Aunque el asunto parecía polémico, finalmente el nuevo ente administrador de la radio municipal de Concordia salió "con fritas", aprobado por unanimidad, aunque desde las gradas hubo gritos y abucheos.
La concejal justicialista Carolina Amiano fue la encargada de justificar el respaldo opositor a la iniciativa presentada por el Concejal Mauricio Rey.
“Sabemos que el oficialismo tiene la mayoría y desde la oposición intentamos incorporar modificaciones”, dijo, casi con resignación.
Enseguida, deslizó algunas críticas al gobierno de Francisco Azcué. “No creemos que el proyecto que hoy se presenta sea distinto a lo que tenemos hoy en la radio, todos los espacios a los que se refiere esta ordenanza nueva ya están comprendidos en los diferentes programas”, explicó.
“Desde este bloque –siguió Amiano- aclaramos que estamos en desacuerdo con la forma en que se dio tratamiento al tema. Creemos que hay que dar el debate, permitir que se expresen todos los involucrados”.
En ese contexto, admitió que “el intendente tiene el derecho a cambiar, modificar, darle otra impronta a la radio, pero siempre escuchando a las otras voces”.
Amiano cuestionó una sorpresiva inspección efectuada la semana pasada a las instalaciones de la emisora. “Algunos episodios, bastante desafortunados, que sucedieron la semana pasada, no suman para la convivencia saludable. Por ejemplo, la visita a la radio con una escribana para certificar los equipos y bienes inmuebles de la radio. No era necesario realmente”, enfatizó.
Pero, de allí en más, la concejal pasó a valorar algunos gestos y los cambios introducidos al texto original. “Vamos a reconocer que la semana pasada se dio marcha atrás al tratamiento sobre tablas que se pretendía. Este lunes tuvimos posibilidad de escuchar por primera vez al director de la radio municipal, su postura, su punto de visto y eso es una convivencia saludable. También fuimos escuchados desde este bloque y se hicieron las modificaciones que a nuestro entender, en base a un acuerdo, lo principal era sostener el empleo de la totalidad de los trabajadores de la radio. Eso se logró modificar”.
“También se logró retirar el artículo que hablaba de una línea editorial, que era una línea muy delgada de qué manera se iba a realizar esa línea editorial sin coartar la libertad de expresión. Se redactó ese artículo garantizando la libertad de opinión, la pluralidad de voces, la opinión de los periodistas y la libertad de expresión”.
Así las cosas, Amiano concluyó: “Después de mucho trabajo, de mucho consenso, este bloque considera que va a apoyar este proyecto porque se incorporaron las modificaciones que se pretendía”. Esta frase fue recibida con algunos gritos desde las gradas.
La lectura formal del proyecto fue acompañada por más abucheos, hasta que el concejal Felipe Sastre mocionó para que se omitiera la lectura completa, argumentando que todos los ediles ya estaban en conocimiento del contenido de lo que se aprestaban a votar. Esa moción fue aprobada por 9 votos a favor, mientras desde las gradas los abucheos cobraban mayor intensidad.
De inmediato, también Sastre pidió que se votara en general y particular de manera conjunta. Cuanto Magdalena Reta intentó explicar, los gritos impedían que se la escuchara. Hasta que, finalmente, se votó la ordenanza y la aprobación fue por unanimidad.
Cuando se intentó proseguir con el tratamiento de otros asuntos, los gritos cobraron cada vez mayor intensidad. Sastre intervino para definir como “un acto de absoluto fascismo no dejar hablar a los oradores”, en el momento en que comenzó a fundamentar la iniciativa relacionada con los animales sueltos en la vía pública e intentó dejar en claro que en ningún momento se trató de incorporar mascotas como perros y gatos. “Eso fue instalado por gente como la que nos está gritando a nuestras espaldas, con fines maliciosos, para generar desestabilización”, dijo.
De inmediato, ante un griterío que impedía sesionar, se pasó a un cuarto intermedio.
Fuente: El Entre Ríos