Un relevamiento realizado por El Entre Ríos en su cuenta de Instagram (@elentrerios) arroja indicios sobre el posicionamiento de la sociedad ante un posible retorno a las aulas en la provincia.
Hace poco más de seis meses, las clases presenciales desaparecieron, dando paso -debido a la pandemia del Covid-19- a un proceso de aprendizaje y contacto alumno-docente bajo la modalidad virtual. Esto ha generado una revolución de contenidos y de plataformas que aún no habían sido puestos a prueba en Entre Ríos.
Semanas atrás, en diálogo con Radio 12 (la emisora de El Entre Ríos en Colón), el profesor e historiador Alejandro González Pavón fue contundente al mencionar que "los cambios tecnológicos que se dieron en el plano educativo eran esperados para, por lo menos, cinco o seis años más adelante". Esto quiere decir que la pandemia, dentro de este entorno y al igual que en muchos otros, aceleró ese proceso de cambio (aún no de adaptación) que se esperaba para un futuro no tan cercano. Los caminos se acortaron, los tiempos también.
Frente a este panorama, El Entre Ríos usó su cuenta en Instagram para consultar opiniones de cientos de usuarios. Frente al interrogante "¿Está a favor del regreso de clases presenciales en nuestra provincia?", un 63% se volcó hacia una respuesta positiva, mientras que un 37% se opuso.
Entre aquellos que respondieron de manera afirmativa, aparece una explicación relacionada al aspecto social-emocional de los jóvenes. Situaciones que en los primeros meses de pandemia se pudieron controlar, al cabo de varias semanas y meses, se tornaron más complejas, en especial la contención de los chicos en sus hogares.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es aquel que se sumerge en las cuestiones tecnológicas: ¿con qué herramientas cuenta el estudiante para desarrollar las clases virtuales? El enviar y recibir trabajos, supone un inconveniente en hogares donde el número de aparatos es escaso. Ante esta situación, cientos de padres, madres y tutores, deciden que la mejor forma de volver a conectar al joven con la escuela es, justamente, en el establecimiento.
A modo de comparación, se pueden observar otras realidades. Según una encuesta realizada por el Colegio de Profesores de Chile sobre el retorno a clases presenciales, el 97,7% de las personas no está de acuerdo con volver a colegios y jardines infantiles bajo las actuales condiciones de la pandemia del coronavirus. Por otro lado, 96,28% dijo que no considera que su colegio o jardín infantil tenga las condiciones materiales y de infraestructura necesarias para evitar contagios. Y bajo este último parámetro, se sitúa el 37% de las respuestas negativas en la encuesta realizada por El Entre Ríos.
El temor al contagio de los niños, por parte de padres e incluso docentes, lleva a que la situación escolar se siga procurando manejar desde el plano virtual. La provincia ha tratado en más de una ocasión aspectos ligados a una "educación modo burbuja" que, en la gran mayoría de los casos, los padres de los niños rechazan o desconfían.
Así se pudo apreciar, por ejemplo, en San Juan, donde el pasado mes de agosto se dio una vuelta a clases presenciales y, solo una semana después, el gobierno de Sergio Uñac resolvió volver a la fase 1 de la cuarentena e impuso un estricto control. Allí, un repentino brote en el municipio de Caucete, a 30 kilómetros al este de la capital, desató la alarma y las medidas extremas por parte del gobierno sanjuanino.
Ahora bien, frente a estas cifras y parámetros, la decisión final la tiene (y hasta aquí siempre la tuvo) el gobierno nacional, mediante sus ministros (Salud y Educación, en ese orden). Los protocolos han de conformarse en pos del avance del tiempo y los números arrojados por la pandemia en las diferentes provincias. En el caso de Entre Ríos, alrededor de 400 chicos se han contagiado desde el inicio de la virtualidad. Esto representa un 5.6%, según el SISA – Sistema Nacional de Vigilancia de Salud. Por ende, la respuesta gubernamental faltando el último trimestre del 2020 no debe hacerse esperar y definir ciertos criterios que marquen, al menos, una posible vuelta a clases o bien, un cierre desde la virtualidad.
Fuente: El Entre Ríos