“Soy María Laura Martínez, docente, tengo 49 años. Toda mi vida viví en San José y recorrí el balneario. No puede ser que haya alguien suelto, agazapado, tratando de capturar; me sentí como una presa”.
Quien habla es la víctima del abuso sexual ocurrido el viernes último por la tarde en el balneario San José, mientras caminaba y tomaba fotografías a la orilla del río.
Es una mujer involucrada con las problemáticas sociales. Trabaja en tres instituciones y se emociona al hablar de sus jóvenes alumnos, de las necesidades en las cuales los asiste y de la vocación con la que transita por las aulas.
“Ahora me tocó a mí”, dice en conversación con El Entre Ríos. A poco más de 48 horas de lo sucedido, ofrece su testimonio para que a nadie más le pase. Pide que mejore la seguridad y que haya una red de contención eficiente para las víctimas de violencia de género.
“Me estaba esperando”
“El tipo me estaba esperando”, dice convencida de que quien sería su victimario la había seguido. Y comienza el dramático relato.“Fui por la calle de atrás de las casitas que están sobre la costa del balneario. Bajé donde están los barcos y fui por la orilla, yendo al primer muelle, donde había un hombre y una señora al lado de la cual me senté y estuvimos hablando. Crucé a dos pescadores, seguí caminando hasta una parte en que había muchas piedras; había tres muchachos y uno me saludó”.
Continuó su trayecto, y entre el primer y el segundo muelle comenzaría la pesadilla. “Escuché un ruido, miré para atrás y no vi a nadie. Pensé en sacar la última foto y volverme. Cuando me doy vuelta lo tenía detrás de mí. Pensé que era una broma, que era uno de los pescadores y le digo ‘ay, qué susto’. Me dice ‘calladita, calladita, que tengo un arma’. Le respondí: ‘¿Qué? No…’. Y empecé a ir para atrás, todo en barranca, intentando llevarlo hacia el río, mientras él me agarraba de la remera y el corpiño, me tocaba los pechos y me decía ‘callate’. Yo seguía gritando y con fuerza me tiró a la arena, por eso tengo lastimadas las piernas”.
Como tenía el celular en la mano, “le dije que lo estaba grabando o llamando a alguien, entonces me saca el celular y lo tira al río. Aprovechando que me soltó un brazo le agarré la cara y me dio una trompada. Quedé atontada, pero vi que salió para adentro del monte y yo me tiré al río”. Un pescador respondió a su pedido de auxilio y puso fin a su odisea.
“Le marqué al intendente que en Enfermería del balneario tengan más cosas. En el hospital, fui atendida por un médico y me revisó una enfermera, a ver si tenía algún golpe o sangrado y me puso un inyectable. Pero en ningún momento me revisó una ginecóloga, una médica mujer. Las fotografías me las sacó mi hermana y en la Policía el Comisario Ledesma. Creo que no hay redes de contención para la mujer”.
La familia y su pedido a la Justicia
A la par de este testimonio, su familia decidió dar a conocer por este medio un comunicado en el que cuentan algunos detalles de lo sucedido, agradecen a quienes brindaron apoyo y comentan una conversación con el intendente Gustavo Bastian.
“María Laura fue víctima de un acto de abuso sexual por parte de un desconocido en la playa del río Uruguay, zona correspondiente al municipio de San José”.
“El hombre en cuestión la arrojó al suelo, se subió encima de ella, le manoseó sus partes íntimas, la amenazó e intentó quitarle la ropa. Ella buscó defenderse por todos los medios y le dijo que lo estaba grabando, con lo cual el agresor le quitó el celular, tirándolo al agua”.
“Luego María quiso destaparle la cara, a lo cual el hombre le propinó una piña en el rostro, provocándole moretones y derrame en el ojo. Ahí es cuando el hombre sale corriendo para el lado de la vegetación y María –en una reacción de seguir escapando del agresor- se dirigió al agua arriesgando su vida, ya que el río está crecido y es una zona muy profunda. Afortunadamente pudo ser vista por pescadores de la zona. Uno de ellos, Leonel, respondió a su llamada de auxilio pensando que se trataba de un ahogamiento y –al enterarse de lo que realmente había pasado- la acompañó hasta la enfermería. Finalmente, pudieron dar aviso a la Policía y a la familia”.
Tras agradecer a “familiares, amigos, vecinos y medios de comunicación”, piden que la Justicia “no se detenga hasta ofrecer una respuesta firme, ya que cualquier otra acción dejaría un riesgo latente para toda la comunidad”.
Por otra parte, solicitan que “quienes puedan tener información sobre incidentes similares en la zona o quienes hayan visto anteriormente al agresor, lo informen a la Comisaría o la Fiscalía”.
“No queremos que algo así le suceda a nadie más. Por tales razones, reclamamos a las autoridades departamentales y provinciales mayor presencia policial en nuestra ciudad”.
La comunicación con el intendente
En otro párrafo del escrito agradecieron “la comunicación del intendente Gustavo Bastián, quien ofreció su colaboración y lamentó el desafortunado comentario de una funcionaria del área de Turismo”.En un mensaje escrito, desde la municipalidad habían dicho que al momento del hecho María Laura “se encontraba en un sector privado, cerca del muelle”. Y pedían a la familia que “al expresarse sitúen puntualmente dónde sucedió, ya que nos expone como espacio de recreación familiar”.
Fuente: El Entre Ríos