La mañana de este lunes no fue una más en el centro de Concordia. Al movimiento común del andar diario de personas se sumó un grupo de carreros que decidió dejar de ser “invisible” para hacerse escuchar.
En primer lugar, cortaron calle Pellegrini a la altura de la Jefatura de policía, y luego se trasladaron hacia la puerta de la Municipalidad, en la bonita peatonal nueva, junto con sus caballos, sus hijos y sus ganas de hacerse oír. De manera respetuosa se quedaron apostados ahí, “estacionados”, esperando hasta que, en un momento, fueron invitados a dialogar con el intendente.
Luego de la reunión, los voceros del grupo salieron a comunicar las novedades. Lo que informaban quienes pudieron intercambiar pareceres con el intendente de Concordia, Enrique Cresto, no parecía convencer a los carreros que, ofuscados, interrumpían a Carlos, que intentaba llevar las noticias.
Sucede que, por disposición municipal, con el objetivo de cumplir con una ordenanza vigente, las personas que hacen “changas” en carros tirados por caballos ya no pueden acceder a la zona céntrica, lugar en el que, según ellos expresan, tienen mayores chances de cartonear. El radio “prohibido” está delimitado por: al norte, calle San Lorenzo, al sur J.J Paso, al este Lamadrid y al oeste Humberto Primo.
La discusión en la peatonal y la palabra de los carreros
Mientras Martín Armanazqui, coordinador general de la Unidad de Desarrollo Ambiental, y Diego Passarello, director municipal de Seguridad y Prevención, trataban de calmar los ánimos en la puerta del palacio municipal; Carlos Bravo, vocero del grupo de carreros, habló con El Entre Ríos y contó: “Estamos peleando por los compañeros carreros que venimos padeciendo las consecuencias de las malas políticas que han surgido en estos años y queremos una solución a nuestros problemas”.
“Nos quieren sacar el carro y el caballo, nos quieren sacar de la ciudad y no queremos ser excluidos de la sociedad, lo que queremos es que nos de una respuesta el intendente porque ya nos dieron durante la gestión de Bordet unos motocarros y nos dejaron a la deriva”, contó y explicó: “No nos sirvieron los motocarros y ahora quieren volver a darnos eso y no queremos, porque nos tenemos que pagar los repuestos que están caros, tenemos que tener para la nafta, tenemos que pagar patente y seguro y mantener nuestra familia así que con todo eso no llegamos a comer todo el mes”.
Además, Carlos recordó que “cuando nos entregaron los motocarros nos los dieron con 11 litros de nafta y luego de eso nos hicimos cargo de todo”.
Respecto al proyecto de erradicación del sistema de tracción a sangre, el vocero del grupo comentó: “Nosotros por un lado estaríamos de acuerdo, no nos gusta estar arriba de un carro haciendo lo último que un hombre puede hacer que es andar cirujeando, pero queremos que nos den un trabajo estable y digno, que tengamos un aporte jubilatorio, una obra social porque eso representa un futuro para nuestros hijos pero lo que ellos nos quieren dar no nos brinda opciones a futuro”.
Las restricciones y las posibilidades de trabajo
“Ahora la restricción al centro se extendió, tenemos que estar afuera de San Lorenzo, Humberto Primo, JJ Paso y Lamadrid; y ese es el lugar al que asistimos para hacer la changa, a pedir a los comercios, hay gente que revuelve los contenedores para sacar algo para comer o vender, cosas que a veces tira la gente pero sirve”, explicó.En cuanto a las personas que pertenecen al grupo que protesta, Carlos dijo: “En esta protesta somos aproximadamente 70 personas, pero somos más de 500 carros que tienen registrados en el municipio y estos 70 somos los que entramos en el centro, todos de la zona sur, ex aeroclub, Gruta de Lourdes”.
“Nuestro día a día es hacer una changa, el pobre piensa en hacer 200 pesos para el guiso. A nosotros nos cobran la luz, no es que no pagamos nada, ahora nos hicieron el asfalto y seguramente más adelante tenemos que pagarlo y pagar impuestos así que tenemos que pensar en eso”, contó el vocero al dar a conocer cuáles son los gastos que deben afrontar.
Sobre la propuesta laboral, detalló: “nos dijeron que esperemos 30 días, que nos van a ir citando para hablarnos de la propuesta laboral que tienen ellos. Lo que tenemos entendido es que vamos a tener permitido entrar con un carrito de mano acá en el centro y algún oficio aparte que pueden llegar a pagarnos, pero no sabemos bien”.
Mientras habla, Carlos mira sus caballos, recibe indicaciones de sus compañeros y trata de recordar cada planteo que recibió por parte de quienes lo acompañan. Al mencionar la posibilidad de una erradicación total de la tracción a sangre el gesto en su rostro deja ver cierta incredulidad, y comenta: “Acá en el radio centro no permiten andar, en 30 días ya no quieren que ande nadie y nos dijeron que van a trabajar a futuro para que directamente no haya más carros, que yo no creo que eso pase, seguiríamos andando pero en otros lugares, escondidos, sin molestar”.
