Los indicios reforzaban la hipótesis de que la dueña del prostíbulo “Lo de Maite”, Elsa Lacuadra, sobornaba a la policía. En especial, gozaba de la protección que le brindaba un uniformado miembro de la banda, Ricardo Petelín.
Las escuchas telefónicas autorizadas por la Justicia de Garantías permitieron dar con diálogos en los que el propio Petelín le contaba a una persona de estrecha relación con él las maniobras que llevaba adelante para proteger al prostíbulo.
El Ministerio Público Fiscal, representado en esta causa por el doctor Francisco Azcue, logró además dar con dos mujeres explotadas en ese local, que se animaron a declarar. También se contó con los testimonios de otros testigos.
Fue así que finalmente este jueves, con la autorización del juez de garantías, la policía irrumpió en el prostíbulo, que estaba abierto, otro claro indicador del grado de impunidad con que se manejaba su dueña, que quedó detenida.
Fiscalía había solicitado también la aprehensión de otras personas, que por el momento permanecen prófugas.