Una resolución que firmó el Procurador General Jorge García el 15 de mayo último da cuenta de los cargos que pesaban sobre el trabajador Mauricio Javier González.
El primer hecho que se le reprocha es “haber dado ocasión a la sustracción” de teléfonos celulares “con chip movistar y tarjeta micro SD de 2gb, tres `cadenas de custodia` firmadas; un informe pericial y un DVD relacionado a este informe pericial”, elementos vinculados a una causa de narcomenudeo.
Esos elementos fueron retirados por el trabajador “del Gabinete de Informática Forense” del Ministerio Público Fiscal, en Tejeiro Martínez 290 y “presuntamente guardados en el baño ubicado en la cocina de la planta baja -lugar no apto para ello-. Sitio del cual supuestamente fueron sustraídos entre la hora 8 del día viernes 21 de octubre de 2022 y la hora 9,30 del día lunes 24 de octubre de 2022”.
El otro hecho se relaciona con una situación ocurrida en abril de 2022, en el sector de la cocina ubicada en la planta baja del edificio de calle Santa Fe 290, donde funciona el Ministerio Público Fiscal, cuando González, “con intención de exhibirle sus genitales” a un grupo de cuatro empleadas “estiró su pantalón hacia adelante y les dijo: `Mirá, estoy sin calzoncillos`”.
El tercer hecho detalla que entre los meses de agosto y septiembre de 2022, en horas de la mañana, “en la oficina ubicada al izquierda de la salida del ascensor, en el segundo piso del edificio de calle Santa Fe 290, el agente Mauricio González le tomó el cabello” a una empleada, “jalándolo fuertemente hacia atrás y le manifestó: `Me encantan esos rulos, me hacen acordar a los de mi hija`”.
Otra situación sucedió “en reiteradas ocasiones, desde marzo del año 2020 y en el transcurso de dicho año, el agente Mauricio González ingresó al área de archivo, ubicada en la planta baja del edificio de calle Santa Fe 290 de esta ciudad y le realizó manifestaciones de contenido sexual” a una trabajadora, “además de formularle preguntas vinculadas a su intimidad sexual, invadiendo su espacio personal y generando en ella gran incomodidad”.
El quinto hecho se ubica entre abril de 2021 a septiembre de 2022 cuando en reiteradas oportunidades el trabajador se dirigió a una compañera y le efectuó “preguntas sobre su intimidad y relación de pareja, como así también invitaciones inapropiadas. En una oportunidad, mientras el agente González y la empleada se encontraban en la oficina de entrevistas, situada en la planta baja del edificio de calle Santa Fe 290, González se paró de donde se encontraba sentado, ubicó su rostro frente a la cara de M. -con intenciones de besarla- quien, sorprendida por su accionar, se hizo hacia atrás, ante lo cual él le manifestó: `Ah, se reasustaba`”, indican.
Una sexta situación se le indilgó al trabajador. Ocurrió entre fines de julio y septiembre de 2022, en horas de la mañana, mientras una empleada “se encontraba en uno de los baños de planta baja del edificio de Santa Fe 290, el agente Mauricio González intentó introducirse en el mismo a sabiendas de que se encontraba ocupado por la víctima, lo cual fue impedido por ésta trabajando la puerta de ingreso con el pie”.
La disposición de la Procuración señala que las actitudes del trabajador implicaron “la violación de las reglas que rigen el desempeño de funcionarios y empleados judiciales; en concreto, la negligencia o falta grave en el desempeño de sus funciones”, como así también “incumplimiento de los deberes del Empleado Judicial en la faz del deber de desempeñar con dignidad y eficacia el cargo”.