Jorge Niz, otro de los integrantes del grupo de carreros quiso hablar de su experiencia, es que es una de las personas que recibió un motocarro durante la gestión de Gustavo Bordet, pero recuerda: “No me sirvió el motocarro, lo tuve, pero perdía dinero. Hace 50 años que recorro las calles, así como proponen de poner restricción no me sirve, yo tengo clientes, gente a la que le levanto ramas o esas cosas y necesito andar en las calles para llevarles de comer a mi familia, quiero que me dejen andar, que me entiendan. Yo cuido a mis caballos, les doy de comer, están bien, no sabemos hacer otra cosa, es lo que nos da de comer”
A la vez, el hombre dejó una puerta abierta a las propuestas que puede llegar a haber desde el ejecutivo municipal: “Si nos dan una solución dentro de 30 días les voy a creer, porque no podemos andar tranquilos en la calle, nos mandan los de tránsito o la policía y un día que perdemos o que nos llevan nuestro carro es un día en que pasamos hambre en nuestra casa”.
Palabra oficial
Martín Armanazqui, titular de la Unidad de Desarrollo Ambiental, dialogó con El Entre Ríos luego de la reunión con los carreros y contó: “Lo importante es que los representantes del grupo de carreros que se hicieron presentes aquí fueron recibidos por el presidente municipal y por el secretario de gobierno, obviamente también por el área de Ambiente y Seguridad Ciudadana y comisiones vecinales para evacuarles cualquier duda sobre el programa de erradicación de la tracción a sangre que venimos implementando desde el año pasado. Se ha hecho todo el registro de carreros, con más de 500 carros y 1500 caballos y les explicamos en qué etapa nos encontramos, que es la de entrevistas individuales y personales con el área de Desarrollo Social para ver cuál seria la alternativa más viable y que sea más eficiente para ellos mismos”.“Ellos comentan que se ve mas control y restricciones, pero obviamente sabían que es sobre el maltrato animal, sobre la circulación de carros con menores, la sobrecarga y la zona en la que hay restricciones que es la del centro; ellos ya lo sabían y algunos no fueron entrevistados de manera personal, pero el intendente les explicó cuál es el programa, el objetivo y que quiere trabajar pensando en los animales, pero también en ellos y la parte laboral”, explicó.
Armanazqui dijo además que “las entrevistas puntuales son para ver cada caso particular, el abanico de situaciones es muy amplio entonces hay distintas variedades y por eso queremos visualizar cuál es la necesidad de cada caso y vemos de qué manera resolvemos o qué ayuda pordemos brindar con el objetivo final de poder terminar con la tracción a sangre”.
Sobre la negativa de algunos carreros a acceder a tener un motocarro, contó: “Muchos no han querido esa opción, tampoco es que le ofrecemos un motocarro directamente sino alternativas por cada caso particular, ofrecemos la alternativa más viable y que perdure en el tiempo porque ya hay una experiencia en la gestión anterior de motocarros y varios no han estado satisfechos”.
Al ser consultado sobre las opciones para quienes no quieren formar parte de los titulares de motos recoletoras, el titular de la Unidad de Ambiente expresó: “Entre las opciones tenemos alternativas como capacitaciones de trabajo, microemprendimientos, oficios e información para que conozcan otros modos de vida, propuestas según el caso en particular para resolver el uso del carro”.
Las acciones a llevar a cabo
Por su parte, el titular de la dirección de Seguridad y Prevención, Diego Passarello, comentó: “Se viene trabajando hace bastante tiempo y lo que ocurre es que cuando se profundizan los controles crece la tensión. Se dieron dos o tres situaciones particulares en las que se retuvieron animales o se dieron secuestros, pero con el fundamento de la ley de maltrato, porque los animales presentaban signos y por ahí es difícil hacerles entender sobre estos casos particulares cuando se presentan en grupo”.“Lo cierto es que en estos 30 días el intendente bajó el lineamiento a todo el equipo de que avancemos con las entrevistas, de que podamos conocer las historias de familia de cada uno para saber en qué parte del programa nacional encuadra, para poder ayudar a cambiar un poco el concepto de supervivencia que tienen”, expresó Passarello y agregó: “Generalmente también se dan situaciones especiales en las que tratamos de mediar, tratamos de hacer docencia viendo en qué modo trabajan y teniendo criterios sobre lo que es maltrato”.
El director de Seguridad y Prevención de Concordia concluyó: “Estamos hablando de gente que lleva años realizando la actividad y que han visualizado que en la familia ya es un modo de vida. Es difícil trabajar en esas estructuras, pero no imposible, hay que hacerlo, hacer que visualicen que existen otras formas de vivir”.
Luego de la puesta en común, los carreros decidieron retirarse de la zona céntrica y esperar a ser convocados por los representantes de la secretaría de Desarrollo Humano, pero advirtieron que si no se cumplen los plazos volverán a salir a las calles y realizarán su actividad como venían haciéndolo; sin tener en cuenta las nuevas restricciones de zonas de circulación.
Fuente: El Entre Ríos