Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Creada en 2014, la Escuela Primaria N°78 “Brazos Abiertos” aún carece de un inmueble propio. Asisten 432 alumnos de barrios carenciados de la periferia de uno de los cuatro conglomerados urbanos más pobres del país. Hay preocupación de la comunidad educativa por su continuidad en el ciclo lectivo 2025, escribió Mariel Fitz Patrick. A continuación, se reproduce el texto completo de lo publicado este viernes en la web de Infobae:
En donde está naturalizada la venta de drogas
Ubicada en la periferia de la ciudad de Concordia y lindera a calles de tierra que albergan casas muy humildes con tapiales de madera, funciona la Escuela Primaria N°78 “Brazos Abiertos”. Fue la última en crearse en esta ciudad entrerriana, en marzo de 2014, para recibir a los chicos del barrio Los Pájaros, así como de otros de los alrededores como Agua Patito, Villa Cresto y La Esperanza. La mayoría de quienes se instalaron en esos terrenos, habían sido desplazados de zonas inundadas por la creciente del río Uruguay.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
La realidad que viven sus habitantes no es ajena al resto de Concordia, uno de los cuatro conglomerados urbanos más pobres del país, según la medición del primer semestre de 2024 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El 65,8% de la población vive bajo la línea de pobreza y el 26,4% es indigente, o sea no tiene acceso a una alimentación básica diaria.

En el barrio Los Pájaros que está pegado a la escuela, las calles de tierra albergan casas muy humildes con tapiales de madera. El consumo de sustancias y los ajustes de cuentas entre bandas son parte del paisaje cotidiano. La escuela, que le da el desayuno y el almuerzo a los chicos, solventados por el gobierno provincial, es muchas veces la posibilidad de comer en el día.

En ese entorno de carencias, se instaló la Escuela “Brazos Abiertos”. “Se creó con una necesidad, la de contener a los niños que no estaban escolarizados, en un contexto donde está naturalizada la venta de drogas y armas ilegales”, explica Lidia Germiniani, la directora, en diálogo con Infobae.

La tarea cotidiana no solo es enseñar a leer, escribir y sumar, sino lograr que las familias manden los chicos a la escuela, donde encuentran un espacio de pertenencia y cuidado. Por eso el nombre “Brazos Abiertos” no es casual. Todos los chicos que concurren necesitan que los reciban, los esperen y se preocupen por ellos.

La escuela comenzó con 100 alumnos, pero la asistencia fue creciendo año a año hasta llegar a los 432 que tiene hoy, en 16 grados que funcionan en dos turnos, gracias a la dedicación de sus docentes y autoridades.
“Una escuela nómade”
Sin embargo, pese al rol social y educativo que cumple la escuela desde hace 10 años, aún no tiene un edificio propio y viene funcionando en distintos predios prestados, más o menos precarios, todos temporarios. “Se podría decir que es una escuela nómade”, dice Germiniani.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Lidia Germiniani dirige la escuela que funciona de prestado desde hace una década. Agrandar imagen
Lidia Germiniani dirige la escuela que funciona de prestado desde hace una década.
“Estamos muy preocupados por el ciclo 2025, porque no tenemos garantías de que vamos a poder seguir funcionando en los tres lugares en los que está repartida hoy la escuela”. Y explica que ya saben que contarán con un aula menos en la UENI N°68. “Nos solicitaron ya un salón y el no uso del comedor con fines educativos, por lo tanto tendremos tres grados sin espacio físico”, se lamenta. Su angustia aumenta porque prevé una matrícula de 450 chicos para el año próximo.

“Nos habían dicho que estaba el presupuesto para la construcción de la escuela hace unos años, pero hasta ahora no tenemos una respuesta certera sobre el tema. Ni siquiera sabemos si vamos a poder seguir ocupando este edificio de la UENI (Unidad Educativa de Nivel Inicial), donde funciona el primer ciclo. Porque, obviamente, el nivel inicial necesita expandirse por la demanda de salitas para niños de 4 y 5 años”.

