Robo silencioso
Así comenzó el diálogo con este ferroaficionado de Concordia que observa en detalle lo que, para muchos, pasa desapercibido. Están robándose piezas valiosas de una máquina, la Nº90 del ferrocarril “General Urquiza”. “He constatado, la semana pasada, que le habían roto la malla metálica que protegía el instrumental de conducción (lo que sería el tablero de un automóvil) y se robaron piezas que eran de bronce tales como inyectores, manijas, manómetros, etcétera”, describió a El Entre Ríos luego al tiempo que hizo notar que el trabajo para retirarlas es minucioso, específico y que requiere determinados conocimientos y tiempo para hacerlo. Algo distingue a esa máquina de otras. Está sana, estructuralmente hablando. “Hasta aún conserva combustible en su interior”, remarcó el hombre que tiene por hobby la actividad ferroviaria al punto de, incluso, participar de grupos que rescatan, mantienen y ponen en valor determinados tramos ferroviarios de Entre Ríos.
“Es un hito acá en Concordia y se trata de una máquina que podría haberse restaurado y está aún en condiciones de restaurarse y ponerse en movimiento”, enfatizó e hizo notar que “indudablemente costará mucho más tiempo y recursos ponerla en funcionamiento”.
Lo dice amargado, con el sinsabor de haberse sentido cerca de ponerla en valor y recuperarla para prestar servicio de tren turístico en la zona del Perilago. ¿Qué falto? Que invirtiese el dinero necesario. Y también se lamenta por lo que simbólica y afectivamente significa: “Es una pena y un dolor porque es un recuerdo que tenemos todos los concordienses y la gente del Urquiza que ha manejado esta máquina, como ser mi abuelo y mis tíos que hacían el trayecto acá en la Mesopotamia, incluso llegaban a Rojas y Lacroze en la provincia de Buenos Aires”. La unidad está al resguardo de la Delegación Argentina ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, a la que el ferroaficionado le pide que intervenga. “Deberían reponer los faltantes (estimativamente costarán unos 600 mil pesos) y poner seguridad. Con una cámara de vigilancia alcanza”, remarcó y también pidió que efectúen la denuncia penal.
“Me presenté en la Comisaría del Lago y me dijeron que no correspondía, que como ciudadano no podría hacer la denuncia y que la debiera hacer gente vinculada a la represa porque yo no tengo ninguna responsabilidad de la máquina”, explicó al respecto.
Un símbolo
La máquina a vapor es un símbolo para los que frecuentan la zona de Salto Grande, en el camino que conduce a la Península de Soler, pasando por playa Las Palmeras, Palmeritas, Perdices y de Los Médicos. La Nº90 está ahí, detenida en el tiempo y es parte de la memoria fotográfica de miles que han pasado alguna vez por allí. La Parada Ayuí es punto de detención ineludible para todas las edades. Pero poco se conoce de por qué está ahí y cuál era su tarea.En rigor es una J.A. Maffei de 1911, ex Unión Pacific, que fue fabricada en Estados Unidos. Pesa 50 toneladas y el depósito de combustible es 18 de tn. “Es una máquina que no tiene daños estructurales. La historia cuenta que transitaba en toda la red del, como dice aún la placa que conserva a ambos costados, “Ferrocarril Nacional General Urquiza” hasta que durante el llenado del embalse de la represa hidroeléctrica no alcanzaron a trasladarla hasta la Estación Central de Concordia y quedó allí como símbolo de ese servicio ferroviario.
Proyecto turístico
“Está completa y con poco presupuesto se la puede recuperar y poner marcha como tren turístico similar a La Trochita que une Esquel con El Bolsón”, ejemplificó Monzón.
¿En qué consiste exactamente su proyecto? “Teníamos la iniciativa de recuperarla y acoplarle dos vagones de madera que nos cederían desde Buenos Aires para hacer un tren turístico en la región para favorecer el turismo”, respondió y amplió: “pero el proyecto fracaso porque no hay plata para eso”. Parafraseando a Alejandro Casona, podrá decirse que las máquinas a vapor, como los árboles, mueren de pie. Incluso, en el caso de la Unidad 90, puede volver a funcionar. El desafío, entonces, es evitar que la desidia definitivamente haga de esa estructura un vacío recuerdo de una parte importante de la rica historia de la región.