Hace algunos meses, una encuesta realizada por la firma estadounidense Morning Consult arrojó que el 54% de los jóvenes sueña con convertirse en influencer. Y no es casualidad. El boom de las redes sociales cambió las perspectivas que tienen los jóvenes frente a los trabajos tradicionales. Los Millenials (aquellos que nacieron entre 1982 y 1994) y la Generación Z (los que lo hicieron entre 1995 y 2005) buscan ocupaciones laborales que sean digitales, flexibles y creativas, que les permitan moverse contantemente. Ser creador de contenido o influencer, entonces, se convirtió en una alternativa más que interesante.
Y justamente eso pensó Tomás Oviedo, un entrerriano de apenas 22 años que ya fue youtuber (junto al team de Yao Cabrera) e influencer (con 105 mil seguidores en Instagram). Aunque ahora dio un salto más en su carrera digital al fundar su propia agencia, que ya tiene cuatro sucursales y una gran cantidad de jóvenes trabajando para él.
Oviedo vivió un año en México, tuvo la oportunidad de trabajar con artistas como L-Gante y, al contar su historia, revela cómo es ser uno de esos jóvenes que tienen el trabajo más buscado por sus pares.
"Mi faceta de influencer nació hace ocho años, utilizando redes como Facebook. Así empecé a crecer en seguidores sólo por ser popular en mi ciudad, Paraná. Aprovechando esos seguidores empecé a grabar videos para YouTube, como los del estilo de bromas, beso o cachetada y 24 horas, y poco a poco me fui haciendo conocido", recuerda.
Y agrega: "De esa forma nació mi faceta de influencer y de a poco empecé a darme cuenta de que las cuentan crecían".
Luego de un tiempo junto con el team de Yao Cabrera (“Es mi amigo, con él aprendí mucho", dice), por cuestiones personales emigró a México. “Ahí hice buenas relaciones, abrí mi mente, adquirí nuevos conocimientos, hice muchas conexiones”, revela.
Ahí, también, se dio cuenta de que podía vivir de lo que ganaba como influencer. “Básicamente por publicidades con marcas, canjes y demás colaboraciones”, comenta.
Pero, claro, Oviedo quería más y lo logró al dar el salto de fundar Shark Company, su empresa de marketing digital. ¿Qué hace? Su trabajo consiste en armar la imagen de una marca o figura pública y potenciarla mediante campañas publicitarias y diferentes estrategias de marketing.
"Es bueno saber reinventarse. Creo que los negocios digitales van a revolucionar el mundo, pero siempre hay que saber adaptarse. Hay que actualizarse y mejorar, aprendiendo conocimientos. Mi empresa nació en base a mi grupo de amigos más cercanos y personas que estuvieron en este ambiente previamente. Siempre me gustaron los tiburones y de ahí el nombre que elegí. Empezamos trabajando en un departamento de dos por dos, que era incómodo y casi no entrábamos, pero pudimos desarrollarnos", admite.
-¿Y cuál es la mayor satisfacción que te dio este trabajo?
-La mayor satisfacción que me dio fue poder tener la libertad financiera de poder decir 'voy a comprar esto' o 'voy a hacer esto sin importar el precio', también destaco que pude comprarme el auto que me gustaba pero esto apenas comienza y siempre sigo, que hay que ir por más, conformarse no está en mis planes.
-¿Qué consejo les darías a quienes sueñan con ser influencer? ¿Cómo creés que se puede marcar la diferencia?
-Mi consejo para la gente que quiere empezar en este mundo es ser constante, probar cosas nuevas, variar, subir contenido todos los días, consumir contenido a diario, innovar, crear nuevas ideas, estrategias, no dejarse llevar por los haters... Siempre va a haber gente que te critique por todo, pero no hay que desmotivarse ni darle importancia a eso, sino a tu imagen o a lo que quieras lograr.
-¿Cuáles sería los mejores tips para ser influencer?
-Subir constantemente contenido a las historias temporales, que la foto de perfil tenga buena calidad, que haya una sencilla y prolija descripción del perfil, darle importancia a las historias destacadas, no abusar de los hashtag (#) y no perder el tiempo con personas que critican todo.
-¿Cualquiera puede ser un influencer?
Todos pueden llegar a ser un influencer. Es clave la originalidad, el carisma, presentar cosas nuevas, enseñar o tener algo que no todos tengan. Con imaginación, actitud y perseverancia todo se puede lograr.
Fuente: Clarín