Dirigentes radicales han recibido el llamado del ex ministro de Agroindustria de Macri. Sondea la posibilidad de armar una alternativa electoral dentro de “Juntos por el Cambio”. El discurso es, según escribió Pablo Bizai, que Frigerio busca refundar el peronismo en Entre Ríos y que la UCR no puede resultarle funcional.
A continuación, El Entre Ríos reproduce el texto publicado en el sitio “Página Política”:
Luis Miguel Etchevehere no quiere quedar afuera del actual proceso electoral. En estos días sorprendió a dirigentes radicales con una propuesta audaz: armar una alternativa dentro de “Juntos por el Cambio” que enfrente a Rogelio Frigerio en las PASO.
Discurso antiperonista
El exministro de Agroindustria de Maurico Macri no quiere dejarle el camino libre a quien ha sido en estos años el principal referente de Cambiemos en Entre Ríos. Todos suponen que Etchevehere se mueve por pedido del expresidente Mauricio Macri, actualmente enfrentado con quien fuera su ministro del Interior.En sintonía con las denuncias que ha hecho Elisa Carrió, Etchevehere busca llegar a sectores más conservadores de la UCR con un discurso antiperonista. Sostiene que los radicales no pueden ser funcionales al objetivo de Frigerio, que no sería otro que refundar el peronismo en Entre Ríos.
La toma que reposicionó su nombre
El virtual “lanzamiento” de Etchevehere como una posible figura electoral en Entre Ríos se produjo en octubre de 2020, cuando encabezó, durante dos semanas, el piquete frente al ingreso de la estancia Casa Nueva, que había sido ocupada por su hermana Dolores junto a un grupo de militantes del Proyecto “Artigas”, dirigido por Juan Grabois.Luis Miguel tuvo en esos días una enorme exposición mediática. En clave política, quedó claro qué fue lo que expresó: las figuras principales que lo visitaron fueron Miguel Pichetto y Patricia Bullrich, dos exponentes nacionales del ala dura de “Juntos por el Cambio”.
Hubo muchos dirigentes de Cambiemos que en esos días hablaron con Etchevehere. Incluido el propio Frigerio. Pero ninguno quiso quedar pegado en una foto.
Con ese espectacular despliegue, que le valió una visibilidad mediática nacional única, Etchevehere tocó una fibra muy sensible en franjas del radicalismo ligadas a la producción agropecuaria, a las que la figura de Grabois les genera urticaria. Pero eso no quiere decir que ese apoyo a la idea de “defensa de la propiedad privada” que movió la consigna de “expulsar a Grabois” de los campos entrerrianos se traslade, sin más, a un aval político al “dueño” de ese campo.
Por el contrario, el recuerdo del acuerdo que el padre de Luis Miguel (Luis Félix Etchevehere) cerró con el entonces gobernador Jorge Busti para quedarse, a un precio vil, con esas tierras y el correr los alambrados abarcando terrenos de la Escuela Agrotécnica, reavivaron la posición que había tenido la UCR en ese momento, cuando definió a esa operación como “el mayor despojo que sufriera la escuela pública en la historia de Entre Ríos”.
La presencia de Pichetto y Bullrich generó resistencias en la UCR. Hubo de parte de una franja de la UCR mucho celo para no “hacerle el juego” a Etchevehere. Con ese propósito, cuidaron las palabras en los pronunciamientos públicos en contra de las “tomas” de tierras.
Muchos hubieran preferido que el conflicto no trascendiese nunca los límites de lo que al fin de cuentas es: una disputa familiar por una millonaria herencia. Pero la intervención de Grabois y de algunos funcionarios no les dejó más opción que jugar políticamente.
Los Etchevehere y la política
Luis Miguel Etchevehere es de familia radical, pero nunca tuvo activa militancia dentro de la UCR de Entre Ríos, aunque por años figuró como afiliado en la seccional cuarta de Paraná. Fue así hasta principios de 2020 cuando, a pedido de Macri, se afilió al PRO.El único del clan que actuó dentro del partido radical desde 1983 fue su tío Arturo Etchevehere, quien lideró una línea interna provincial, llegó a postularse para la gobernación en 1999 y fue uno de los primeros diputados nacionales electos en 1997 por la Alianza UCR-Frepaso, secundando en la lista al fallecido dirigente comunista Federico Soñez.
En el nuevo siglo, la participación de Arturo en la vida partidaria se fue diluyendo hasta casi desparecer. Se podría decir que su último acto político relevante, que aún hoy le reprochan en las filas de la UCR, fue haberse desprendido de sus acciones en El Diario de Paraná (que llegó a dirigir) para entregarle, en 2010, el control del histórico matutino de extracción radical al entonces gobernador kirchnerista Sergio Urribarri.
Aunque Luis Miguel forma parte de la rama de la familia que se quedó en El Diario, nunca tuvo una activa injerencia en la línea editorial. Si, en cambio, participó junto a su madre y hermanos varones del vaciamiento de la empresa periodística, por la que fueron denunciados por su hermana Dolores y terminaron imputados en una causa que estaría a punto de prescribir.
Fuente: Pablo Bizai para Página Política.