"Eran las 8.15 de la mañana de ese viernes, yo voy solo un día por semana al Hospital Argerich, no sé ni cuánto gano pero es mi pasión la salud pública. Ese día llego y justo entra un paciente con varios orificios, estaba grave. No tenía pulso, el corazón latía muy bajo. No estaba sin vida, pero le quedaban minutos. Nosotros trabajamos así. Sin saber quién es, de dónde es o qué pasó, lo subimos a quirófano y operamos".
Yamil Ponce (38) es un reconocido cardio cirujano que, además de operar en varias instituciones privadas, está de guardia los viernes en el Argerich. Lejos del milagro, él y su equipo le salvaron así la vida a Joe Wolek (54), el turista estadounidense atacado por dos ladrones la mañana del viernes 8 de diciembre cuando paseaba por La Boca.
Wolek recibió múltiples puntazos, en la cara, en el cuello y en pecho. Dos, precisamente, fueron directo al corazón. Ponce, emocionado, dio algunos detalles más de todo lo que sucedió aquella mañana y durante los 21 días posteriores, hasta llegar hoy a darle el alta médica.
"Joe (Wolek) es una persona muy agradable, yo me relaciono mucho con mis pacientes y como hablo algo de inglés me pude comunicar bien. Me invitó a su casa en Los Ángeles. Creo que gané un amigo", cuenta el especialista, que además es profesor de Medicina.
El ataque ocurrió en Olavarría y Garibaldi, cuando Wolek iba rumbo a Caminito. Dos ladrones le quisieron robar su cámara y otras pertenencias y, no se sabe por qué, lo atacaron salvajemente. Uno de los ladrones fue alcanzado por un policía local de Avellaneda (estaba de franco de servicio) y por las heridas de los disparos murió días después, también internado en Argerich.
"A Wolek se le hizo una intervención poco común, porque tenía dos orificios en el corazón, no hay muchos casos de sobrevida en situaciones así. Quizá no contamos con todos los elementos que quisiéramos, pero los argentinos sabemos improvisar y resolver a veces sin los elementos precisos. Acá en Argentina es diferente, el servicio público te salva. Esta operación y todo lo que le pasó a Wolek no le costó un peso, cero. Averiguamos y sólo esa intervención, en Estados Unidos, puede costar unos 200.000 dólares. Por eso mi pasión es el hospital", detalla Ponce.
Ponce nació en Entre Ríos y a los 4 años ya tenía claro que quería ser médico. Muy creyente, a cada paciente le pide que tenga fe. A Wolek, además, le pidió que no viaje a Estados Unidos hasta tanto no certifiquen su recuperación con nuevos chequeos. Quizá esa vuelta se demore entre 15 y 20 días. Sí le pudo asegurar que el domingo, en Pilar, Ponce le abrirá las puertas de su casa para celebrar y recibir el 2018 con salud.
Fuente: Clarín