“Cualquier cosita, que tal vez uno piense que es una pavada, a nosotros nos va ayudar”, explicó luego y reflexionó sobre los hasta aquí desconocidos autores del asalto que terminó con la hermana de Silvia con un disparo en la cabeza, en inmediaciones de avenida Eva Perón y calle Brasil: “estas personas no pueden quedar impune. Pongan su mano en el corazón para que no haya una Mariela más. Son asesinos. A ella la fusilan, no le importa la vida, solo les importó 110 peso y eso no hace una vida”.Pidió, inmediatamente después, que “ayúdennos a buscar a los culpable para que paguen hoy. Mariela solo vive por su corazón y un respirador. A vos te pido que estabas orinando mientras que tu compañero le dispara a mi hermana, ponete la mano en el corazón y habla”, le dice al que acompañaba en la motociclista al hombre que ejecutó el disparo.
“Sabemos que no participaste. Necesitamos ayuda. Sólo manden lo que hayan visto, por favor. Gracias, sé que Dios nos va ayudar y los vamos a encontrar a estos asecinos a sangre fría. Gracias”, concluyó.