También figura Rodolfo Daniel González en estas empresas. Por un lado, la instalación de una red de cableado en la ciudad de Diamante, de la mano del exintendente Juan Carlos Darrichón. Por otro, la firma Internet Plus que acaparó parte del mercado en Concordia y ahora se instala en Rosario del Tala. Los mismos nombres de la trama de los 200.000 dólares en Paraguay aparecen en negocios de Entre Ríos que merecen explicaciones, sostiene el informe.
A mediados del año pasado, la empresa Iceler se instaló en la ciudad de Diamante para la prestación de servicios de internet. Alquiló un local y comenzó con la colocación de postes y el tendido de la red de fibra óptica, sin haber presentado la más elemental documentación sobre la obra en la vía pública y, principalmente, sin la autorización de la Municipalidad. Recién luego de perder las elecciones, el entonces intendente Darrichón emitió el decreto que concedía la intervención en el espacio común de la ciudad.
Iceler es una empresa que figura a nombre del empleado de la Biblioteca del Congreso de la Nación, Rodolfo Daniel González, compinche de Kueider en diferentes negocios (comparten Betail SA) y titular de la camioneta en la que viajaba el senador cuando fue descubierto en Paraguay con la fortuna en billetes termosellados. También aparece como socia de Iceler Adriana Crucitta, otra empleada del Senado. La firma se encuentra inscripta en el Enacom, el organismo nacional que regula las comunicaciones.
González le emitió un poder para representar a Iceler ante la Municipalidad de Diamante a Iara Guinsel Costa, la joven secretaria y novia de Kueider que también se encuentra con prisión domiciliaria en el país guaraní. Ella fue quien rubricó el contrato de alquiler fechado el 1° de julio de 2023, del local donde iba a funcionar la empresa de servicios de internet, en la esquina de Domingo Dasso y Eva Perón, por tres años a un precio inicialmente de 200.000 pesos los primeros tres meses. El contrato dice además que la locataria tiene prohibido subalquilar, aunque hoy está en funcionamiento allí un local de ropa. Y en la cláusula sobre las garantías, aparecen como fiadores Kueider y González. El triángulo de hierro. En julio del año pasado comenzó la instalación de la red de fibra óptica en Diamante. El plan era cubrir 500 de las 850 manzanas que hay entre esta localidad y Strobel. Se calcula que llegaron a cubrir como mínimo la mitad, en un par de meses de trabajo.
Los que realizaron la instalación aparecían como “subcontratistas” pero era todo muy informal: tres camionetas desvencijadas sin ploteo de ninguna empresa, y un grupo de operarios sin mamelucos ni arnés, algunos con vestimenta futbolera, que rompían donde querían, ponían postes en cualquier lado y hasta se subían a los techos de las viviendas y colocaban ménsulas para ubicar las cajas y tirar los cables. A lo “Rompé Pepe”.
Esta situación generó quejas de muchos vecinos, desde aquellos que se asustaban por ver a desconocidos sin identificación en los techos de sus casas, los que presentaron denuncias por los daños ocasionados en veredas que no reparaban y la colocación de postes contra ventanas o en lugares no permitidos. Hasta dejaban los escombros amontonados contra las paredes.
Darrichón ha manejado el poder en Diamante en los últimos 20 años, tanto cuando gobernó él como cuando lo hicieron otros del Partido Justicialista. Ejerce una gran influencia sobre todos los ámbitos, institucionales o no. El 22 de octubre del año pasado intentó la reelección, pero perdió por una importante diferencia con el candidato de Unidad Vecinal, Ezio Gieco. Menos de un mes después de la inesperada derrota, el entonces intendente sacó el decreto que estableció: “Otorgar permiso de ocupación de la vía pública a ICELER S.A., CUIT: 30-71809398-4, a la que se autoriza la colocación de postes propios y la utilización de los existentes, a hacer uso de suelo, espacio aéreo y subterráneo con el objetivo de instalar un tendido de red de fibra óptica y brindar un servicio de internet”. Además, con la exención total de tasas y con el sello de “urgente”, algo casi inaudito.
