El secretario General de la Seccional Islas de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), Abel Antivero, brindó un panorama de la situación en esa zona de la provincia, donde varias escuelas todavía no pudieron comenzar las clases presenciales por falta de lanchas.
Antivero confirmó que “se volvió sólo en un porcentaje a la presencialidad, no en la totalidad debido a que hay siete escuelas primarias que funcionan en el Delta entrerriano, en zonas de ríos y arroyos, que no pudieron avanzar con la presencialidad porque las lanchas escolares no están en condiciones”.
Marcó que “es una situación que se produce desde antes de marzo” y que “en los primeros días de marzo la Prefectura Naval Argentina les hizo una inspección y determinó que cinco de ellas no estaban en condiciones”.
Ante ello, planteó que “el gobierno provincial tuvo bastante tiempo para ponerlas en condiciones, considerando que solamente se usaron para repartir los módulos alimentarios y los cuadernos de apuntes para aquellos chicos que no tenían acceso a la virtualidad ni a la enseñanza”.
En ese contexto, comentó que “la última vez que la flota funcionó en su totalidad fue el viernes 13 de marzo del año pasado y allí se detectó que la lancha llamada “Sueño Entrerriano” estaba varada en una guardería náutica de Villa Paranacito; se planteó a la Departamental por qué no se arreglaba a lo cual nos respondieron que había gestiones iniciadas para su reparación porque se había roto el motor”.
“Al ver que no había movimiento, en noviembre volvimos a denunciar que la lancha estaba rota, se hizo el planteo formal y no hubo ninguna respuesta del gobierno provincial. Ahora en febrero se planteó a la Departamental cuales serían los protocolos a aplicar en función de la utilización del transporte escolar fluvial, el acceso a los mulles, el abordaje de los chicos en la embarcación, la capacidad de la embarcación que se iba a utilizar, el distanciamiento social dentro de la embarcación, pero encontramos que Prefectura dijo que de 10 lanchas solamente cinco podían comenzar, y el lunes pasado se rompieron otras dos lanchas con lo cual hay solo tres lanchas funcionando”, relató.
Agregó que “hay otra lancha que se encuentra en el Tigre en un astillero pero por cuestiones administrativas no se puede traer y que daría una respuesta a esta problemática” y puntualizó que “es una lancha con capacidad para 35 personas, que ya está paga por el gobierno provincial y es de la década del ’60 pero fue reparada a nueva en cuanto a chapa y pintura, con lo cual solamente le falta algunas cosas de motor y resolvería gran parte de esta problemática”.
“Cuestionamos que no haya gestiones políticas para poder traerla, porque solamente hay que buscar la logística para hacerlo. Nos dicen solamente que hay gestiones, pero que no se puede traer cinchándola con otra embarcación. De todos modos, hay determinada logística que se podría aplicar si hubiera intención de resolver el problema”, refirió.
Ante esto, afirmó que “hay una falta de interés en invertir en el transporte fluvial por parte del gobierno provincial”.
Consultado por los espacios de las escuelas propiamente dichas para cuidar el distanciamiento social, aseveró que “en las escuelas rurales, específicamente de la zona de islas, hay una cuestión de que la matrícula ha bajado, son escuelas que en su momento fueron pensadas para matrículas más altas con lo cual no sería un problema”.
Al respecto, explicó que “la baja de la matrícula se debe a que dentro del Delta funcionan empresas forestales que en los últimos años comenzaron a tomar trabajadores solteros, sin familia, con lo cual no hay chicos y esto hace que la matrícula vaya bajando, lo cual nos preocupa porque hay escuelas que tuvieron que cerrar en los últimos 10 años”.
Sobre el funcionamiento de los protocolos, dijo que “no hay mucha diferencia con otras escuelas pero la principal diferencia es cuando se usa el transporte escolar fluvial, para ver de qué forma sube la lancha al muelle o cómo se sube a la embarcación”.
En cuanto a la situación con la pandemia en la zona, Antivero sostuvo que “el índice epidemiológico es bajo, sé que surgieron tres o cuatro casos en Villa Paranacito en los últimos días, pero es muy bajo en relación con lo que fue el año pasado y enero donde hubo un brote importante”.
En consonancia dijo que “prácticamente hay una normalidad en cuanto a la circulación, hasta hace algunas semanas en la entrada de Ibicuy había un control donde se solicitaban los datos pero se levantó hace poco” y refirió que en esta zona “tenemos un vínculo social muy grande con Zarate-Campana incluso más cercano al que tenemos con Gualeguaychú o con Gualeguay”.
Por último, aseveró que la cuestión de la virtualidad en la educación “ha sido realmente preocupante. Estamos de acuerdo con el regreso a la presencialidad de manera progresiva, cuidada y responsable porque hay gran universo de chicos que han quedado afuera de la virtualidad, gran parte de los chicos no tiene acceso a las lanchas y son pocos los que tienen la posibilidad de tener un celular en la casa con datos para que la maestra pueda enviarle las actividades. Por eso la preocupación es que las lanchas deberían andar y urgente estos chicos deberían estar en la escuela”, sentenció.
“Realmente preocupa la situación en la zona de islas y en las escuelas rurales donde hay un gran universo de chicos que quedan afuera del sistema”, advirtió.
Fuente: Análisis y Radio de la Plaza