Justicia

Nuevamente en Entre Ríos, Dolores Etchevehere y Juan Grabois denunciaron un “pacto de poder” frente a tribunales

Dolores Etchevehere y Juan Grabois denunciaron dilaciones en la Justicia provincial por falta de indagatoria y procesamiento a Luis Miguel, Sebastián y Juan Diego Etchevehere y Leonor Barbero Marcial -hermanos y madre de la mujer-, en la megacausa que incluye estafa, lavado de activos, vaciamiento y violencia de género.

Uno de los representantes legales de la denunciante, Lisandro Mobilia, explicó que se trata de una causa con muchas aristas en lo penal y lo civil: “El fiscal Federico Delgado hace un análisis impecable y el juez Daniel Rafecas lo reafirma, pero se declara incompetente y lo deriva al Juzgado Federal de Paraná por jurisdicción y estamos esperando que el juez Leandro Ríos se aboque a la causa”.

Se trata de una megacausa iniciada en el año 2012, a lo que se agregó una denuncia radicada 2015 ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) por lavado de activos, lo que va más allá del conflicto sucesorio en torno a la herencia del empresario Luis Félix Etchevehere.

“Mis derechos no están garantizados”
“Todavía siguen tomando indagatoria por capítulos a los Etchevehere corruptos. En ese ínterin la Justicia Federal de Comodoro Py, pidió los expedientes, investigó, generó más pruebas y dictaminó”, afirmó Dolores, haciendo referencia a las actuaciones del fiscal Delgado y el juez Rafecas, quien se declaró incompetente por jurisdicción y envió la causa al juez federal de Paraná, Leandro Ríos. “Acá, con una caradurez total, siguen dilatando las cosas. ¿Qué tiene que pasar, qué están negociando?”, preguntó luego.

Sobre la versión de una negociación con su familia, fue tajante: “Acá hay una estafa, hay violencia económica y extorsión grave: no es para charlarlo. No hay ninguna instancia de reunión familiar. Ellos apelan a lo subjetivo para no hacer referencia a lo objetivo, que son los expedientes. Yo hablo de eso, con denuncias y pruebas. Del otro lado hay pactos de poder con el poder político y judicial y parte de la sociedad, y declaraciones subjetivas que no tienen nada que ver”.

En cuanto a la violencia de género y económica de la cual denuncia ser víctima, aludió a que tiene posesión de una casa en Paraná, pero no la puede habitar por disposición de un juez. “La mafia judicial existe y la conozco, he estado cara a cara con ella”, dijo.
Una olla “grande y podrida”, que salpica a Bordet
A su turno, Grabois abundó en conceptos contra el supuesto pacto político y judicial que envolvería la causa Etchevehere. “Se está destapando una olla muy pesada. Etchevehere, ministro de Agroindustria de Macri, durante el ejercicio de su mandato, se otorgó créditos a sí mismo, despojó a su hermana de una herencia, vació a de la empresas emblemáticas de Entre Ríos, falsificó la firma de su hermana (lo cual está constatado por dos pericias caligráficas), el juez de la sucesión le dejó la administración a uno de los Etchevehere corruptos; el juez penal que tiene que terminar con las indagatorias, las dilata (ahora tiene una prescripción de Grenón). Se hacen los giles para ver si pueden dejar que pase la ola”, enumeró.

“El juez federal Leandro Ríos, al que le toca una causa que se instruyó en Buenos Aires, recibió todo el material: los WhatsApp, fotografías, entrecruzamiento de llamadas que determinaron que Dolores no estaba en la Escribanía donde dicen que firmó la cesión de derechos. Los jueces de Entre Ríos no son burros, son cómplices”, disparó y agregó: “El juez Ríos, que sale en fotos con Patricia Bullrich, qué es eso sino un pacto de poder y podredumbre judicial”.

“Eso es lo que está pasando en esta provincia que gobierna un peronista, parte del frente del cual soy parte, para que no se diga que hay un problema político. Yo estoy denunciando que el principal aportante de la campaña fue Walter Grenón. Lo que pasa es que de la boca para afuera y para las elecciones son rivales, pero para hacer negocios son todos parte de la misma runfla. Dolores, que salió de una familia de la más rancia oligarquía, decidió patear el tablero y yo la sigo hasta donde sea”, afirmó el dirigente social.

Luego, manifestó: “Que le quede claro a la corporación judicial que acá no hay ninguna charlita con los Etchevehere, porque son gente psicopática. El juez Furman le entregó la posesión de la casa a Dolores y después de cuatro gritos del ministro aceptó las presiones. ¿Se entiende la gravedad del caso?”.

Fuente: UNO Entre Ríos