Cuarta audiencia

Causa Los Charrúas. El extraño certificado con fecha de febrero, que acreditaba avances de obras que empezaron en marzo y agosto

Imagen ilustrativa

En la cuarta jornada del debate oral y público correspondiente a la causa por presunto peculado en obras públicas de Los Charrúas, continuaron declarando testigos propuestos por el Ministerio Público Fiscal.

La causa está caratulada “LARROCCA, JULIO CESAR; DOUBÑA, ALEXANDRE EMMANUEL y SEGOVIA, RAMON JOSE S/ FALSEDAD IDEOLOGICA (Y PECULADO EN CONCURSO IDEAL)”.

El primero en comparecer este miércoles fue el contador de la Municipalidad de Los Charrúas, Marcelo Riveras. Explicó el procedimiento para ejecutar los pagos de las distintas etapas de obra, con las certificaciones como requisito indispensable.

Rivera aportó precisiones sobre los montos abonados al empresario de la construcción Ramón Segovia. En la obra de cordón cuenta, indicó que se le pagó el equivalente al 89%, siendo que, según la pericia del ingeniero Ignacio Bellino, lo construido apenas si llegó al 44% de lo contratado. Respecto de la obra de cloacas, lo pagado fue el 75%. Según las pericias, lo construido apenas el 52%.

Respondiendo preguntas de abogados de la defensa, Riveras contó que las obras fueron finalmente terminadas, previa licitación pública, el año pasado. Dicha licitación fue sólo para la compra de materiales, mientras que la mano de obra la aportó el municipio, precisó el contador. Sólo por ese concepto licitado -los materiales para la obra de cloacas sin mano de obra-, fueron necesarios más de 3 millones de pesos para construir lo que quedó sin hacerse.

Riveras también ratificó mails que fueron exhibidos en la sala, intercambiados por él con el empleado municipal Alexandre Doubña, a cargo de las certificaciones. En uno de esos correos electrónicos, de junio de 2014, Doubña le manda un borrador del primer certificado, para que revise si estaba bien confeccionado. En ese documento salta a la vista un detalle no menor: al certificado le ponen fecha de febrero, aunque ya estaban atravesando junio, lo que -según Fiscalía- es un indicador más de la “burda” falsificación de documentos.

Fiscalía preguntó a Riveras quién llevaba a cabo las gestiones de la Municipalidad ante organismos nacionales. El contador contestó que las hacían por lo general el intendente Rubén Chaparro y el asesor letrado Julio Larrocca, en razón de sus numerosos contactos y frecuentes viajes.

Otro testigo que declaró este jueves fue Rubén Rico, capataz de la obra. Precisó que la construcción de las cloacas empezó en marzo de 2014. Es decir, un mes después del que se hizo figurar en el primer certificado. Y la otra obra, la de cordón cuneta, arrancó más tarde, en agosto de aquel año, con un desfasaje aún mayor respecto de lo certificado.

Uno de los momentos más tensos de la audiencia se vivió cuando Rico desconoció haber sido invitado al concurso de precios para la ejecución de las obras, aunque en el expediente municipal figura su firma al pie de la presunta invitación. El testigo admitió que era efectivamente su rúbrica, pero dijo no recordar en qué circunstancia firmó esa hoja. Dio a entender que podría haberlo hecho a pedido de su contador personal pero sin saber lo que firmaba. Su contador no es otro que el propio Riveras, también contador del municipio.

Al pie de la presunta invitación está también la firma del exintendente Rubén Chaparro. El Fiscal José Arias preguntó a Rico si se había encontrado con él para firmar. El testigo lo negó rotundamente, aseguró que nunca estuvo en la municipalidad e insistió en que no recordaba en qué circunstancia había firmado esa hoja.

Por último, Rubén Rico ratificó la parte de la obra concluida y la parte que no se hizo, validando lo surgido de la pericia del ingeniero Bellino y de las constataciones del arquitecto municipal. Incluso ratificó que el ancho del cordón cuneta, en vez de 1 metro fue de 85 centímetros. Explicó que esta última medida era la que se había usado en cordones anteriores y que por eso le pareció razonable



Fuente: El Entre Ríos