Asumieron Fernando Cañete, en representación del agrupamiento activo de los poderes Judicial y Legislativo; Fabián Monzón, por los activos del Poder Ejecutivo; José Fermín Beltzer, por los activos y pasivos de la Policía; Nancy Asselborn, por los empleados del Iosper; Adrián Gómez, por los activos de los Muinicipios; Adriana Hepp, por parte de los docentes; Ricardo Bertonchini, por los jubilados.
En ese marco, Cañete fue reelecto como presidente del Directorio Obrero, y destacó que la elección se dio por unanimidad: “Vuelvo a tener la responsabilidad de manejar el destino de esta obra social por cuatro años más, junto a los demás directores, que representa un gran desafío y responsabilidad”.
Además fue designado como vicepresidente primero interino a Ricardo Bertonchini y como vicepresidente segundo interino a Adrián Gómez, “lo que demuestra el crecimiento en las definiciones políticas que tiene el directorio”, consideró Cañete.
El principal eje la gestión será “atender los reclamos de los afiliados”, subrayó el presidente reelecto, quien destacó: “Toda política prestacional debe ser para los 290.000 afiliados, no se pueden plantear propuestas sectoriales. Tenemos la gran responsabilidad de administrar los recursos para todos y toda política que tome el directorio debe ser equitativa para todos”.
En ese marco, apuntó que desde el directorio saben que hay “un gran problema con los trámites administrativos en programas específicos, por lo que para resolver eso se elaborará un programa de sistematización para reducir la burocracia”.
Además, indicó que otro “gran desafío es adecuar, modularmente, todas las prestaciones nuevas; elementos protésicos que el Iosper tiene la obligación de cubrir y, muchas veces, los fondos no alcanzan, por lo que se realizará un trabajo muy profundo (desde el puesto de vista prestacional) para llevarle tranquilidad a todos los afiliados”.