Después de que la familia Etchevehere cediera el control del centenario El Diario, de Paraná, se han ido sucediendo los grupos económicos en el control de un medio de comunicación que supo ser clave en la provincia.
La última novedad que trascendió al inicio de este mes de noviembre es la salida del rosarino Ramiro Nieto, que supo estar ligado al negocio de las transmisiones de fútbol por TV durante el kirchnerismo. Nieto transfirió su paquete accionario a otro rosarino, Gustavo Scaglione, que en 2019 se quedó con el decano de la prensa argentina, La Capital, de Rosario, y que también controla los diarios Uno, de Santa Fe, y Uno de Entre Ríos.
De ese modo, se esfuma la alianza que mantuvo El Diario con El Litoral, de Santa Fe, timoneado por el empresario Nahuel Caputto.
Ahora, Scaglione se quedaría con el 60% de El Diario, y Nieto queda con un 5% restante de toda su participación. La familia Etchevehere seguiría teniendo en sus manos el 33% que no le permite tener ni voz ni voto en la línea editorial.
Concurso preventivo
El cambio de manos se da en el marco de un complejo concurso preventivo con riesgo de quiebra. En 2018 El Diario se desprendió de 70 trabajadores sin pagarles la indemnización de ley, y el pleito se dirime ahora en el despacho del juez Civil y Comercial Ángel Moia.Luis Félix Zahorí Etchevehere murió el 6 de septiembre de 2009. Fue el último director de El Diario que llevó el apellido Etchevehere. Menos de un año después, el 25 de agosto de 2010, se produjo lo que muchos temían: la venta de la mayoría accionaria del tradicional matutino entrerriano a Nea Capital Creativo SA, que pasó a controlar el 66% de las acciones en Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), la sociedad editora de El Diario.
A la cabeza de ese nuevo grupo empresarial estaba el santafesino Walter Grenón, dueño de Red Mutual, que tomaría las riendas tambaleantes del negocio editorial sólo por dos años. En 2012 ingresa como cabeza del grupo Nea Capital Creativo el rosarino Ramiro Nieto que, en teoría, todavía mantiene en su poder el 66% de las acciones, en tanto que el resto está en poder de Leonor María Magdalena Barbero Marcial y sus hijos, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere.
Cuando los Etchevehere vendieron
“Los Etchevehere, que fueron dueños absolutos de El Diario desde 1946 e integrantes de la sociedad desde la fundación del medio, en 1914, ya no solo habían perdido injerencia en lo que se publicaba sino que además al frente de la empresa, con Redacción incluida, estaban sus enemigos políticos”, cuenta el periodista y escritor Jorge Riani en El imperio del Quijote. Y agrega: “Menos de un año después del fallecimiento de Zahorí Etchevehere, sus hermanos (Ivar y Arturo Roosvelt) pusieron a la venta el 66% de las acciones de la empresa editora. Raucho (Ivar) quería vender desde la muerte de su padre (Arturo Julio), en 1994, pero Arturito (Arturo Roosvelt) parecía frenarse en la decisión mientras Zahorí estuviera vivo”.Desde aquella transferencia accionaria que ocurrió en 2010, cuenta Riani, “la injerencia de Etchevehere en El Diario, quedó reducida a nada”. Y cuenta una crónica que el mismo medio publicó en 2013 cuando se daba el feroz enfrentamiento entre el gobierno kirchnerista y los ruralistas. Una movilización a Casa de Gobierno de productores que terminó con varios policías golpeados tuvo una crónica en estos términos en El Diario: “En el grupo de violentos pudo verse a Alfredo de Ángeli y Alfredo Bel, de Federación Agraria Argentina (FAA), Edelmiro Oertlin, de Fedeco, y Luis Miguel Etchevehere, entre otros dirigentes”.
Con la venta, cambió abruptamente la línea editorial y hasta la tradicional familia Etchevehere quedó bajo los dardos que enviaban desde la administración del gobierno de Sergio Urribarri, cuyo ministro de Cultura, Pedro Báez, pasó a monitorear todo lo que se publicaba.
Pero la llegada de Grenón a El Diario fue provechosa en términos financieros para la familia Etchevehere: en 2010 empezó un proceso de vaciamiento de SAER que está reflejada en una causa judicial, que inició en 2011 Dolores Etchevehere, la díscola miembro de la familia, pero que se amplió con el trabajo del Ministerio Público Fiscal en Tribunales.
Fuente: Entre Ríos Ahora.