CTM

Los documentos que revelan la decadencia del Hotel Ayuí

En 2016, provincia y CTM inspeccionaron las instalaciones y volcaron en un acta la lista de los "deterioros". En 2017, Salto Grande exigió a Bordet por carta documento que el lugar cumpla con las "debidas condiciones de seguridad"
Borrador del acta de relevamiento del Hotel Ayuí

El 7 de noviembre de 2016, en un encuentro llevado a cabo en Buenos Aires, representantes del gobierno entrerriano y de la Delegación Argentina ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande acordaron efectuar un relevamiento del Hotel Ayuí.

Se trató de un paso formal que serviría para intentar dirimir diferencias entre las partes acerca del pasado, el presente y el futuro del otrora paradisíaco alojamiento, construido a la par que la Represa de Salto Grande e inaugurado en el año 1975.

<b>El Entre Ríos</b> accedió al borrador del acta labrada por el escribano mayor de gobierno, Alejandro Demián SANTANA, ante quien comparece el Fiscal de Estado, Doctor Julio Rodríguez Signes, informando sobre el relevamiento.

Del documento surgen con claridad dos conclusiones:

<b>1) el estado en el que se encuentra el Hotel; </b>

<b>2) la estrategia jurídica del gobierno entrerriano. </b>

<h5>La provincia dice que nunca recibió el hotel</h5>

En rigor, la provincia sostiene -y en el acta trasluce con nitidez su posición- que jamás recibió el Hotel Ayuí, porque -a su entender- no se cumplieron las dos condiciones necesarias para que se hiciera operativa la transferencia estipulada en el Comodato del año 2004: 1) Que llegase a su fin el contrato de concesión del hotel a manos privadas vigente en aquel entonces; 2) Que se realizara un relevamiento de la situación del establecimiento y áreas otorgadas en concesión.

En buen romance, y por disparatado que parezca, después de más de 10 años en que el hotel en los hechos dependió de la CODESAL (Corporación para el Desarrollo de Salto Grande) conducida por Luis Mazurier, al extremo que llegó a publicar en el Boletín Oficial un llamado a interesados para explotarlo, el gobierno provincial pretende ahora desentenderse jurídicamente de todo lo sucedido, con el argumento de que nunca recibió formalmente el bien comodatado, puesto que -dice- aún está vigente la concesión a manos privadas y el relevamiento en cuestión recién vino a efectivizarse en noviembre de 2016.

O sea, <b>CTM pide que le devuelvan el hotel y la provincia responde que nunca estuvo en sus manos.</b>

Es así que en el acta se lee: <i>"el Fiscal de Estado (Julio Rodríguez Signes) destaca que el hotel está en funcionamiento, que hay un responsable de su explotación que resultaría ser Jesús Villanueva y que por lo tanto se verifica que la concesión no está concluida. A lo que agrega que no es posible verificar en esta acta y a simple vista desde cuando se presentan las deficiencias o deterioros relatados, los cuales no impiden el funcionamiento del hotel de 40 habitaciones".</i>

Al principio del documento, no por casualidad el Fiscal refuerza otro argumento clave para darle sustento a la posición del Estado provincial: <i>"como previo a hacer operativa dicha transferencia (de CTM a la provincia), correspondía realizar un relevamiento de la situación del establecimiento y áreas otorgadas en concesión"</i>, dando a entender que ese requisito formal recién vino a cumplirse en noviembre de 2016.

<h5>Los detalles de las "deficiencias o deterioros"</h5>

En la descripción de las instalaciones del hotel incluida en el Acta se lee:

<i>- "El Equipo Diesel de Emergencia ubicado en una habitación lindante al estacionamiento, allí puedo constatar que se trata de un equipo en aparente desuso, donde se destacan el tablero eléctrico en malas condiciones y altamente deteriorado".

- "Hay dos tanques de agua caliente anulados, y se observan las calderas originales del hotel las cuales evidencian que están fuera de servicio. También se ven las bombas de extracción de agua deterioradas".

- "La sala de ventilación donde se destaca que una de las maquinas esta fuera de servicio y que los ductos se encuentran abollados". "El ducto que dice sala de reuniones esta fuera de servicio". "Se ve que la sala estuvo inundada y los motores bajo el agua, destacándose que uno de los equipos dice motor quemado 'bajo el agua'".

- "Un baño de servicios, donde se distingue que está en muy mal estado, hay feo olor, los mingitorios pierden agua, falta uno de los grifos de una de las canillas y es notoria la falta de mantenimiento. Seguimos por un vestuario donde se destaca un radiador totalmente oxidado".

- "Detrás de las tablas de una mesa se puede distinguir una habitación muy pequeña donde se ve documentación totalmente desordenada y desparramada".

- "Nos dirigimos al sector piletas, dirigiéndonos en primer lugar a la parte de los baños, los que presentan un estado de abandono sobre todo el baño de hombres con agua que cae de las paredes, una caja de luz con cables al aire sobre una de las duchas y falta de todas las tapas de desagüe".

- "Continuamos a la sala de filtros donde se ve que la puerta de ingreso esta oxidada, que las bombas no son las originales, y una notable pérdida de agua por las paredes".

- "Nos dirigimos a la pileta de agua caliente en la que se observa que el tinglado no está en las mejores condiciones de seguridad, lo que también se observa en los filtros que están entre las piletas ya que la parte eléctrica esta sin ninguna tapa y se ven los cables al aire".