Al comienzo, la Escuela N°78 usó el edificio del Centro de Nueva Vida, una iglesia evangélica que prestó en ese momento las instalaciones. En 2016, ya con 130 alumnos, comenzó a funcionar en un Centro de Desarrollo Infantil (CDI) municipal. “Teníamos la escuela dividida en turnos para poder recibir a todos”, recuerda Germiniani.
Repartida en tres predios
Ante la falta de inversión de la Provincia en infraestructura edilicia escolar, hoy funciona en tres predios prestados. En el edificio más nuevo del jardín de infantes de la UENI N°68 “Carrito de Ilusión” ocupa 4 aulas de primer a tercer grado, en ambos turnos, y el comedor escolar donde precariamente funciona un grado de primer ciclo y la biblioteca. “Tenemos tres primeros y segundos grados. El año próximo esperamos poder abrir un cuarto primer grado”, se esperanza la directora. Desde que “Brazos Abiertos” se instaló en el barrio, la demanda de vacantes no dejó de crecer.

Los alumnos de cuarto y quinto utilizan, desde febrero de este año, tres aulas en el Centro de Desarrollo Infantil “Los Azahares”, una casa con una galería y techos bajos, que está cruzando la calle y pertenece al Municipio. Tuvieron que adelantar el horario de ingreso a la mañana a las 7:10, para poder liberar el lugar al mediodía, ya que a partir de esa hora funciona como CDI.

Este año, la dirección de la Escuela tuvo que buscar un nuevo espacio para sexto grado. Los alumnos de los dos cursos del último año de la Primaria tienen que caminar 100 metros por una calle de tierra para trasladarse al Centro Integrador Comunitario, también municipal, donde se brinda atención primaria de la salud. Allí usan el salón principal. Al terminar la jornada escolar al mediodía, acomodan nuevamente las sillas para dejar el lugar habilitado para su uso original.

Cuando se les pregunta “qué necesitan”, responden “computadoras”. Pese a que tienen conexión de wi-fi, “las laptops que les dio el gobierno tenían una determinada cantidad de arranques y ya no funcionan más”, se lamenta Germinani.
Situación dominial, irresuelta
Según le contó Geminiani a este medio, para la construcción de un edificio propio, la Municipalidad de Concordia les donó un terreno el 26 de febrero pasado, al lado de la UENI cuyas instalaciones usan hoy de forma temporaria. Germiniani le envió a Infobae copia del documento donde figura ese acto de donación del Municipio local al Gobierno de Entre Ríos, firmado por el intendente Francisco Azcué. Sin embargo, fuentes de la Gobernación le dijeron a este medio que esa “cesión” aún no fue concretada formalmente. “La situación dominial aún no está resuelta”, informaron.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

El documento por el que el municipio cedió el terreno para la construcción de la escuela. Agrandar imagen
El documento por el que el municipio cedió el terreno para la construcción de la escuela.
Después de 20 años de gobiernos peronistas ininterrumpidos y 32 desde el retorno democrático, Entre Ríos tiene, desde el 10 de diciembre, un gobernador del PRO, Rogelio Frigerio. En Concordia también ganó por primera vez desde 1983, un intendente que no es del PJ, ya que Azcué está enrolado en la UCR.

“El expediente (Nro 1780233) está para ser enviado a la Escribanía Mayor de Gobierno entre hoy (por el martes 22 de octubre) y mañana para instrumentar la escritura”, según confirmaron desde el Consejo General de Educación (CGE) de Entre Ríos ante la consulta de este medio.

En ese campo lindero, una manzana situada en las calles Los Ruiseñores y Las Calandrias, actualmente solo hay pasto y dos caballos flacos pastando al sol. La concreción del edificio de la escuela es todavía muy incierta, pese a que el proyecto lleva una década de retraso. Tras el cambio de gobierno, la reactivación de la obra pública sigue pendiente.

“Lo malo es que en 10 años jamás los gobiernos anteriores ni siquiera relevaron la escuela. No hay proyecto formal. No había priorización en todos estos años y el Municipio realizó una donación que no fue perfeccionada (cerrada) hasta ahora, que se le va a dar curso a la situación dominial sobre esa escuela”, precisaron fuentes de la Gobernación provincial.

“Lo bueno es que en el inicio de año lectivo se relevó la situación edilicia y en septiembre/octubre la zonal de Arquitectura inició el relevamiento de expediente para elevar eso a la CGE, a los fines de que puedan dar inicio a un ordenamiento y regularización. Con esto se puede dar el pedido de proyecto para la escuela. Aunque parece poco, en 8 meses se avanzó más que en 10 años”, agregaron.

