Un año pasó del fallecimiento del presbítero Juan Esteban Rougier, cuando el 16 de junio de 2020 su vida terminó de apagarse tras un sueño profundo que se extendió por varios meses, luego de 92 años de incansable labor sacerdotal, institucional y social.
Su último adiós se vio limitado en ese momento por las restricciones vigentes ante la pandemia de Covid-19, aunque nadie que lo haya conocido pudo seguir adelante sin más. Quienes habían sido bautizados, comulgados por primera vez, confirmados y hasta casados por él, a lo largo de sus casi 70 años de actividad religiosa.
O quienes habían tenido posibilidad de tratarlo y compartir -en la circunstancia que fuere- tan solo un momento, leer sus libros o ser alumnos del colegio religioso elisense. Sin olvidar, quienes alguna vez fueron consultados por él acerca de su apellido o “¿hijo de quién?”, interesado de inmediato en conocer su árbol genealógico.
Ahora, llegó el momento de los homenajes póstumos para Juan Esteban, aunque en vida pudo gozar de un reconocimiento institucional y popular que trascendió ampliamente a la Iglesia Católica, como así también a su Villa Elisa natal para ampliarse a Colón ciudad y todo lo que otrora fuera la Colonia San José, cuna de la colonización entrerriana.
Bajo ese marco de reconocimiento y homenaje, el Museo Regional “El Porvenir” de Villa Elisa recibió formalmente en esta fecha, una serie de elementos que pertenecieron al excura párroco local: diapositivas de sus recordados viajes a Europa, el borrador de un libro inédito sobre el centenario de Villa Elisa que merecería ser editado, su máquina de escribir y varios libros -algunos en idioma latín, otros de literatura clásica o religión- que formaban parte de su biblioteca personal, entre otros objetos que quedaron registrados en un acta y serán inventariados antes de su exhibición:
. 1 máquina de escribir (funcionando y en perfecto estado de conservación);
. 9 cajas de varios tamaños con diapositivas de Europa (viajes realizados por el presbítero Rougier y de construcciones europeas cuyas tomas -la mayoría de ellas- fueron realizadas por los hermanos Carrón);
. 1 borrador inédito en referencia al centenario de Villa Elisa (que cuenta el antes, durante y el después);
. 1 libro Nouvel Armorial Valaisan - Neues Walliser Wappenbuch;
. 1 ejemplar “Don Quijote de la Mancha” - Edición numerada 02412 ab, con grabados de editorial Océano;
. 3 tomos de libros Summa Theologiae Moralis;
. 6 tomos (colección incompleta) de Julián Marías;
. 1 saco sobretodo (cruzado, largo, de color negro) que perteneció al presbítero Rougier, utilizado en ocasiones especiales;
. 1 cuadro con pergamino en reconocimiento al padre Juan Esteban en sus 30 años de su ordenamiento sacerdotal;
. Placas recordatorias / reconocimientos;
. Pasaporte de Juan Esteban Rougier;
. 1 cuadro obsequiado por el Círculo Católico de Obreros;
. 1 cuadro de madera con foto de Rougier.
Todos “tesoros” que hicieron llegar para su preservación al museo elisense, tanto sus familiares directos como el profesor Alejandro González Pavón, joven historiador con quien el padre Rougier entabló una profunda relación de amistad y compañerismo, desde su traslado a Colón hasta los últimos tiempos de vida.
Previo a ese acto de entrega, hubo una ceremonia en el cementerio municipal donde descansan los restos de Juan Esteban -junto a los de otros sacerdotes locales-, colocándose una ofrenda floral y descubriéndose una placa que posteriormente fue bendecida, en homenaje a su enorme legado.
Fuente: El Entre Ríos