Previo al inicio de la ceremonia, el intendente Mariano Rebord destacó la actitud del productor Adrián Venagli. Los artistas saben mucho más que nosotros lo que es reabrir un teatro que emotivamente está en nuestra historia, dijo.
La Secretaria de Turismo también habló con los medios. Un día maravilloso; no llovió a pesar de las amenazas. Estuvimos toda la tarde con la transmisión de LT8 para Rosario y Córdoba. Doblemente felices por la inauguración del teatro y pronto del nuevo casino. Además el 20 de diciembre se viene un evento con la presentación de la temporada del Teatro Gran Colón; las perspectivas de la temporada son muy buenas, dijo Silvia Vallory.
Respecto a las reservas para enero, la funcionaria dijo que Colón viene muy bien. El porcentaje de consultas por alojamientos es muy alto, y la gente ya empieza a venir para las Fiestas.
A la vez adelantó mejoras en la iluminación y la seguridad en la zona de balnearios, para evitar complicaciones por la concentración de jóvenes durante la noche, como en temporadas anteriores.
Karin Cohen, conductora del evento, se mostró entusiasmada en dialogo con los periodistas locales. Esto es historia, las generaciones actuales van a recordar el día de hoy, así como todos miramos esa foto de cuando se inauguró este lugar. Cuando leía la historia yo pensaba: los mayores van a estar tan emocionados, y los jóvenes van a conocer un nuevo lugar para expresarse.
Luego del corte de cintas, el senador Oscar Arlettaz aportó su reflexión para los lectores de El Entre Ríos. Es una alegría enorme. Esto que nos pasa es la magia que tiene Colón, que muchas veces los colonenses no somos conscientes de eso y vemos la parte mala. Colón tiene algo muy especial que hace que gente como Facundo Arana y el empresario Venagli vengan a poner aquí todo lo que están poniendo para que nosotros tengamos teatro. Yo estoy feliz.
El honor más grande que podés tener en esta profesión
A minutos de protagonizar la primera obra en esta nueva etapa del Teatro Centenario, el actor Facundo Arana -padrino de la reapertura- habló con El Entre Ríos, y puso una definición a lo que para él significa su participación en tamaño acontecimiento. El honor más grande que podés tener en la profesión. Adrián me llamó y me contó lo que estaba haciendo en Colón, y ya vas a darte cuenta cuando veas la obra que tiene mucho que ver, comenzó diciendo.
A un teatro podés hacerle muchas cosas, pero no podés tirarlo abajo, porque a un teatro cuando se lo construye es ley que siga siendo teatro, lo podés remodelar pero no podés construir un shopping. Dice García Lorca en uno de sus textos: un pueblo que no cuida su teatro si no está muerto está moribundo.
Hoy hay un montón de gente de teatro de Buenos Aires que vino para ser parte y van a ser los acomodadores ¿Sabés cuánto cobraron por venir? Cero ¿Sabés cuánto sale un tanque de nafta de Buenos Aires hasta acá? No cobraron nada. Son pintores, albañiles, amas de casa; estudiantes de teatro.
Finalmente el protagonista de Farsantes adelantó que lo que la gente va a ver hoy son espectáculos a la gorra, para que el teatro pueda empezar a girar, pueda tener su bolsa para empezar a invitar a los artistas.
A sala llena
El Presidente Municipal de Colón, Mariano Rebord, el productor Adrián Venagli, el actor Facundo Arana, el Senador Oscar Arlettaz y el Director de Cultura, Francisco Rodríguez, realizaron el correspondiente corte de cinta y posteriormente el descubrimiento de las placas, dejando reinaugurado el Teatro Centenario.
El evento fue cubierto por medios nacionales, como Clarín, TN, Paparazzi y Pronto.
El Teatro estuvo a sala llena. Las 300 localidades agotadas, más las 300 sillas que se dispuso en la calle, donde además se acercaron cientos y cientos de vecinos con sillones para poder observar lo que pasaba en el interior del Centenario.
Colón, tenemos teatro, fueron las palabras de Adrián Venagli quien se ganó el reconocimiento de la gente a través de un aplauso cerrado. El productor, empresario y actor agradeció a quienes lo acompañaron en este camino y en especial a quien estuvo conmigo desde el primer día: Francisco Rodríguez, el Secretario de Cultura. Rodríguez, visiblemente emocionado, fue invitado a subir al escenario. También hubo agradecimiento para el intendente Mariano Rebord.
