“Lo que él dice que consiguió, ya estaba por negociaciones políticas”, afirmó Gustavo Bastián, intendente de San José y presidente del PJ Colón. “No entiendo el beneficio que vamos a tener. La energía la sigue manejando Nación”, agregó.
El intendente de la localidad del Departamento Colón encuentra en el presente del peronismo una mezcla de falta de conducción y exceso de “librepensadores”. Una cosa tiene que ver con la otra y ambas se potencian en lo que para Bastián es una falencia para su partido: la comunicación en tiempos de redes sociales. Habló de la política en el presente, de la gestión Frigerio, del rol de los intendentes y del grupo sub40 aunque él ya cuenta 39 años, escribió Luz Alcain.
El peronismo entrerriano es parte de la oposición, después de 20 años, y Gustavo Bastián viene remolcando a un grupo de presidentes municipales para reconstruir “una propuesta que devuelva la esperanza a los entrerrianos”.
Expresa a un grupo de intendentes de la Liga a los que se etiqueta como sub40. Son once, gobiernan municipios chicos vecinos del río Uruguay y no pretenden “tirar por la ventana a ningún viejo” aunque buscan “otra impronta” para moldear una dirigencia más vinculada a lo propositivo.
El presidente del PJ de Colón fue el único presidente municipal que salió con los tapones de punta contra la Ley Bases que sancionó el Congreso, incluyendo entre los votos el del peronista Edgardo Kueider. Entiende que para quienes están en la gestión la Ley Bases aparece como un alivio a las cuentas públicas por la inclusión del paquete fiscal que modificó el Impuesto a las Ganancias. Pero Bastián desmiente que ese alivio suceda.
En desacuerdo con la Ley Bases
–Pareciera que la Ley Bases sale, finalmente, en un intento por frenar la asfixia de las cuentas públicas a las provincias y municipios del país.–La Ley Bases es fruto de la negociación con la oposición dialoguista. Me opuse desde el primer momento porque me tomé el trabajo de leer la ley. No hay un solo artículo que beneficie al conjunto y la reforma fiscal es mucho más cruel incluso. Como intendente, como gobernador uno puede plantear que la ley nos beneficiaría por los cambios al Impuesto a las Ganancias. Pero no es así. Para San José en particular nos representa 70 millones de pesos más, anual, y por los meses que quedan del año. No tiene sentido que la población pague esto a costa de algo que ni siquiera permite volver a la gente con alguna política pública. Lo otro que es terrible es la disminución en Bienes Personales. Me llama la atención el apoyo de Rogelio Frigerio a algo que, en diciembre, enero, febrero del año que viene va a tener impacto en la provincia.
–¿Cómo viste la estrategia de la bancada del peronismo en el Congreso? ¿Qué balance se hace de la decisión de no abrir la negociación para lograr bloquear o impulsar algunos artículos en acuerdo con otras fuerzas?
–Más allá del debate en el Congreso, lo que está claro es que nuestro espacio, a nivel nacional, sufre una fuerte falta de conducción que deja margen para el libre albedrío. Si hubiera conducción, no existiría el voto de Kueider o de Camau Espínola (en apoyo a la Ley Bases). La justificación de Kueider es que el peronismo no puede poner palos en la rueda, pero esto no tiene nada que ver. No podemos avalar una ley que es la entrega del país y trae sufrimiento a la población. Dicho esto, hay que marcar que mientras tanto el DNU sigue vigente y los diputados no tuvieron las agallas para avanzar con ese debate. Y corresponde decir que Kueider votó por la derogación en el Senado del DNU por eso llama la atención que después acompañe esta Ley Bases.
Lo que Kueider dice, “ya estaba”
-¿Si hubiera habido conducción no había votos peronistas en favor de la Ley Bases?–La falta de conducción abre la puerta a los supuestos librepensadores. Acá cuando llegamos a una función de responsabilidad debiéramos responder al espacio político que trabajó y militó por un proyecto. O por lo menos, se trata de tener la decencia de sentarnos a debatir. Si los intendentes no hubiésemos convocado a una reunión virtual con el senador no conocíamos su postura. Nunca bajó y nos preguntó “che, a vos qué te parece”. Tuvimos esa reunión con Kueider. No nos adelantó su voto. Nos dio su postura respecto de qué le hubiera cambiado al proyecto.
–Kueider resaltó el decreto conseguido en un supuesto canje, respecto de las direcciones en Salto Grande. ¿Hay alguna buena noticia para Entre Ríos que no se está viendo?
