Por Alejo Maxit (*)
En Entre Ríos la historia se repite. Parece como si siempre nos pasaran la misma película. Una vez más, somos rehenes de la inacción de las autoridades ante la crecida del río Uruguay.
Estamos viviendo una emergencia y, como toda emergencia, debería empujar a la provincia a hacer foco donde corresponde. Sin embargo, miran hacia otro lado, como si nada pasara, y responsabilizan al gobierno nacional.
No nos olvidemos que fue el propio gobierno nacional quien le solicitó a la provincia de Entre Ríos que adjudique viviendas sociales para resolver el problema de las inundaciones, y que para eso armó un sistema de adjudicación de beneficios objetivo, público y transparente. Sin embargo, la provincia nunca lo ejecutó.
Seguimos viendo más de lo mismo: que el Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda (IAPV) usa los planes nacionales de vivienda como moneda de cambio en negociaciones gremiales o conflictos particulares. Y que la gente que más ayuda necesita termina siendo rehén de agrupaciones para poder vivir mejor, si es que les llega algo.
Entonces, ¿por qué intentan distraernos con falsas acusaciones en vez de resolver el problema? La gente la está pasando mal. Me consta porque, recientemente, recorrí la provincia y hablé con muchos damnificados. El agua entró a sus casas, a sus habitaciones, a sus cocinas. El agua les llevó todo. Otra vez.
Resolver el problema de las viviendas es una prioridad para Entre Ríos, que está repleta de asentamientos precarios en zonas inundables. Esto no es algo que descubrimos hoy. Forma parte de una realidad que vemos cada vez que llueve. De una realidad que nos acecha y que empezó cuando los gobiernos anteriores optaron por cruzarse de brazos en vez de hacer algo.
Tampoco hacen nada quienes gobiernan hoy, pese a que Entre Ríos actualmente recibe nueve de cada cien pesos del dinero que el Gobierno nacional transfiere ?a las provincias para construir viviendas. Sólo es superada por la provincia de Buenos Aires, que recibe doce de cada cien. ¿Qué significa esto? Que durante los últimos tres años Entre Ríos recibió $2.836 millones ($1.071 millones en 2016; $887 millones en 2017 y $878 millones en 2018).
Entre Ríos también recibió $521 millones para la construcción de Viviendas, Módulos Habitacionales y Mejoramientos para situaciones de emergencia, y aún le resta recibir para dicho fin $324 millones, lo que hace un total $845 millones, lo que arroja un total de 870 viviendas y 171 obras de mejoramientos. En cuanto al FONAVI, la provincia recibió 1544 millones entre 2016 y 2018.
La contundencia de esas cifras y los intentos del gobierno provincial por ocultarlos, nos confirma que tenemos un gobierno provincial más preocupado por continuar en el poder que por solucionar los problemas. En medio de esta emergencia, las autoridades siguen llevando adelante una elección que a Entre Ríos le costará más de 500 millones.
El desdoblamiento electoral que pretende el gobernador Gustavo Bordet, y que financiarán los entrerrianos, es una necesidad que lo beneficia a él y a sus ministros, pero no a la gente. Si la vida es una toma de decisiones constante, uno es todo eso que elige: lo que piensa, lo que hace y también lo que deja de hacer.
Es hora de que el gobierno provincial resigne su aspiración electoral para ayudar a los afectados. De eso se trata la política, de trabajar para la gente. Ese es el cambio que los entrerrianos estamos esperando.
(*) Es entrerriano y actualmente se desempeña como Secretario General de ANSES.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa).