El 30 de agosto de 2011, el quinielero Juan José “Pocho” Morales, integrante de una familia que tiene una agencia en San Jaime de la Frontera, recorría las calles en su bicicleta haciendo su tarea habitual, la de levantar jugadas. Hasta que, en un punto geográfico, desaparecieron él, su bicicleta y las demás pertenencias que llevaba consigo.
“Pocho” desapareció y nadie más pudo saber sobre su paradero hasta la actualidad.
En ese marco, el Programa Nacional de Recompensas actualizó el valor para quien aporte datos sobre su paradero, el mismo fue fijado ahora en dos millones de pesos.
Se difundió el pedido, solicitando a la población que pueda aportar cualquier tipo de información a las autoridades policiales más cercanas o a la línea de denuncias anónimas del Ministerios de Seguridad de Argentina al 134.
Fuente: Diario Río Uruguay