Este fin de semana se despliega con toda su fuerza la rosca política de la Casa Rosada para lograr convertir en ley el acuerdo con el FMI en el Senado, ante la postura cada vez más crítica de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y los legisladores que le responden. La orfandad que muestra el albertismo ante este escenario incómodo, con su compañera de fórmula en la vereda de enfrente, le abre un escenario de protagonismo al entrerriano Edgardo Kueider, quien aparece decidido a buscar los votos necesarios.
La tarea no será sencilla, pese al fuerte aval que obtuvo la iniciativa en Diputados, porque para hacer un tratamiento express necesitarían habilitarla con los 2/3 y además las abstenciones no se cuentan, sólo sirve el voto a favor o en contra. Pese a que los diputados formoseños acompañaron el proyecto, todavía se duda del margen de maniobra que pueda tener el presidente el bloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans. Probablemente su jefe político, el gobernador Gildo Insfrán, le indique que juegue con Alberto, pero llegó a ese cargo por bendición de la vice.
En este contexto es dónde aparece la figura del senador Kueider, quien hace meses viene enfrentado con el formoseño y el 10 de diciembre del año pasado estuvo a punto de armar un bloque propio con el correntino Camau Espínola, el salteño Sergio Leavy y el jujeño Guillermo Snopek. “Este es el grupo que va a buscarle los votos a Alberto, calculan que pueden juntar 20 voluntades de los 35 que tiene el FdT”, comenta a MDZ un senador opositor que ya está poroteando para la semana próxima.
También confían en el lobby de los gobernadores peronistas para alinear a sus propios senadores. Por eso Kueider va a ser clave porque es la mano derecha del mandatario entrerriano Sergio Bordet y además cultiva una excelente relación con el presidente. Tal es así que el año pasado, luego de las PASO, cuando CFK mandó a sus funcionarios a renunciar luego de una carta furibunda, este senador salió muy fuerte a respaldar a Fernández, sosteniendo que “es el único dirigente que puede garantizar el equilibrio en la coalición de Gobierno y conducir el país hacia la reconstrucción”.
Oriundo de Concordia igual que Bordet, Kueider junto a Espínola son los senadores más leales al albertismo y actúan en consonancia con la mirada del peronismo tradicional. Incluso, en la votación del aborto también se alineó con el presidente cuando se especulaba con su voto negativo. Estaba en la lista de indecisos hasta que rompió el misterio respaldando el dictamen del proyecto en Comisión.
El entrerriano y sus aliados van a ser el nexo con la Casa Rosada, más allá del rol formal de Mayans, y son los que van a conversar con los jefes de los bloques opositores más importantes: Alfredo Cornejo por la UCR y Humberto Schiavone al frente del PRO. Obviamente, Martín Lousteau va a tener fuerte injerencia por su rol de economista, a pesar de haber perdido el cargo de vicepresidente a manos de Carolina Losada.
Juntos por Cambio va a aportar los 33 votos que tiene en ese cuerpo legislativo y, si Kueider consigue los 20 del FdT con que se especula no tendrían inconvenientes en llegar a los dos tercios en el recinto. De todas formas, nadie quiere pronosticar en forma contundente porque Cristina anticipó con su polémico tuit que está tan enojada como Máximo por el acuerdo con el Fondo.