El ex vicegobernador y dos veces intendente de Concepción del Uruguay aceptó encabezar la Delegación Argentina en el organismo binacional, aunque lo había desestimado ante periodistas. “Uruguay no puede perder más espacios”, argumentan en su entorno para explicar la decisión. Lauritto ya elevó los papeles a Cancillería y sólo se espera la formal designación.
José Eduardo Lauritto será quien encabece la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), el organismo binacional tan codiciado por dirigentes intermedios de todas las fuerzas políticas.
El hombre que fue el jefe municipal hasta hace un mes ya elevó los papeles a Cancillería y solo se espera la formal designación para que suceda en el puesto a otro urugayense, el doctor Mauro Vazón. Aún no se sabe quiénes serán los demás delegados argentinos, pero se menciona entre los nombres que maneja Felipe Solá a Rodolfo Ojea Quintana, quien ya integró el organismo entre 2010 y 2015.
¿Por qué cambió?
En los últimos días de diciembre el ex intendente uruguayense, ex vicegobernador, ex ministro y ex legislador había sido consultado por periodistas acerca de esa posibilidad y su respuesta fue una negativa. Menos de un mes después, al menos tres fuentes diferentes revelaron que Lauritto decidió aceptar la designación. Antes de eso, se reunió con el gobernador Gustavo Bordet, quien le insistió en la necesidad de que ocupara ese lugar.
Según pudo saber este medio, Lauritto viajó con el intendente Martín Oliva a reunirse con Bordet, aunque entraron por separado. El mandatario entrerriano ya tenía información sobre los nombres alternativos que el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, tiene en carpeta. Uno de ellos es Rodolfo Ojea Quintana, quien ya había sido delegado hasta 2015, y que se radicó en Gualeguay hace poco tiempo.
A lo largo de 2019 Lauritto repitió en varias entrevistas que pensaba "seguir haciendo política, de eso no hay ninguna duda”, porque “hay mucho por hacer". Pero los rumores sobre su desembarco en la CARU, que circulan desde hace por lo menos un mes, no eran de su agrado. En diciembre, en la cena de la asociación que nuclea a periodistas del departamento, cuando se le preguntó concretamente si aceptaría incorporarse a la delegación argentina en ese organismo: “Ni en pedo”, dijo sin eufemismo alguno el ex vicegobernador.
El argumento que se esgrime para explicar el cambio en la decisión es el mismo que se le escucha desde hace años al dirigente más importante del peronismo uruguayense en el siglo XXI: “Uruguay no puede perder más espacios”. El propio Lauritto dijo a diferentes voceros de su entorno que quería que quede claro para todo el mundo que si aceptaba no era por una decisión personal sino “por el bien de mi ciudad”. En cercanía de su sucesor también hicieron saber a este cronista que la aceptación de Lauritto "fue un pedido del intendente Oliva".
Fuente: El Miércoles Digital.