A fines de una década del ’90 que lo vio protagonizar varias definiciones en distintas categorías del ascenso del interior, Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay escribió en 1998 una de las páginas más gloriosas de su historia de la mano de Carlos Roldán en la dirección técnica y figuras como Roberto Fito González, Héctor Noni Alba, Jorge Nono Díaz, Hernán Orcellet, Gustavo Buena y Jorge Herrera, entre otros.
El 12 de julio de ese año se disputó la última fecha en los dos grupos de la Zona Campeonato del Torneo Argentino A, de los cuales quienes finalizaban en primer lugar ascendían directamente al Nacional B. La Zona 2 tuvo a Juventud Antoniana de Salta como dominador definiendo con anticipación uno de los ascensos.
Pero la Zona 1 llegó a la jornada final con un final incierto y tres equipos con chances. En Paraná debían medirse Patronato (11 puntos) y el líder Villa Mitre de Bahía Blanca (13), en tanto que Gimnasia (12) visitaba al otro bahiense, Liniers (6), que no tenía chances al igual que Barraca de Paso de Los Libres (5), ambos provenientes del Argentino B de esa misma temporada.
El Mensana cumplió con su parte y derrotó 2-1 a Liniers con dos tantos de un juvenil Cristian Saboredo, y terminó festejando el ascenso por el empate 1-1 en el estadio Grella. Ese fue su segundo y último regreso al Nacional B, del que había descendido en 1997, y donde permaneció hasta 2004.
Pasaron 25 años y el Lobo vuelve a tener enfrente a Liniers, ésta vez con la misión de defender su plaza en la categoría y no dejar de competir regularmente después de casi tres décadas, ya que el descenso implicaría abocarse solamente a la liga hasta el próximo Regional Amateur 2024/2025.
Fuente: El Entre Ríos