“Debemos advertir las consecuencias que tendrá la aplicación de esta ley: despidos en el sector público y privado (flexibilización laboral); destrucción del aparato productivo; primarización y extranjerización de la economía; pérdida de derechos laborales; y una improbable estabilización de la macroeconomía que se apoyará sobre millones de argentinos caídos en la pobreza”, señaló el dirigente en un escrito enviado este jueves a El Entre Ríos.
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“Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”, decía Arturo Jauretche.En la madrugada de este martes, luego de una maratónica sesión, la Cámara de Diputados dio media sanción a la llamada Ley de Bases.
No hubo sorpresas, el proyecto oficialista (que a esta altura debería llamarse “Ley Sturzenegger”) contó con el apoyo unánime de los hoy ya amalgamados bloques del PRO, “Los Diputados Dialoguistas” y LLA; y el rechazo absoluto de Unión por la Patria y la izquierda.
No seremos nosotros quienes hagamos juicios de valor sobre “dirigentes peronistas” votando a favor de despidos y privatizaciones; o sobre radicales republicanos aprobando blanqueos de capitales y delegando en el presidente facultades legislativas…
Que la historia, sus bases y el pueblo los juzgue.
Sí debemos advertir, como lo venimos haciendo desde hace meses, las consecuencias que tendrá la aplicación de esta ley: despidos en el sector público y privado (flexibilización laboral); destrucción del aparato productivo; primarización y extranjerización de la economía; pérdida de derechos laborales; y una improbable estabilización de la macroeconomía que se apoyará sobre millones de argentinos caídos en la pobreza.
Decía hace algunos meses, en otra nota que varios medios gentilmente levantaron, que el período 2024-2030 presentaba para la Argentina una coyuntura que podía traducirse en enormes oportunidades. Advertimos también que los Milei -y quienes están detrás de los Milei- pretendían volver para garantizar que esas oportunidades se conviertan en negocios. Negocios para unos pocos a costas de todos.
Mientras tanto, la Cámara de Diputados avanza el tratamiento pormenorizado de cada capítulo de la ley: ya se aprobaron las Facultades Delegadas, las Privatizaciones de Empresas Nacionales, el Blanqueo de Capitales y la Reforma Laboral. La misma Cámara que pospone y demora el tratamiento de un DNU inconstitucional, pisa a fondo el acelerador para darle al gobierno en bandeja su Ley de Bases.
De nuevo, que la historia y el pueblo los juzgue.