“Se están estudiando medidas, ninguna es la suba de retención a la producción de maíz soja y trigo. Tenemos que entender que las consecuencias económicas de la guerra ya llegaron a la Argentina y la preocupación del Presidente es detener estas subas de precios que hay entender en un contexto mundial”, afirmó en diálogo con periodistas.
En Casa Rosada remarcaron que las retenciones se suben por ley, que el tema se impuso como consecuencia de rumores que crecieron con el paso de las horas y que el foco actual está puesto en frenar la escalada de precios proyectada para los próximos días como consecuencia de la guerra.
En este mismo marco es que desde el gobierno de Entre Ríos se confirmó que están en la búsqueda de nuevos mercados para la exportaciones de citrus, ante la posibilidad de que la guerra impida el envío de productos a Rusia, uno de los principales compradores. "Si el 30 por ciento de este volumen exportable se cae, obviamente la pérdida de empleo puede existir y esto es lo que tenemos que evitar", explicitó el gobernador Bordet. De esta forma, el Gobierno buscó cortar de raíz los rumores sobre un aumento de las retenciones en los principales granos, que originó una suerte de bola de nieve que terminó con una amenaza de Juntos por el Cambio de no respaldar el acuerdo con el FMI y la preocupación de los gobernadores peronistas por el avance de la supuesta medida.
Los mandatarios de Córdoba, Juan Schiaretti, y Santa Fe, Omar Perotti, habían apuntado contra el gobierno nacional durante el fin de semana por la suspensión de harina y aceite de soja, medida que se mantiene. Por otro lado, reconocen que podría aumentar el precio de ambos productos, pero aún no está definido. Sería de un incremento del 31 al 33% en la alícuota a la exportación. “La discusión se deben dar con los industriales, no con los productores”, indicaron fuentes oficiales.
Para evitar entrar un círculo de conflicto y de información errónea, desde la Casa Rosada aseguraron que se comunicaron con ambos mandatarios para aclararles que no aumentarán las retenciones, más allá de los rumores que se generaron.
Este domingo el Gobierno suspendió las exportaciones de estos productos, los principales de su canasta exportadora, en medio de la escalada de precios en el mercado internacional. La medida, que regirá “hasta nuevo aviso”, fue anunciada en un comunicado de la subsecretaría de Mercados Agropecuarios y consiste en el cierre de registros de operaciones, lo que en la práctica bloquea las ventas.
“No se consigue aceite en Europa ni harina en Italia. La situación va a empeorar salvo que la guerra se frene en los próximos días, y no parece ser una opción. Las consecuencias de la guerra están empezando a impactar en Argentina”, reconocieron en la Casa de Gobierno.
En el Gobierno se preparan para un aumento importante en el precio de los alimentos como consecuencia del impacto de la invasión rusa a Ucrania. Por eso se están evaluando un paquete de medidas anti inflacionarias para poder frenar la suba de precios prevista en el corto plazo.
Algunas de las que están en estudio, y que se anunciarían durante esta semana, son la ampliación de los precios cuidados y que se fijen precios máximos para productos de primera necesidad. En el gobierno nacional reconocen que hay “un gabinete económico permanente” porque “hay mucha preocupación por el aumento de los precios”.
En ese sentido, este martes se conocerá el número de inflación de febrero que, según las consultoras privadas, oscilará el 4%. En la Casa Rosada reconocen que el número será alto y que los precios de los alimentos subirán en las próximas semanas.
Con esa preocupación latente, el presidente Alberto Fernández, mantuvo una serie de reuniones durante los últimos días que incluyeron encuentros con el Secretario de Comercio, Roberto Feletti; el ministro de Agricultura, Julián Domínguez; el ministro de Producción, Matías Kulfas y el de Economía, Martín Guzmán.
Justamente Guzmán también se refirió al tema durante la presentación del acuerdo con el FMI en el Senado. “El impacto en los precios de los alimentos es significativo y que se ve con claridad en las últimas tres semanas. No hacer nada implica una situación en la que este shock termina siendo regresivo”, sostuvo.
“No hay ningún compromiso asumido en el contexto del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre impuestos o retenciones”, aclaró el ministro, al tiempo que afirmó que “es el gobierno nacional el que define un conjunto de políticas fiscales amplias para los objetivos que se tracen”.
El Jefe de Gabinete, Juan Manzur, que estaba con Guzmán en el Congreso, se refirió al cierre de la exportación de la harina y el aceite de soja, y el aumento de precios que se aproxima. “No se pueden tomar las decisiones que se tienen que tomar en tiempos normales. Hay eventualidades externas que nos obligan a actuar de manera diferente”, sostuvo.
En esa línea, explicó: “Dentro de estas eventualidades de público conocimiento, tiene que ver con lo que pasa en estos países productores de granos, tanto Rusia como Ucrania. Se vienen trabajando diferentes herramientas a través de fideicomisos voluntarios para ver de qué maneras se generar condiciones para proteger a la Argentina”.