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Tras el hallazgo de terneros mutilados días atrás en el límite de los departamentos Uruguay y Tala, el tema vuelve a ponerse en el tapete de la discusión. Varias hipótesis e incógnitas que preocupan. La cantidad de animales en esas condiciones que aparecen en el país “son muchos y no podemos abstraernos de la realidad”, sostuvo a AIM la especialista en ufología, Silvia Simondini, quien atribuyó las heridas “quirúrgicas” a seres extraños.

Los terneros fueron encontrados en el establecimiento “San Diego”, ubicado a unos siete kilómetros al Oeste del paraje 208, en el límite de los departamentos Uruguay y Tala. En ese lugar, el 19 de febrero pasado fueron hallados muertos cinco terneros, de uno cien kilogramos cada uno, y días después ocho más, todos presentando cortes en partes blandas y sin que se pudiera apreciar a simple vista la presencia de sangre.

La cantidad de animales mutilados que aparecen en el país “son muchos y no podemos abstraernos de la realidad”, sostuvo a AIM la especialista en ufología, Silvia Simondini, quien desestimó la hipótesis del ratón hocicudo, ya que es herbívoro y de isla. No así, atribuyó las heridas “quirúrgicas” a seres extraños.

Simondini expresó que se encuentran investigando los casos, porque “son muchos los animales”. Además, explicó que “las mutilaciones son aleatorias y me preocupa lo que se lleven justo los sentidos completos del animal: órgano visual, gustativo, genital y reproductor, e incluso las ubres. También quitan hasta la última gota de sangre”, dijo y expresó a AIM que “es una práctica muy específica quizás para crear algo o investigación”.

“Es llamativo y lo preocupante de los productores es la cantidad de animales que aparecen en los campos, van desde los seis hasta los nueve, como sucedió en Formosa, donde están desesperados, ya que son cortes netos”, sostuvo la especialista, quien desestimó que se tratara del ratón hocicudo, como dijeron, ya que es herbívoro y se isla. Además las heridas son quirúrgicas, realizadas por seres extraños”.

Pero Uruguay y Tala no son los únicos departamentos en donde suceden estos casos. Desde hace tiempo, también se suceden en campos de Victoria, Colonia Yeruá, Viale y Villaguay, con un procedimiento desconocido que produce cortes cauterizados.

“Los veterinarios que analizaron los cortes no encuentran explicación natural y coinciden en que el asunto escapa a sus conocimientos”, afirmó a AIM la investigadora Andrea Pérez Simondini.

El caso de Uruguay-Tala

El responsable de la Comisaría de Basavilbaso reunió elementos y tomó muestras fotográficas para aportar a las investigaciones que se realizan para determinar lo ocurrido.

Además se supo que el Dr. Roberto Lescano, un prestigioso médico clínico de la ciudad del riel, de la que fue intendente, visitó el lugar y recogió muestras que enviaría a especialistas y laboratorios para tratar de determinar que causó la mortandad de los animales.

Hace unos años, en un campo próximo, se registró un caso de características similares. En aquella ocasión apareció una vaquilla muerta, la que según los análisis posteriores presentaba lesiones hepáticas y rumiales, compatibles a una intoxicación con duraznillo negro. Y en referencia a las lesiones en las zonas blandas se determinó que fueron post mortem y las habría producido el accionar de animales de carroña.

Muchos de los que no creen en las versiones oficiales correlacionan las apariciones de un objeto volador no identificado (Ovni) con la muerte o desaparición misteriosa de animales en determinadas zonas y/o el “chupacabras”.

Minutos antes de las 23, la radio de Basavilbaso informó que los elementos recogidos por la comisión policial correspondería a muerte por carbunclo bacteriano, carbunco o antrax. Se trata de una enfermedad infecciosa, conocida desde la época colonial, de curso agudo altamente contagiosa, que afecta preferentemente a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales, incluido al hombre.

La enfermedad se caracteriza en los bovinos por presentar muerte súbita, con arrojamientos sanguinolentos por los orificios naturales, en los cuales se encuentra presente el agente etiológico. Es recurrente, por lo que en los lugares donde se registra se los denomina “campos malditos”, y por lo que ante la menor sospecha los cadáveres no deben ser sometidos a necropsia, para evitar la diseminación de esporas en el medio ambiente y se recomienda quemarlos o bien enterrarse a buena profundidad, para evitar la diseminación de los esporos en los suelos por parte de animales predadores.
Fuente: AIM Digital

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