Un proyecto de ley ingresado en la Cámara de Diputados de Entre Ríos crea el "Programa Provincial de detección temprana y abordaje integral de la tartamudez o disfemia", con el objetivo de promover el bienestar y la inclusión social de las personas con esta condición, "disminuir su severidad y mejorar la calidad comunicativa de las personas con su entorno".
El proyecto de ley fue presentado por el diputado Sergio Castrillón y recién se encuentra en Mesa de Entradas de la Cámara, a la que aún no ingresó en sesión, de donde será derivada a las comisiones para su estudio.
Las funciones del Programa serán, entre otras: contener y acompañar a las personas con tartamudez y a su grupo familiar; fomentar su inclusión social; difundir y capacitar en estrategias para optimizar la detección temprana; promover la creación de consultorios especializados para el tratamiento gratuito en los hospitales públicos de la provincia; concientizar y sensibilizar a la población sobre la tartamudez o disfluencia.
La autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud de la Provincia, que deberá llevar un registro de casos de tartamudez o disfluencia en pacientes, en coordinación con las autoridades competentes de los departamentos y "establecer un sistema de información adecuado".
El Ministerio también tendrá que promover guías de práctica, fomentar las investigaciones sobre la tartamudez y realizar campañas de difusión, entre otras responsabilidades.
Para ello, Salud deberá coordinar con el Consejo General de Educación "políticas de promoción de la igualdad educativa que tengan por objeto la inclusión de los niños, niñas y adolescentes con tartamudez o disfluencia".
En particular, tendrán que promover herramientas y capacitación a escuelas y los equipos docentes y de supervisión y elaborar "alternativas de evaluación compatibles con la dignidad de los niños y adolescentes con tartamudez".
El proyecto ordena que los alumnos con tartamudez deberán prestar su consentimiento para expresarse en forma oral al ser evaluados.
Entre los fundamentos, el proyecto recuerda que la tartamudez suele aparecer en la infancia, habitualmente entre los dos y cuatro años, cuando el niño comienza a combinar varias palabras formando las primeras frases.
"La consulta temprana es indispensable para el diagnóstico oportuno del proceso evolutivo en la adquisición del habla", advierte el texto. Y añade que la disfluencia es cíclica y puede aparecer y reaparecer en distintas etapas de la vida.
La disfemia "inicial" puede aparecer en torno a los 2 a 4 años, asociada a la dificultad de articular el lenguaje propia de esta edad, mientras que la "episódica" se origina a partir de los cinco años.
Fuente: UNO Entre Ríos