Fue en ese contexto que el mandatario provincial tomó contacto con el expresidente uruguayo, Julio María Sanguinetti: “Ha sido un gusto poder compartir una charla que sirve para fortalecer el sistema democrático y poder avanzar en la integración tan necesaria entre Uruguay y Argentina”.
Del encuentro participaron la esposa de Bordet, Mariel Ávila; el presidente de la Delegación Argentina de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), Luis Benedetto; y el secretario general de la Delegación Uruguaya de CTM, Nicolás Albertoni.
Con criterio común, “muy parecido”
Tras el encuentro con Sanguinetti, el gobernador de Entre Ríos puntualizó que conversaron “sobre las realidades que atraviesan a nuestros países, a nuestra provincia de Entre Ríos”, al compartir una frontera de casi 500 kilómetros, además de “una historia común de tradiciones, de familias que están ensambladas de un lado y del otro”.“Compartimos un criterio común muy parecido, y tener la visión del doctor Sanguinetti, que ha sido presidente de Uruguay durante dos períodos, desde lo personal -manifestó Bordet- ha sido un gusto poder compartir esta charla que, sin lugar a dudas, sirve para aplicar conceptos en nuestra provincia que mejoren nuestro día a día, nuestra cotidianidad”.
Fundamentalmente, “para fortalecer el sistema democrático, instituciones y poder avanzar en la integración tan necesaria entre Uruguay, entre Argentina, entre nuestra provincia con quien, repito, tenemos estrechos lazos que debemos continuarlos y fortalecerlos”, agregó el mandatario.
Complementarse: “En eso estamos”
Abogado, periodista, escritor y político -que también fue en dos oportunidades senador-, Sanguinetti fue presidente de la República Oriental del Uruguay en dos períodos: el primero de 1985 a 1990 y el segundo entre 1995 y el año 2000.“Hablamos de nuestras producciones recíprocas, de los desarrollos necesarios, de los mecanismos de crédito, de la necesidad de estabilidad jurídica y de la necesidad de avanzar juntos”, reportó, por su parte, el exmandatario uruguayo.
Fuera de ello, opinó que ni el mundo ni la región se encuentran en “una coyuntura fácil”, por eventos inesperados como la pandemia de Covid-19: “Hoy el mundo corre a una gran velocidad y nosotros no podemos ponerle el ritmo cansino, que nos pueda gustar, pero no es el adecuado”.
