presidente de la Mutual, Mariano Guerrero, que rinda cuentas de lo ocurrido con la sede social. También hay otra nota donde “intima” –describe Orduna- a Guerrero para que “que permita el ingreso de nuevos socios. Estas notas fueron ingresadas por mesa de entradas de la Asociación. Sobre estas notas se solicitó a la Fiscalía que realice pericia caligráfica para constatar que efectivamente fueron recibidas por el Presidente y Secretaria”, precisó Orduna. Más allá de estos legítimos esfuerzos defensivos, el tesorero González afronta un desafío nada menor. Del audio que aportó surgirían indicios de que él conocía que se iba a recibir dinero en negro. Es más, se escucha que conversan sobre la búsqueda de cajas de seguridad. Todo ello se contradice con la versión que ofrece González, según la cual nada sabía de la operación, que lo habrían tomado por sorpresa al convocarlo para la escrituración.

En cuanto a las notas demandando explicaciones a Guerrero, se motivo de debate si resultan documentación suficiente para probar que González actuó en resguardo del dinero recibido, o si, por el contrario –como suponen en Fiscalía- los fondos se los fueron repartiendo y por ello es que faltan 39.500 dólares.
Fuente: El Entre Ríos

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