–No parece. De hecho, lo que él dice que consiguió, ya estaba por negociaciones políticas. No entiendo el beneficio que vamos a tener. La energía la sigue manejando Nación.
La relación del PJ con el gobernador
–¿Cómo es la relación de los intendentes del peronismo con Rogelio Frigerio?–Tenemos un diálogo institucional. El Gobernador estuvo unos días atrás en San José, encabezando la reunión de gabinete. En ese marco dije, en la reunión con él, que necesitamos que se empiece a dar respuestas a demandas que tienen las ciudades. Recién ahora recibimos alguito, un poco de los módulos alimentarios que veníamos recibiendo hasta el 10 de diciembre de 2023. Y la demanda crece. Se pidió una ley (de Emergencia Alimentaria) que salió enseguida. Si hay algo que no hace nuestra fuerza política es trabar las cosas a Frigerio. Todo lo contrario. Pedimos respuestas para poder solucionar problemas de todos los días. El acuerdo Nación – Provincia por la obra pública, que se firmó el 20 de junio, implica que gran parte de las obras pendientes pasen a los municipios. Pero es imposible que los municipios podamos hacer frente a la obra pública en este contexto. Ese acuerdo parece más una medida para lograr un disciplinamiento político: si la provincia quiere te puede dar una mano, todo depende.
–¿Cómo se lo ve a Frigerio en la conducción del Estado provincial?
–Es un poco de lo mismo cuando Juntos fue gobierno nacional. Hay un desconocimiento del territorio de la provincia. Pero no lo digo por Rogelio, lo digo más por los funcionarios. Muchos no conocen la realidad de las localidades y eso es muy grave. A Bordet se le podían criticar un montón de cosas, pero no había un funcionario que no ande los municipios, los del oficialismo y los de la oposición. Por ahí no hay muchas respuestas en las segundas y terceras líneas del gobierno y es urgente porque hay familias que no están pudiendo poner el plato arriba de la mesa.
–¿Cuál es la situación del peronismo de Entre Ríos?
–Yo veo una gran oportunidad, dentro del desastre que tenemos, de recomponer el vínculo con las bases. Siempre digo que, si la política está lejos de la sociedad, el peronismo está mucho más lejos. Tenemos que hacer mucho y lo venimos haciendo con un grupo de intendentes. Queremos restablecer la relación con nuestros militantes para dar la discusión de cara a lo que viene y más allá de lo electoral. Tenemos que unificar un discurso. La oposición que tiene el peronismo es el gobierno de Javier Milei. Frigerio es consecuencia de eso y forma parte de eso. Lo dice abiertamente el gobernador. Nuestro proyecto político tiene que empezar a darle forma a una propuesta superadora, alternativa.
–¿Qué rol juegan los intendentes en este escenario del peronismo?
–Es un rol fundamental. Somos 36 intendentes justicialistas y son 36 los intendentes de Juntos. El resto se divide en algunos vecinalistas y otros indefinidos. Es un rol fundamental porque tenemos territorio, conocemos la realidad, estamos poniendo el cuerpo. Lo dice Gustavo Bordet siempre. Muchas de las decisiones en el peronismo van a pasar por los que estamos poniendo la cara frente a la sociedad, los que tenemos que seguir manteniendo los lugares de gestión para que nuestro espacio vuelva a ser gobierno en 2027.
“No tenemos un discurso unificado”
–Deben encontrarse con militancia peronista huérfana, después de 20 años en que el PJ controló el Estado.–Militancia huérfana políticamente, sobre todo. No tenemos un discurso unificado y los compañeros no saben cómo dar la batalla. En San José hicimos un encuentro. Discutíamos la comunicación que se requiere en estos tiempos. Si hay algo en lo que el peronismo siempre falló fue en la comunicación. No estamos dando la batalla en esas plazas virtuales. No nos atrevemos a dar la discusión en ese terreno. A eso hay que empezar a cambiarlo. Es primordial para que la gente sepa que hoy los municipios le están poniendo nafta a los móviles de la policía, le están dando plata a los hospitales, están aportando partidas de comedores escolares, estamos arreglando edificios escolares. No nos corresponde a los municipios. Y Frigerio nos convocó y nos dijo que esa función no la íbamos a cumplir más. Pero la gente tiene que saber que los municipios le estamos poniendo el cuerpo a todo eso.
–¿Quiénes son los intendentes que convocaron en San José? ¿Cómo se identifican a sí mismos?
