El Presupuesto 2019 es la gran batalla que la política espera ver por televisión. ¿Qué hará el peronismo y, en rigor, la liga de gobernadores? Los mandatarios del PJ son actores centrales de las negociaciones. Se sabe que si no acompañan serán tildados de “golpistas” y si lo hacen quedarán bajo la recurrente etiqueta de “vende patria”. Aprobar lo que se conoce como ley de leyes es un reclamo concreto del Fondo Monetario Internacional (FMI), de quien estamos en sus manos por decisión de Mauricio Macri.
Lo más probable es que los entrerrianos Mayda Cresto, Juan José Bahillo, Sigrid Kunath y Guillermo Guastavino lo aprueben. No porque estén de acuerdo o tengan predisposición de acompañar el plan económico. Lo que los conducirá a levantar la mano es evitar cualquier recriminación ante una profundización de la crisis. Los legisladores que le responden a Gustavo Bordet integran un ámbito cuyo diagnóstico es el siguiente: el gobierno nacional está en su cadalso y su objetivo deberá ser terminar la gestión de la mejor manera. “¿Qué pasa si no sale el Presupuesto y se produce otra corrida y el dólar termina en 50 pesos? Nos señalarán como los culpables”, aventuró una voz legislativa que representa a la provincia en el Congreso.
Si no se aprueba el Presupuesto, Macri reconduciría el del 2018 con la facultad de manejar los fondos con total discrecionalidad, y más aún ahora con el nuevo esquema de retenciones que ya ni siquiera coparticipará tras la eliminación del Fondo Solidario.
La administración central ha incumplido reiteradamente con los desembolsos para Entre Ríos que están presupuestados, pero ese incumplimiento por lo menos puede ser denunciado judicialmente si está fijado en una ley como es el Presupuesto. Claudio Lozano le robó a un fiscal una imputación al Presidente por el acuerdo con el FMI. La denuncia del diputado se basó en que el acuerdo con el organismo no estaba previsto en la ley de leyes.
Hay recortes, ya anunciados, que deben ser tomados como un triunfo político aunque suene a un oxímoron. La eliminación de los subsidios al transporte le implica también una pérdida a Entre Ríos, pero los distritos más perjudicados, por una vieja arbitrariedad, son los principales enclaves de Cambiemos: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires. Ambas se llevan el 60 por ciento de esos subsidios. Ambas, también, son en lo electoral la madre de todas las batallas y en la crisis los escenarios más fértiles para el descontrol.
Bordet, seguramente, se deberá hacer cargo de una parte de ese subsidio eliminado. La otra se la trasladará a los municipios.
La apuesta del Gobernador está en un acuerdo que va por fuera del proyecto de Presupuesto y tiene que ver con el desembolso de 1.900 millones de pesos para la Caja de Jubilaciones. Esa negociación es anterior al tema que por estos días el Ejecutivo convoca a los gobernadores.
Los anuncios del gobierno nacional y el diagnóstico del propio Presidente reconociendo que se vienen meses muy complicados en lo económico y social con aumento de la pobreza incluido hacen pensar que las cartas están echadas. En el peronismo no quieren ser parte de las consecuencias.
Fuente: Página Política