El desafío de emprender
“Este año, decidí quedarme en casa y quedarme más tiempo con mi hijo. Antes, trabajaba en una fiambrería y, desde chiquito, dejaba a mi bebé en una guardería. Este año decidí volver a mi emprendimiento”, marcó la joven que además está estudiando el Profesorado de Inglés donde aprobó 3 de las 5 materias (las otras 2 las rendirá en exámenes finales) que cursó durante 2023, en segundo año.Destacó, en el primer tramo de la entrevista que fue su madre la que “me impulsó a volver” al emprendimiento que puede consultarse ingresando a @moniclingerie en Instagram. “Me estaba dedicando a mi casa y a estudiar el Profesorado hasta que mi mamá me dijo: ‘tengo unos pesitos y, si querés, invertilos en tu emprendimiento’. Le dije que sí con la idea de devolverle la plata”, marcó.
Día de Feria
Así fue que regresó a la venta de bikini y ropa interior. En ese contexto, recientemente, participó de la Feria de Mujeres Emprendedoras realizada en el Club Temperley Concordia, en Montevideo 271. Lo disfrutó, considera positiva esas actividades y la posibilidad de encontrarse con sus pares.“Con lo que tenía, fui. Llevé un tablón de madera y un percherito que me había comprado, estaba re feliz que me lo había comprado”, admitió y contó que, terminada la Feria, con su marido empezaron a guardar los elementos que habían llevado.
“En la esquina mi marido dejó el auto. Como teníamos que guardar un tablón, que sobresalía, no podíamos cerrar las ventanillas. Fui llevando todo y mi marido fue cargando. En un momento, le dije: ‘voy a buscar a Juan (mi bebé) y vengo’”, continuó relatando para El Entre Ríos.
La decepción de perder casi todo
“Cuando lo voy a buscar, mi marido viene atrás y no me imaginé que iba a pasar algo porque fue un segundo que nos fuimos, saludamos y volvimos. Luego, devolvimos el tablón y cuando descargamos las cosas en casa nos dimos cuenta que faltaban 2 bolsas (llenas de conjuntos de ropa interior, medio maniquí para exhibir y mallas en talles grandes)”, reveló y precisó que un amigo la llevó inmediatamente en moto hacia el club.Relató: “ya estaban cerrando el club. Estaba uno de los encargados o no sé qué rol tiene y me dijo que no vio nada. Un vecino también, que vive enfrente de donde perdí las cosas, también le pregunté pero me dijo que no vio nada”, lamentó.
“Volví envuelta en un mar de lágrimas”, dijo emocionada y continuó: “es un esfuerzo de mi familia y de todos porque nos cuesta conseguir la plata aparte de la emoción de tener tus cosas, tu emprendimiento. Le dedico tiempo, de planificar, sacar las fotos, ver marketing y uno, sin saber, se va metiendo en eso y genera contenido”. Admitió que “fue toda una decepción y esa noche no dormí, me la pasé llorando. Estaba re deprimida”, reveló y contó lo que empezó a torcer el rumbo de esta historia: “muchas chicas me empezaron a hablar. Me preguntaban qué pasó, por qué publicamos eso en las redes, pero no apareció nada. No sabemos qué pasó con las bolsas”.
Todas para una: hay rifa
Entonces, muchas de sus colegas emprendedoras le ofrecieron hacer una rifa para juntar plata y recuperar parte de la mercadería que le falta. “Se ofrecían a donar algo y fue re lindo lo que se generó después, me levantó el ánimo”, aseguró y marcó que “quedan poquitos números para vender y el sorteo lo haremos este domingo 10 de diciembre”. A Mónica directamente le pueden comprar los números (a $1.000 cada uno), escribiéndole a su perfil en Instagram @moniclingerie. “Me pueden escribir, me mandan un mensajito y listo. Hay 8 premios: desde una remera o top a elección, un lemon pie, body, sahumerios, medallitas, inflable para la pile y algunas cosas más”, precisó.Destacó que todos esos premios fueron “donados por muchos emprendedoras. Algunas, sin conocerme, se pusieron en mi lugar de la desesperación de perder todo y me extendieron su mano. Súper agradecidos con ella”, cerró.