Una vecina de la ciudad de Colón fue agredida por una pareja de turistas argentinos que no le dejaban paso para ingresar a su casa, ubicada cerca de la ruta 135, cuando la fila de vehículos para cruzar por el puente internacional llegaba a los seis kilómetros y había horas de espera.
En base a los datos publicados por el periodista de Colón Marcelo Benítez y replicado luego por otros medios, se supo que el hecho ocurrió el pasado sábado al mediodía cuando la vecina, domiciliada en la zona de las Bodegas Vulliez -a un kilómetro del letrero de Colón en el ingreso a la ciudad-, llegó frente a su casa. Al notar la larga fila de vehículos, que llevaban largas horas esperando para cruzar hacia nuestro país, la señora hizo señas para pedir que le hagan espacio y poder ingresar a su casa por la banquina. No tuvo problemas con los conductores de algunos rodados. Sin embargo, una mujer se bajó de su vehículo y se le paró delante y con airosos ademanes le exigía que retrocediera. La vecina intentó hacerle notar que no pretendía “colarse” sino que quería volver a su casa y solo necesitaba que la dejaran pasar.
Sin embargo, la turista comenzó a gritar que la automovilista la había chocado, lo cual fue negado por la vecina, lo que causó que su marido descendiera del rodado y entre ambos comenzaron a increparla con gritos e insultos, así como se le fueron a la ventanilla.
La vecina atinó a filmar la actitud de los turistas enardecidos, pero eso solo provocó más su enojo, en tanto le tiraran manotazos, le arrebataron el celular y lo hicieron volar. Otros conductores intentaron mediar y hacer entrar en razón a los iracundos turistas que no bajaban su nivel de violencia.
Según se supo, horas después y al viralizarse el video de la agresión, se hicieron presentes gendarmes y personal municipal para ordenar la caótica situación entre los turistas.
Los vecinos de la zona indicaron que el descontrol es habitual en los días de mayor afluencia turística y reclaman presencia de la fuerza de seguridad para evitar estos desmanes, además de brindar mayor seguridad a la zona.
Fuente: El Telégrafo