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El 27 de octubre de 2022 Aldana Pesis Liand fue la primera en radicar una denuncia contra Ramón Zabala, un conocido curandero y parapsicólogo de Concordia, por haber abusado sexualmente de ella en su adolescencia. Poco después, en abril de 2023, hizo pública su historia y el caso se viralizó, por lo que la joven recibió múltiples testimonios de personas que afirmaban haber atravesado situaciones similares a la suya, lo que conmocionó a la comunidad concordiense y fue noticia en todo el país, recuerda la periodista Fedra Venturini, para el sitio Análisis Digital.

Finalmente, en junio de 2024, la causa fue remitida a juicio, y eran cuatro las denunciantes que se enfrentarían a Zabala, quien desde entonces cumple prisión preventiva por riesgo de fuga y entorpecimiento de la causa. No obstante, el debate que estaba pautado para el próximo 11 de noviembre fue suspendido ya que el imputado cambió de abogado a días de la jornada de debate. “Nosotros creemos que es una estrategia para dilatar el proceso judicial”, había dicho Aldana días antes de conocer la decisión de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) de Concordia. En esta línea, resaltó: “Las víctimas estamos esperando hace muchos meses, nos venimos preparando psicológicamente para esta fecha, gastamos dinero y energía”. Pese a que el fiscal de la causa, Francisco Paoli, había manifestado su rechazo a la suspensión del proceso, la decisión de la OGA fue final y el juicio fue suspendido “hasta nuevo aviso”.
El descargo de Aldana
Con desesperación y lágrimas en los ojos, Pesis Liand publicó un video en sus redes sociales donde expresó su frustración con el sistema judicial de Concordia: “Este es el último descargo que voy a hacer respecto de esta causa. Estoy cansada, agotada, no tengo ganas de salir a poner la cara por algo que no llega a su objetivo”, expresó. “Hace dos años que me expongo a mí, a mi familia, a mi pareja, a tener que escuchar una y otra vez cómo fui abusada. Lo único que saco como resultado es que no le importamos a la Justicia” y agregó: “Las cosas siguen siendo las mismas, estamos luchando contra un sistema corrupto, que no tiene empatía y a la OGA no le interesa porque no somos de su entorno”.

Por otro lado, Aldana denunció: “Nos fallaron con un allanamiento y estoy 100% segura que se iban a encontrar más cosas de las que se saben, nos fallaron con una preventiva una vez, me amenazaron en mi casa donde viven mis hijos, en otra oportunidad nos cancelaron una audiencia en nuestras caras y después de esperar cinco meses nos suspenden el juicio”. “Puse en juego lo poco que me quedaba y así me pagan. A la Justicia y a Concordia no le importamos”, afirmó, “somos 60 víctimas que no importan porque no hay denuncias y si se animan a hacerlo, juegan con vos”. Asimismo, apuntó al Ministerio de Seguridad: “Me llaman y me chamuyan, ¿de qué vale cuando no cuidaron nuestra integridad?”. Finalmente, lamentó que “su palabra y la de las víctimas no tenga valor”: “Hasta acá llegué, no voy a hablar más de la causa porque me duele. Estuve dos años parada, por algo que hice de corazón. Estoy cansada y la Justicia, una vez más, nos falló”, cerró.
El testimonio de Aldana: “Soy libre de una culpa que no me corresponde”
En diálogo con Análisis Digital, la joven relató los hechos que atravesó y, posteriormente, la llevaron a radicar su denuncia hace poco más de dos años. “Llegué a ese consultorio a los 13 años, por medio de familiares, a raíz de que estaba atravesando el duelo por la muerte de mi padre… me autolesionaba y tuve intentos de suicidio”, relató, “En el consultorio conocí gente de distintas partes que viajaban hasta Concordia para atenderse con él. Zabala me dijo que estaba embarazada y abusó sexualmente de mí con el objetivo de ‘cortar la gestación’”.

“Cuando me enteré de los otros casos entendí que esta persona nefasta se aprovechaba de a vulnerabilidad de las personas que llegaban a su consultorio en busca de una ‘solución’, era gente desesperada”, acotó y destacó que inició el proceso penal “con muchos miedos, pero acompañada por personas que creyeron en mí”.
Denuncias anónimas en redes sociales
Al viralizarse su historia, Aldana recibió decenas de mensajes con testimonios de personas que contaban situaciones similares en el consultorio de calle Las Heras, lo que revelaría un modus operandi por parte del curandero. “Te pedía que te concentres, pero yo no hice eso… habrí los ojos y tenía su miembro cerca de mi boca. Me dijo que era parte de la terapia y respondí que no quería seguir, me pidió que no diga nada y me fui con mucha bronca. Me arrepiento de no haber gritado para que toda la gente se enterara, porque había muchas personas esperando a que los atienda”, indica uno de los mensajes que recibió Pesis. Otra joven, por su parte, indicó: “A mi madre le dijo que yo tenía un quiste de agua en mis ovarios y que él me podía curar. Me abusó, me durmió y lo hizo. Cuando me desperté no tenía el pantalón ni la ropa interior puesta”.

Otro testimonio contó a Aldana: “Yo fui por un tiempo, me había dicho que tenía ataduras en los ovarios y que me los iba a curar, me decía que no sea desconfiada y que me concentre. Me tocó sin mi consentimiento y diciendo que, para cortar las ataduras, tenía que acero y era parte de la supuesta terapia. Cuando quise acordar, tenía su miembro afuera, le dije que no quería seguir y me fui. Tiempo después me mandaba mensajes diciendo que iba a dar o que fuera por mi cuerpo”.
Fuente: Análisis Digital - Fedra Venturini

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