“Cuando un ciudadano quiere invertir, averigua las ordenanzas que rigen; se asesora con profesionales para encuadrar su iniciativa y avanza en su proyecto”, repasó con el Código de Ordenamiento Urbano como norte, lo cual inmediatamente buscó contrastar con “la angustia del cambio permanente de las reglas de juego”.
En esa línea, Azcue señaló que la Municipalidad de Concordia “debe orientar su accionar al respeto de reglas y el orden jurídico, que den previsibilidad a las personas físicas o jurídicas que quieran invertir en una vivienda donde habitar con su familia, o en un emprendimiento que pueda generar fuentes de trabajo y desarrollo”. “Es importante una armonía entre la colisión de derechos que garantizan la paz y la tranquilidad de la vida familiar y la posibilidad de inversión y desarrollo productivo”, sentenció.
En este caso particular, considerándolo posible antecedente de futuros pedidos, el dirigente planteó que “hay constataciones e informes técnicos vinculantes, así como dictámenes legales que describen claramente que la actividad solicitada no está autorizada en esa zona de la ciudad, debido al volumen excesivo que produce un disturbio ambiental que condicionan la paz, la tranquilidad, el descanso y la salud mental de las familias que allí residen”.
“El mensaje a los ciudadanos debe ser claro: el desarrollo armónico, económico y sustentable de la ciudad es posible, cumpliendo las normas generales que planifican el futuro de los concordienses”, remató Azcue.