–Somos un grupo de intendentes que vemos la necesidad de plantear algunas cosas. Vamos ahora a convocar a un segundo encuentro, vamos a ir ampliando esto y dándole voz a muchos actores que hoy están en el llano, haciendo el esfuerzo, poniendo el cuerpo. Concejales, presidentes de básicas, intendentes, presidentes de consejos departamentales del PJ.
–¿Son los intendentes nuevos?
–No sé si nuevos. Yo fui reelecto en la Intendencia. Esto no es para tirar por la ventana a ningún viejo, pero queremos darle otra impronta a todo esto. Vemos la necesidad de discutir y crear un proyecto político en serio. Porque pararnos delante de un micrófono y criticar al Gobierno de la provincia o de la Nación es re fácil. Ser oposición es re fácil. Pero tenemos que volver a generar la esperanza en la sociedad que el peronismo hace mucho tiempo dejó de generar. Hay que tener una propuesta que de las soluciones a los problemas. Hay cosas que hemos dejado de hacer por quedarnos en la rosca.
“El peronismo tiene que tener un mensaje en las redes”
–El peronismo dejó de hablarle a muchos sectores. Pareciera desconocerlos.–En este país, Milei sacó el 30% de los votos. Hay un tercio que vota según cada contexto y hay que asumir que hay un núcleo duro que es de derecha, derecha troglodita. Hay un antiperonismo importante en el país. Tenemos que poder dar algunas discusiones. No nos animamos y eso es un problema. Porque hay que hacerle entender a la gente lo que está pasando y lo que va a pasar lamentablemente. Estamos en una instancia de conectividad inédita. Hay tantos mensajes diarios que lo que hoy es importante mañana ya pasó, ya no interesó más, ya no hay más reacciones en las redes sociales. Y el peronismo no está para dar la discusión. El peronismo tiene que tener un mensaje, dar la discusión, en las redes en Tik Tok. Hay que pensar cómo generar interés en un escenario en el que, si no interesó en los dos primeros segundos, chau, te saliste de la pantalla. Hay que buscar la forma porque la gente tiene que saber, por ejemplo, que el municipio tiene que encarar una obra de 300 millones de pesos que ponía la Nación pero ahora lo tenemos que poner los vecinos, entre todos. Tiene que saber la gente que no es capricho mío sino decisión de un presidente que dijo que la gente iba a estar bien.
–¿Cómo se afronta, en este escenario, una gestión municipal como la que se planeaba, con protagonismo del Estado, con políticas públicas fuertes?
-Es muy complejo. Pero hay que volver leer a Perón. No hay que inventar nada. Sólo hay que aggiornarlo. Ahí, en Perón, está todo. Hay que hacerle entender a la sociedad. Los intendentes, implícitamente, estamos resolviendo aquel contrato de la gente con el Estado. La gente fue a votar contra el Estado y hoy reclama respuestas al municipio. Así funciona hoy. Cuando empezaron a echar a la gente de Parques Nacionales, una señora, de Ubajay compañera de toda la vida de uno de ellos, me decía “yo voté a Milei, en contra del Estado. No sabía que el Estado era mi marido que sostenía mi casa”. El Estado somos todos. Había cosas que había que mejorar pero cerrarlo no era la forma.
–¿Hacia el 2025, dónde va a estar parado el peronismo?
-No hago futurología, pero se va a dar un proceso interesante. De acá al año que viene. Se va a dar la participación de nuevos dirigentes, hombres y mujeres, nuestro espacio político tiene compañeros y compañeras que están sumamente capacitados. Los próximos que lleguen a ocupar cargos importantes surgirán de un proceso distinto. Que no nos vuelva a pasar un Kueider o algún otro que vota lo que le parece. Tenemos que retomar la discusión en el peronismo. Eso se va a ir generando con el tiempo. No dudo de que en el 2027 vamos a volver a ser gobierno.
–Hay solo un candidato lanzado para el 2025: Guillermo Michel.
–A Guillermo lo conozco. Es una gran persona, un gran cuadro político. Habrá que ir charlando. Tenemos una herramienta en el peronismo que son las PASO. La impulsamos nosotros y nunca supimos cómo usarla. Tal vez ahora, desde la oposición, será el momento de poner a debatir las diferencias de criterio y saber que entre todos le vamos a ganar al proyecto de Milei que no tengo dudas de que va a ir de la mano en un acuerdo con “Juntos por el Cambio” porque ambos se necesitan. Y se necesitan juntos.
Fuente: Luz Alcain para Página Política.