Es decir: Darrichón le otorgó el permiso para hacer lo que ya habían hecho, lógicamente con su venia. Luego de asumir, la nueva gestión en la Municipalidad de Diamante advirtió estas desprolijidades. Como creían conveniente un nuevo servicio para la ciudad, emplazaron a Iceler a inscribirse ante la administración local (como lo debe hacer cualquier negocio) y presentar la documentación correspondiente, como los planos, informes técnicos, elementos a instalar, y otros detalles de la obra ya realizada y a realizar, según se lee en el decreto del 19 de junio de este año firmado por el intendente Gieco.
Le dieron un plazo de 30 días. Al día 29 se presentó en la sede del Poder Ejecutivo de Diamante Rodolfo González. Con la chapa del Senado de la Nación, se presentó como “gente de negocios”, dijo que hicieron una inversión de “muchísimos millones de pesos” e intentó negociar algo que ya no tenía salida si no era con la formalidad del expediente y lo requerido en la resolución municipal. Luego les otorgaron un período más para ponerse en regla o retirar todos los postes y cables, pero no apareció nadie y en Diamante quedó el paisaje de postes en cualquier lado y cables colgando en distintas cuadras. Ni siquiera los roba cables se interesan en esa inversión ya que no tiene ni un gramo de cobre.
El expediente de Iceler en breve será presentado ante el fiscal José Arias de Concordia, para incorporarlo como prueba a la causa en la que investiga a Kueider por presunto enriquecimiento ilícito.
Otra cuestión que nadie sabe a ciencia cierta es cuánta plata invirtieron. Iceler no presentó nada serio para desplegarse en Diamante, no hay un registro formal del monto de los gastos que tuvieron. Como mínimo, instalaron la red en 250 manzanas. Especialistas en el mercado de fibra óptica afirmaron que cada manzana requiere una inversión de 1.000 dólares. Entonces, estaríamos hablando de 250.000 dólares que invirtieron (y luego abandonaron) González y Crucitta. A esto hay que sumarle el equipamiento de última generación que compraron para la prestación del servicio, de altísimo valor. Otra abultada suma de dinero que no podrían justificar como empleados del Senado.
Mientras tanto, aparecieron otros intermediarios intentando resolver la cuestión mediante llamados telefónicos, así como supuestos representantes de empresas que querían hacerse cargo de lo que había dejado Iceler para continuar la obra y brindar el servicio de comunicaciones.
Una de las ofrecidas fue Internet Plus (o IPlus), una Sociedad Anónima Simplificada que se ha desarrollado desde el año 2021 en la ciudad de Concordia. En esos años, el intendente de esta ciudad era Enrique Cresto pero el Ejecutivo estaba a cargo del vice, Alfredo Francolini, porque Cresto estaba con licencia para ejercer un cargo nacional (en el Enohsa). Actualmente IPlus se está instalando en Rosario del Tala. Pero se sospecha que detrás de esta empresa están las mismas personas que figuran en Iceler, por la sencilla razón de que Iara Guinsel Costa trabajó en esa empresa durante un año y aparentemente era la “gerente general”. Según los registros de AFIP, Guinsel Cota fue empleada de IPlus SAS desde el 4 de abril de 2023, hasta que ingresó a trabajar en el Senado de la Nación junto a Kueider, en marzo de este año. Pero vuelve a llamar la atención en la historia laboral de la joven secretaria del senador, que previamente también se desempeñó en una empresa del mismo rubro, llamada ISPCOM SA, desde enero de 2018 hasta marzo de 2023. En esta última firma estaba como socio Juan Martín Fracalossi, el mismo que luego aparece como socio y titular de IPlus, desde su constitución en 2019. De hecho, Fracalossi es quien firma en nombre de esta empresa el convenio con la Municipalidad de Concordia para la instalación de la red de fibra óptica en la ciudad (al menos en este documento se observa mucha más prolijidad, requisitos y obligaciones que el caso ocurrido en Diamante con Iceler).
Una de las personas que intentó “intermediar” para que IPlus pudiera hacerse cargo de la situación de Iceler fue Enrique Cresto, quien hoy ocupa una banca como diputado provincial del PJ, junto a Darrichón, quien es empleado de planta permanente en la Cámara de Diputados.
El nombre de Iara Guinsel Costa es un hilo conductor entre distintas empresas que se encuentran en el mismo rubro y con las mismas personas atrás de un negocio millonario. Lo que sabe y lo que vio podría ser su gran capital para negociar ante una situación judicial que la compromete, así como el temor de muchos poderosos, concluye el informe del periodista Jorge Amado.