La moción que se votó por mayoría no resultó novedosa: Agmer Paraná rechaza la conciliación y apuesta por seguir con las medidas de fuerza en el marco del reclamo por recomposición salarial. El Gobierno propuso un 20% en dos tramos, y el gremio lo rechazó por insuficiente. En medio, el viernes la jueza Pinto decretó, a pedido del Poder Ejecutivo, la conciliación obligatoria por un plazo de 20 días hábiles. Este lunes, en medio de la quinta huelga del año, Agmer decide en congreso si acepta o rechaza esa conciliación. La mayoría se inclina por acatar la determinación judicial. Aunque la opositora Agrupación Rojo y Negro apuesta al rechazo. En medio, Agmer Paraná votó llevar como mandato una petición extra: que el sindicato impulse la recusación de la jueza Pinto.
Durante el fin de semana se conoció, además, un pronunciamiento de la Rojo y Negro, que planteó: “Cada vez que el gobierno no está dispuesto a negociar, pide conciliaciones para frenar la lucha docente, en algunos años lo ha hecho hasta tres veces”. Y agregó, en una crítica a la Justicia: “El Poder Judicial no se queda atrás; los jueces se apuran más por dictar una conciliación que por hacer cumplir las paritarias firmadas en sus narices el año anterior. Hoy nos pasa eso, es más, la misma jueza que dicta la conciliación 2019 es ante quien firmamos la paritaria 2018, aún incumplida por el Gobierno. ¿Cómo esperan los jueces ser respetados por los entrerrianos?”.
En 2018, la jueza Pinto dictó la conciliación también a pedido del Gobierno, y encauzó la negociación salarial docente en un despacho judicial.
Antes, en 2015, había resuelto una medida similiar.
El exgobernador Sergio Urribarri consiguió, en 2015, que la jueza Laboral Gladys Pinto acogiera favorablemente un pedido de conciliación obligatoria y frenara las huelgas docentes en la provincia.
La decisión fue adoptada a finales de febrero de 2015 por la magistrada. Pinto dispuso la conciliación obligatoria por un plazo de 20 días hábiles.