Según el texto presentado por el Ejecutivo al Congreso, la recaudación proveniente del impuesto sobre los Combustibles y el Dióxido de Carbono experimentará un aumento del 155,2% en comparación con el corriente año. Esta suba impactará en los consumidores y en el costo de vida en general.
Impuestos
Este aumento en la recaudación de impuestos sobre combustibles contrasta notablemente con los incrementos previstos en otros tributos. Por ejemplo, se estima que la recaudación del IVA avanzará un 28,6%, mientras que el impuesto al cheque crecerá un 34%. A su vez, los aportes y contribuciones a la Seguridad Social, de acuerdo con el Gobierno, subirían un 47,5%.“La magnitud del aumento en los impuestos a los combustibles es sorprendente y podría tener repercusiones en todos los sectores de la economía”, afirmó un economista consultado sobre el tema.
En un contexto donde los ingresos públicos se mantienen estables en relación al Producto Bruto Interno (PBI), que se sitúa en torno al 22 por ciento, el peso del impuesto sobre los Combustibles y el Dióxido de Carbono aumentará un 92 por ciento. Este impuesto pasará a representar del 0,38 al 0,73 por ciento del PBI, lo que resalta su creciente relevancia en la estructura fiscal del país.
“Es evidente que el Gobierno está buscando nuevas formas de incrementar sus ingresos, y esto tendrá un efecto directo en los precios que pagan los consumidores”, destacó otro especialista en economía.
Detalles del incremento impositivo
El texto del Presupuesto explica que “los ingresos estimados por los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono ascienden a 5.539.780,6 millones de pesos, creciendo 155,2% respecto de 2024”.Esta variación se debe, principalmente, a las actualizaciones pendientes en las sumas fijas que se utilizan para determinar el impuesto. “Estas actualizaciones se incorporarán gradualmente durante el año 2025”, añade el informe, dejando en claro que el impacto en los precios será progresivo.
Las subas que se prevén están relacionadas con el diferimiento en el esquema de aumentos que se produjo desde mayo, lo que llevó a que los precios de los combustibles no se ajustaran de acuerdo con las condiciones del mercado.
Según estimaciones del Gobierno, si se lleva a cabo la actualización correspondiente, el precio de la nafta debería aumentar, únicamente por el impacto del impuesto, al menos un 12 por ciento. “Esto es solo el comienzo, y dependerá de la evolución de otros factores económicos para determinar el ajuste final”, advirtió un analista del sector energético.