Prácticamente de paso por Paraná, adonde llegó a raíz del relanzamiento de la Fundación Pensar que tuvo al federalismo como eje del encuentro, se prestó al diálogo para analizar distintas aristas desde su rol como delegada.
Quien fuera legisladora nacional se explayó por distintos aspectos relacionados al funcionamiento de la entidad, así como también a sus proyectos que buscarán repercutir en numerosos beneficios para la costa del Uruguay.
-¿En qué momento se encuentra hoy día la CARU?
-Nosotros somos las nuevas autoridades que asumimos en mayo. Hoy día somos cuatro delegados y aún resta designar uno más. Entramos trabajando fuertemente.
La canciller nos marcó al ingresar varios lineamientos. Uno de ellos tiene que ver con el gasto. Es decir, que la CARU rinda cuentas de lo que hace, que haga todo de cara a la sociedad, también, de una manera más transparente.
Y, por otro lado, nos planteó que continúe lo que alguna vez se iniciara en la CARU, que es hacer del río Uruguay un río navegable. Y, por supuesto, hay una tercera cuestión muy importante para mí, como correntina, que es la construcción del puente Bella Unión-Monte Caseros. Este proyecto viene desde hace muchísimo tiempo, pero en los últimos años se avanzó mucho. En 2017 estaban prácticamente terminados los estudios, pero ahora se hizo una nueva edición porque se actualizaron los estudios prediales para ver los predios que van a estar afectados: el estudio impacto- ambiental, los sociales y el geotécnico. Es decir que, si nosotros realmente trabajamos fuerte en esto, podríamos, antes de fin de año, ponernos de acuerdo y que los dos presidentes de los países involucrados se puedan poner de acuerdo y llamar a licitación. Hay un principio de acuerdo de que el puente sea hecho con inversión privada, donde la CARU pueda ayudar, porque tiene fondos no reservados sino ahorrados y podría aportar. El puente cuesta un poquito más de 100 millones de dólares. Pero lo que queremos hacer es que sean los privados los que arriesguen y que luego recuperen con el peaje.
Y, con respecto a la navegación, puedo decir que hoy nosotros continuamos el dragado que fue licitado y que tiene dentro de la licitación el mantenimiento hasta 2026 que llega a Paysandú, pero estamos trabajando para licitar la obra y que el dragado llegue hasta Concordia y Salto. Hoy a Concepción del Uruguay llega y a eso lo vamos a mantener, pero queremos que llegue, al menos, hasta Concordia así que también en eso estamos trabajando.
-¿Con qué panorama se encontraron en la CARU al haber asumido como autoridades?
-La CARU es un organismo totalmente autosustentable. Se sustenta con los peajes. Es un organismo bastante saneado. Los delegados argentinos, por instrucción del Presidente, hicimos una reducción de nuestros haberes. Pero todos los demás integrantes cobran un buen salario. Nos encontramos con un Comité Científico también muy abocado a controlar la calidad del agua del Uruguay. Pero lo que queremos es que ese dinero, con el que cuenta la CARU, se invierta aún mejor y, por ejemplo, se interactúe mucho más con los municipios ribereños para que, entre otras cosas, se los pueda ayudar realmente a que mejoren su planta de tratamiento de fluentes. Es decir, ayudarlos en cuestiones más concretas y de fondo.
-Respecto a la proyección del puente que tienen en mente, ¿cómo se podría llegar a dar tal obra?
-Por un lado, sería el primer puente que uniría Corrientes con Uruguay. Y, a la vez, sería un lugar tripartito. Ya que establecería una conexión entre Monte Caseros, Bella Unión y Barra do Quarai, en Brasil, que está muy cerquita. En cuanto al plazo de obra, si decimos ‘mañana licitamos’, entre esa decisión y la construcción serían 36 meses. No es un plazo tan extenso, porque tampoco sería un puente muy grande. Las rutas, que se prevén para llegar al puente, tienen en un lado cinco y, en el otro, seis kilómetros. Sería un puente modesto, chico, pero que traería muchísimo desarrollo a la región, a todo el sur de Corrientes y norte de Entre Ríos. Este puente desarrollará mucho toda la región.
