No todas son críticas hacia Gisela Schumacher, la vocal del Superior Tribunal de Justicia que cambió de parecer y terminó habilitando el camino hacia la Corte Suprema de Justicia al exgobernador Sergio Urribarri y al exministro Pedro Báez.
Un hombre de la política, exlegislador nacional, excandidato a gobernador (fue derrotado por Sergio Montiel en 1999) y hasta ayer nomás Delegado Argentino ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, no dudó en pronunciarse en apoyo de la posición asumida por la jueza.
Héctor Maya –de él se trata- tituló una nota de opinión con la expresión “todos debemos tener justicia”. En el escrito postula que “es mucho más digno y justo el voto de Gisela Schumacher, que revisó su anterior, que los que negaron a un exgobernador, hombre de la política, el derecho de encontrar sentencia final en extraña jurisdicción como la Suprema Corte. Negar esa apelación es lesiva del derecho y de la honorabilidad de quien fue votado por el pueblo”.
A la hora de fundamentar su mirada, Maya da a entender que los jueces entrerrianos no pueden ser imparciales ante los políticos como Urribarri, y por eso conviene que busquen justicia en “extraña jurisdicción”. “Respecto de Urribarri, como de otros políticos en circunstancias similares, no hay neutralidad posible o es extremadamente difícil y ello alcanza a la justicia, a la que le resulta un esfuerzo alejarse de esa realidad”, postula Maya.
Maya, textual:
Todos debemos tener justiciaQuiero destacar que no se trata aquí de opinar sobre la cuestión de fondo del expediente de la causa por la condena a prisión de Sergio Urribarri, sino de la cuestión de fondo del derecho y de la adecuada administración de Justicia. También quiero buscar objetividad y señalar que no ocupe cargo alguno en los 8 años de la administración referida y más aun debí sortear algunos inconvenientes políticos de dominio público que no viene al caso mencionar, porque son casi siempre consecuencia de las disputas políticas nuestras. Igual, soy peronista sin beneficio de inventario, cuestión que ratifico.
Lo que aquí viene a mi discrepancia sobre lo que se ha venido opinando respecto de lo resuelto por la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia es que, sin perjuicio de que un juez cambie su voto o sentencie a favor o en contra, en circunstancias idénticas, debemos buscar el derecho a que todos tengamos justicia y a veces para lograrla, hay que alejarse del terreno donde existieron pasiones y discrepancias, como naturalmente surge respecto de una persona que ejerció el poder máximo de la provincia durante 8 años.
Respecto de Urribarri, como de otros políticos en circunstancias similares, no hay neutralidad posible o es extremadamente difícil y ello alcanza a la justicia, a la que le resulta un esfuerzo alejarse de esa realidad. Por si eso fuere poco, muchos jueces o fiscales designados por el peronismo, o algunos, pierden objetividad y por temor no hacen justicia, porque así lavan su pasado condenando peronistas.
Nadie se mete en estos temas, pero como estoy viejo y lucido gracias a Dios y busco una mejor provincia sin desocupados, sin pobreza y fundamentalmente con justicia, hago publica mi opinión. Digo lo que pienso y duermo tranquilo con mi conciencia.
Aquí se trata de darle a un político de protagonismo intenso, como a cualquier justiciable, la oportunidad de alejarse de las posibles pasiones y buscar una instancia de mayor objetividad, concurriendo a extraña jurisdicción como la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que diga y sentencie sobre su culpa o inocencia.
Es mucho más digno y justo el voto de Gisela Schumacher, que revisó su anterior, que los que negaron a un exgobernador, hombre de la política, el derecho de encontrar sentencia final en extraña jurisdicción como la Suprema Corte. Negar esa apelación en lesiva del derecho y de la honorabilidad de quien fue votado por el pueblo.
Sé que muchos me criticaran y la mayoría no se meterá, casi diría algunos debiendo hablar huyen, pero ambiciono con estas sinceras argumentaciones, quizás cumplo mi objetivo. La Justicia es para todos, no para los más vinculados o privilegiados y debemos hacer esfuerzos para que Entre Ríos vuelva a esa situación.