- "Continuamos a lo que al decir de los representantes de la CTM era antiguamente la casa del gerente y donde actualmente funciona un Spa, se observa que el lugar esta descuidado, con grandes signos de desorden y deterioro, mugre en general".

- "Ingresamos a la sala de monitoreo, la cual visiblemente esta en desuso transformada en un depósito de monitores y cajas".</i>

<h5>El conflicto, a un paso de judicializarse por partida doble</h5>

Como surge de las recientes declaraciones formuladas por Roberto Niez, presidente de la Delegación Argentina, el conflicto por el hotel sigue sin resolverse.

"Nos están obligando a actuar legalmente", ante la urgencia de recuperar cuanto antes espacios como "el hotel Ayuí, que hoy está en ruinas", se le escuchó decir.

En carta documento dirigida al Gobernador Gustavo Bordet, la Delegación Argentina ante la CTM dio plazo a la provincia hasta el 28 de febrero de 2017 para que sean puestas en <i>"debidas condiciones de seguridad, funcionamiento, uso y habitabilidad de las distintas instalaciones, inmuebles y construcciones emplazadas en el área objeto del comodato - que suscribiera con dicha Delegación el pasado 1 de diciembre de 2004.-, en prevención de siniestros que pudieren poner en riesgo no sólo la integridad de las mismas, el medio ambiente, sino fundamentalmente la vida de las personas que en ellas pudieran encontrarse".</i>

<i>"La presente intimación -agrega la carta documento- se efectúa teniendo en cuenta el resultado del relevamiento del estado de las distintas instalaciones, inmuebles, construcciones emplazadas y bosques existentes en el área alcanzada por el comodato".</i>

De llegarse a los tribunales, esta no sería la primera causa que la Justicia tendrá en sus manos respecto del paradisíaco alojamiento.

Hace ya más de una década suma cientos de fojas una investigación a cargo del <b>Fiscal Aníbal Lafourcade</b>, centrada en el Hotel en tanto escenario de presuntos negocios incompatibles entre funcionarios públicos, con bienes del Estado que les fueron confiados a particulares, la constitución de sociedades radicadas fuera de la provincia y empresas presuntamente fantasmas.

Lafourcade incorporó a la causa la denuncia periodística del Diario Noticias, publicada en noviembre de 2013, según la cual "a través de una empresa fantasma Mazurier se adjudicó a sí mismo el hotel Ayuí". En aquel momento, por primera vez salía a la luz pública el nombre de Alberto Jesús Villanueva como responsable en los papeles de la explotación del complejo.

<h5>¿Quién se hace cargo de todo lo sucedido durante una década?</h5>

Si en una hipotética instancia judicial se llegase a admitir la posición del gobierno entrerriano, es decir, que el hotel nunca dependió de la provincia, emergerían un sinfín de interrogantes, a los que ya hemos aludido en una nota anterior y que vale la pena repasar:

<b>Leer más:</b> <a href='http://www.elentrerios.com/osvaldo-bodean/un-bello-hotel-entrerriano-un-quotlimboquot-y-la-corrupcian.htm' target='_blank'>Un bello hotel entrerriano, un "limbo" y la corrupción</a>

- ¿Quién le concedió la explotación del Hotel Ayuí a Villanueva, el hombre de confianza de Luis Mazurier, en su momento empleado de la CODESAL, que lleva años facturando los servicios de alojamiento y gastronomía? ¿Acaso fue la CTM y, de ser así, Chagas y Cresto deberían dar explicaciones?

- Si jurídicamente el Hotel Ayuí nunca dependió del Estado provincial, ¿cómo se explica que en el Boletín Oficial de Entre Ríos, de fecha 2 de Diciembre de 2013, la CODESAL publicara un extraño "llamado a interesados" que decía: "La Corporación para el Desarrollo de Salto Grande (CODESAL), en su carácter de autoridad de aplicación en las actividades de explotación turística y desarrollo del Perilago de Salto Grande, dentro de la Provincia de Entre Ríos, invita a los empresarios hoteleros, gastronómicos y dedicados al turismo, para que manifiesten su interés en la explotación integral del Hotel Ayuí, ubicado en el Perilago de Salto Grande. . .".

Codesal llamando a interesados en explotar el Hotel Ayuí

- En definitiva, ¿quién ha sido responsable último de todo lo sucedido en el Hotel desde que Nación traspasara a la provincia la zona del Perilago de Salto Grande?

- ¿Quién asume el pasivo con la obra social de gastronómicos, a la que se le adeuda una suma millonaria en aportes? ¿Quién se hace cargo del visible abandono de las instalaciones del Hotel?

<h5>Pero la incertidumbre es sólo legal y no fáctica</h5>

En los hechos, pocas dudas puede haber de que Luis Mazurier, con la anuencia del ex gobernador Sergio Urribarri, ha tenido decisiva influencia en la vida del Hotel Ayuí, cuanto menos durante su gestión como presidente de la CODESAL.

Y a esto lo sabe, antes que nadie, el personal del establecimiento.

"¿Quién pasa a retirar el dinero que se recauda en el hotel"?, preguntó El Entre Ríos, a mediados de 2016. La respuesta de uno de los empleados -que por razones obvias pidió reserva absoluta de su identidad- fue inmediata: </i>"Luis Mazurier o Cyntia Mengeón, una estrecha colaboradora de él".</i>

Fuente: El Entre Ríos