En su estadio José María Bértora repleto, los dirigidos por Martín Pascal barrieron la serie ante River Plate 2-0, en una eliminatoria que empezó a caldearse tras la suspensión del primer punto en Buenos y el posterior fallo de la CAB que favoreció a los de Núñez con la reprogramación de aquel encuentro.

Pero el equipo de Gualeguaychú respondió en la cancha ante las adversidades y tras ganar el sábado en el Monumentalito, repitió anoche, en un partido más parejo y vibrante.

Los primeros minutos del juego fueron de absoluta paridad, con Cristián Pérez encendido en la ofensiva de Central (anotó diez de los 16 del equipo) y con un River que tuvo la premisa inicial de meter la pelota en la pintura para que trabaje el experimentado Héctor Martirena, quien se fajó de lo lindo con Benítez Gavilán y Pane, con buenos pasajes para el tanteador de su equipo.

Pero la principal vía para el goleo del conjunto millonario estuvo en el perímetro, a partir de momentos en ataque de Tomás Jurgensen y Pedro Lorusso. Ninguno de los dos conjuntos logró alejarse por más de dos posesiones y terminaron en tabla el capítulo inicial.

El segundo período arrancó igualado, en un desarrollo de mucha intensidad y juego físico, hasta que uno de los dos pudo ajustar aún más en la marca (en una noche de buenas defensas) y, a partir de ahí lastimar en ataque. Fue River que logró un mini quiebre de cuatro tantos (20-24) y Martín Pascal, el DT rojinegro, agotó su primer tiempo muerto.

Después del parate, Central Entrerriano encontró claridad en los lanzamientos externos y dos triples de Quarroz fueron suficiente para cambiar la racha y que el Rojinegro sea el que saque cuatro de luz, a partir de un parcial de 8-0.

Entonces, fue el entrenador millonario Daniel Rau quien llamó a la mesa de control y pidió minuto. La visita pudo reaccionar, pero no lo suficiente para igualar el marcador, aunque de trámite siempre fue parejo.

Central empezó encontrar respuesta en el juego interior, con Benítez Gavilán y Francisco Di Meo (ingresó muy bien desde la banca), y así comenzó a sumar desde esa faceta y el local logró sacar la máxima de siete al llegar al cierre del primer tiempo.

En el tercer cuarto, la tensión y la adrenalina fue en aumento, pero el trámite fue parejo. Si bien River arrancó mejor y pasó al frente (39-40), Central volvió a hilvanar un par de buenas ofensivas con el gran aporte desde el banco de Valentino Maruri y sobre todo de Di Meo, que tuvo una noche fantástica y aprovechó muy bien sus minutos ante la salida de Mauricio Pane por una contractura.

También fue el importante el oficio de Carlos Benítez Gavilán en la pintura y, con una acción de dos y uno del capitán, el Rojinegro llegó al último cuarto con una ventaja de dos dígitos, es decir la máxima hasta ahí.

En los diez minutos finales, River arremetió y con un parcial de 7-0 se puso rápidamente en partido, sin embargo, para las ilusiones del Millonario un triple de frente de Benítez Gavilán cortó la sequía del local y lo llenó de confianza.

Porque el equipo de Martín Pascal, si bien nunca baja la intensidad en defensa, ajustó la marca sobre Martirena (la principal carta ofensiva que mostró la visita en la noche) y River mermó en ofensiva, a tal punto que empezó a errar canastas fáciles, aunque no se dio vencido fácilmente.

Central quebró el partido a falta poco más de un minuto con un triple del capitán y luego, tiempo muerto mediante, River tiró con desesperación y el local lo terminó de ajusticiar con una soberbia actuación ofensiva de Di Meo, quien se erigió como la figura con 20 puntos y 7 rebotes y el segundo máximo anotador del equipo detrás de Benítez Gavilán (25).

El equipo de Gualeguaychú se metió entre los ocho mejores equipos de la temporada y quedó a dos series en busca del ascenso. En semifinales enfrentará a El Talar, en una eliminatoria al mejor de tres juegos y que comenzaría el jueves en el Bértora y luego se trasladará a Capital Federal para el segundo e hipotético tercer juego.

Síntesis