Hace dos años, en septiembre de 2022, hubo un reclamo público por parte de la comunidad educativa en la puerta de la UENI donde funciona la escuela de prestado, pidiendo una solución a las autoridades educativas. Pero hasta ahora no hubo respuestas concretas.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

En la Unidad Educativa de Nivel Inicial está una de las aulas de tercer grado. Agrandar imagen
En la Unidad Educativa de Nivel Inicial está una de las aulas de tercer grado.
El sábado 19 de octubre, Darío Schneider, ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de Entre Ríos, posteó en su cuenta en X sobre el avance del Plan de Emergencia en Infraestructura Escolar para atender los establecimientos en peor estado. “Años de abandono en las escuelas y en solo 4 meses ya intervenimos 72 escuelas. Se terminaron los anuncios políticos y la falta de cumplir. El 18 de junio, desde Gualeguay, anunciamos que íbamos a intervenir 50 escuelas hasta diciembre. 3 meses antes, duplicamos a 100 escuelas”, celebró.

Y adjuntó un gráfico con los datos de las obras finalizadas (32), en ejecución (40), y las proyectadas (32) en toda la provincia, que implicaron una inversión de $2.000 millones al 18 de este mes. De las 104, ocho están ubicadas en el departamento de Concordia. Pero este Plan no alcanza a los edificios aún no construidos.
Niños que llegan solos
La gran mayoría de los niños, niñas y preadolescentes concurren sin guardapolvo, ese símbolo de la educación pública igualadora en la infancia. Germiniani cuenta que muchos de ellos, aún de los grados iniciales, llegan a la escuela solos, al horario que pueden, cuando se despiertan, porque la madre trabaja de noche y duerme a la mañana, y el padre a menudo no está. “Son muy pocos los padres que se comprometen, que se preocupan, los traen y los buscan. La mayoría de los nenes vienen solos a la escuela, a pesar de la edad. Tenemos niños de primer grado que se acuerdan que tienen que venir, o se despertaron a las 9 de la mañana, y vienen igual. Nosotros le permitimos el ingreso fuera de horario porque sabemos que los padres están ausentes”, admite Germiniani.

Entre sus carencias, también está la del afecto y el contacto físico. Por eso las maestras cumplen un rol primordial en sus vidas. Cuando la autora de esta nota visitó una de las aulas de primer grado, a los pocos minutos se acercó, tímida, una nena de unos 6 años para abrazarla fuerte, sin soltarse. En ese abrazo, la siguieron el resto de sus compañeritos.

Un chiquito de ojos brillantes se animó a mostrar su logro: poder leer lentamente -en voz bajita- una frase de un cuento sobre osos que estaban “estudiando con la seño”.

En quinto grado, varios se alborotaban para contar lo que estaban aprendiendo del sistema digestivo. Los de sexto grado quisieron pasar al frente, luciendo con orgullo sus flamantes remeras de egresados. Algunos de ellos tienen entre 14 y 16 años.

En uno de los extremos del terreno donde debería levantarse el futuro edificio de la escuela, crece un basural. Germiniani cuenta que el tema de la basura es una problemática de todos los barrios de los alrededores. Por eso, involucró a cuatro alumnos de los más revoltosos de cuarto grado en un proyecto de investigación. “Quiero entusiasmarlos con un trabajo de campo sobre el tema de la basura y su tratamiento y, a la vez, darle un respiro a la maestra un par de horas a la semana”, afirma. No pierde la esperanza. Ni con la posibilidad de un edificio propio, ni con los chicos más problemáticos.

Al finalizar el turno mañana, un chico de 15 años se acerca a la puerta de la UENI y saluda afectuosamente a la directora. “Era de los que daban muchas patadas”, recuerda Germiniani mirándolo sonriente. Ahora está en la secundaria y cuenta, con orgullo, que su hermanito va a esa misma escuela.

Los docentes y la comunidad de “Brazos Abiertos” esperan que, por fin, las autoridades educativas de la provincia oigan su reclamo. Sin edificio propio, también se dificulta la designación de los cargos docentes necesarios ante el crecimiento de la matrícula. “Todavía no sabemos adónde vamos a ir el año próximo, y estamos en octubre. Necesitamos organizarnos para el ciclo lectivo 2025″, advirtió Germiniani.
Fuente: Infobae - Mariel Fitz Patrick

Enviá tu comentario