¿Por qué Facundo Arana?, me preguntaban algunos, dijo Venagli en relación a la elección del padrinazgo. Porque es el único que puede sentir esto de corazón, respondió.
Entonces el reconocido actor hizo su aparición y en medio de una ovación golpeó las tablas con la palma de su mano, presa de una satisfacción imposible de ocultar.
Esto es puro teatro; qué orgulloso debe tener cada uno de los que vino acá. Si la apertura de un teatro es una fiesta, la reapertura es un renacimiento, concluyó.
Luego fueron convocados al escenario el Jefe de Gobierno y la señora Julia Inkier, dueña del teatro, quien dijo que Adrián nos está demostrando que no nos equivocamos.
A medida que el Centenario calentaba motores, el pianista Gervasio Ledesma llevaba música a través del piano y la pareja de baile conformada por Ariel Lezcano y Valentina Garnier, demostraron sus movimientos del 2x4 en el escenario. También fueron de la partida Hernán Paz con su música, la escuela de circo y los coros municipales de niños y adultos.
La función más importante de mi vida
¿Cuál es el lugar que ocupa el arte en el mundo? En torno a ese planteo gira el argumento de En el Aire, unipersonal ganador del premio Estrella de Mar, protagonizado por Facundo Arana, y escrito y dirigido por Manuel González Gil.
Marcos conduce hace 11 años un programa de radio con el que recorre el país buscando historias que merezcan ser contadas. Es así que junto a Pulpo, su operador, llegan a la localidad de Las Piedras, a 200 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, donde el teatro del pueblo está por ser demolido para construir allí una playa de estacionamiento.
Con una actuación excelente de Facundo Arana -quien logra a su vez desdoblarse en varios personajes- la obra plantea un interesante juego con los oyentes y a la vez con la platea- en el que se habla del valor de la cultura en los pueblos, de la importancia de la familia, de los sentimientos y de las historias de vida que perduran y jamás deben ser destruidas.
La convocatoria que el conductor realiza a través de la radio sensibiliza y pone de pie a los vecinos que -a puro corazón- logran revertir la drástica medida.
Sobre el cierre de una noche memorable, volvió el golpeteo sobre el escenario. Las tablas volvieron a resonar. Esta vez Arana tuvo la compañía de Adrián Venagli y Mariano Rebord. Por efecto contagio se sumaron Karin Cohen y algunos vecinos. Y como si un poder extraño se hubiera apoderado del lugar, de la unión de tantas manos bajo un mismo espíritu, surgió una maravillosa melodía, imposible de explicar a quien no ama el teatro. Algo así como un bautismo; una clara señal de que las tablas nunca deben dejar de sonar.
Entonces hubo lágrimas en medio de las risas, y Facundo Arana dijo que sin dudas esta fue la mejor función de mi vida.
El Teatro Centenario de Colón recobró vida; comenzó a escribir la segunda parte de su historia, es lo que se escribirá en los anales de la ciudad, cuando se recuerde el 8 de diciembre de 2013.
Será un orgullo saber que hemos formado parte de aquella fotografía. Fue un enorme regalo haber estado ahí.
De aquel 25 de mayo a este 8 de diciembre
La inconfundible voz de Karin Cohen puso sentimiento a la primera parte de la historia del Teatro Centenario que merecía ser recordada:
La ciudad de Colón de aquel 1925, era otra, portuaria, donde el río Uruguay era la principal vía de comunicación. Los productos de esta región pujante se embarcaban en Colón y se trasladaban a Buenos Aires principalmente, en esos barcos que mirábamos desde la orilla, surcando nuestro querido río Uruguay.
Esa noche del 25 de Mayo el Teatro Centenario abrió sus puertas a través de sus iniciales propietarios, Luís González y sus hermanas Joaquina, María, Isolina y Rosita, quienes decidieron darle a la ciudad un perfil cultural a la ciudad que crecía con el vapor de los barcos, sin olvidarse de la proyección social.
Los asistentes quedaron inmortalizados con una fotografía que hoy se emplaza en el Hall Central, al lado de las placas.
Nuevamente como en 1925 cientos de personas de la ciudad quedaron retratadas a través de una fotografía, con la misma alegría que hace 88 años y con la magia que siempre despierta el teatro.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)