Su relato contiene un urgente llamado a las “autoridades competentes” para que actúen antes de que nuevas víctimas fatales se sumen a la ya extensa y dolorosa lista.
Monzón describe al detalle las principales falencias de la ruta en su actual estado, todas las cuales se combinan para hacer de la Autovía Artigas una verdadera trampa mortal. Aquí, su relato:
“Desde Zárate salimos con luz de día, pero a medida que avanzaba la tarde y se hacía más oscuro, nos empezó a sorprender lo riesgoso de la 14 en ésas condiciones actuales que presenta:
* escasa o nula reparación de huellas, ondulaciones y baches.
* escasa o nula demarcación de la cinta asfáltica que dificulta la visibilidad y orientación, ya que más allá de 1 o 2 metros iluminados por la luz baja obligatoria del vehículo, resulta imposible adivinar cuestiones básicas como, por ejemplo, hacia dónde continúa la ruta, si está permitido o no adelantarse a otro vehículo (ausencia de líneas amarillas o blanca discontinua según corresponda), si se avecinan curvas y en qué dirección, etc.
* escasa o nula iluminación debido a que la gran mayoría de las luminarias están apagadas y aparentemente no funcionan por falta de reparación. Más aún con lluvia se incrementa el peligro.
La trampa mortal está preparada…
Hace poco en el acceso a Federación -por más que sea un camino diferente-, murió una familia completa: padre, madre, sus niños…
¿Cuándo y dónde serán las próximas víctimas? ¿Qué esperan los responsables y autoridades competentes, para cumplir con su trabajo en tiempo y forma y por el cual todos los ciudadanos abonamos impuestos además de los peajes de rutina?
¿Nos veremos obligados a imaginar que obtienen algún rédito “por fuera”, para que tanta negligencia siga cobrando vidas?
