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Profesionales de los hospitales Materno Infantil San Roque y San Martín de la ciudad de Paraná, llevaron a cabo de manera articulada una cirugía sin precedentes para la salud pública de nuestra provincia.

La paciente fue una embarazada de 34 años de edad derivada desde el Hospital Fermín Salaberry de Victoria al San Roque, recibiendo el diagnóstico de acretismo placentario, cuyo procedimiento habitual consta de una cesárea y luego una histerectomía.

A partir de esto fue trasladada al hospital San Martín, donde un equipo de tocoginecólogos y residentes de Tocoginecología del HMISR, junto a los Servicios de Anestesiología, Hemodinamia y Cirugía Cardiovascular del San Martín, acordaron realizar una práctica médica que se concretó este lunes por la mañana y que posibilitó el nacimiento de la bebé y la conservación del útero materno.

La Dra. Vanina Mildemberger –tocoginecóloga y secretaria técnica de la Dirección del Hospital San Roque- fue parte del grupo que realizó la exitosa intervención.

“Llegó a Paraná con un diagnóstico de placenta previa. Realizamos estudios de mayor complejidad y por medio de imágenes se detecta un acretismo placentario, lo que es un embarazo de altísimo riesgo, porque la placenta invade el músculo del útero y se adhiere a la pared de este”, explicó a El Entre Ríos.

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En estos casos el riesgo es para ambos, agregó la médica. “Para el bebé, porque muchas veces estos embarazos empiezan con sangrado y debemos finalizarlos antes, es riesgoso si no están con el desarrollo adecuado. Y para la mamá, porque son cirugías muy complejas en las que generalmente la cesárea continúa con una histerectomía, ya que al no poder despegar la placenta del útero, debemos sacarlo”.

Los embarazos en los que se presenta este cuadro han aumentado considerablemente en las estadísticas. Según da a conocer Mildemberger, debido al incremento del índice de cesáreas u otras cirugías uterinas. “A medida que aumenta el número de cesáreas, hay más posibilidades de que se dé esta complicación. Actualmente es en promedio de uno cada 200 o 300 embarazos”.

En esta oportunidad, “lo inédito fue la embolización de las arterias uterinas, lo que permite operar sin riesgo de una hemorragia y así trabajar con más tiempo y tranquilidad. Al tener el sangrado bajo control, cuando se extrajo la placenta se pudo conservar el útero”.

En los días posteriores, la evolución de la paciente “fue perfecta” y está en condiciones de recibir el alta, luego de una ecografía de control que se le realizaría este sábado antes de regresar a la ciudad de Victoria.

Por su parte, la bebé ya se encuentra en su casa y en buen estado de salud. “Nació a término, con 37 semanas de gestación y 2,800 kilos. También debió trasladarse el Servicio de Neonatología al HSM, para su recepción”.

De la intervención participaron también los doctores Martín Hermida y Javier Abid, por el Servicio de Hemodinamia del HSM; y los doctores Gustavo Terra y Daniela Tortore, por el Servicio de Obstetricia del HMISR.
Fuente: El Entre Ríos

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