Más de cuatro millones de personas configuraron este martes una gigantesca marea albiceleste y salieron a las calles para saludar a la selección argentina campeona del mundo, en una imponente demostración de agradecimiento que será recodada por décadas en el país.
Ante la impresionante concentración de personas, los jugadores de la selección argentina sobrevolaron la ciudad de Buenos Aires a bordo de helicópteros porque "se hizo imposible" seguir por tierra el festejo por la obtención del Campeonato Mundial de Fútbol Qatar 2022.
Javier Iglesias, un paranaense que hace años vive en Buenos Aires, fue uno de los pilotos que trasladó a un grupo de jugadores al predio de la AFA luego de la caravana por la ciudad. El hombre contó detalles del operativo y se mostró muy emocionado por la experiencia que vivió.
“La verdad que fue una experiencia increíble muy emocionante”, expresó. Seguidamente relató que su jornada laboral comenzó “como un día normal. Tomé la guardia temprano y quedamos atento a alguna emergencia o rescate”, dijo. Seguidamente, el piloto contó: “aproximadamente a las 13 horas nos informaron que preparemos dos helicópteros. Cuando me dicen eso, pensé que teníamos que ir a una aeroevacuación, pero enseguida nos avisaron que era para trasladar a los jugadores de la selección, debido a que el micro ya no podía avanzar más por la calle”.
En ese momento, les informaron que debían buscar a los flamantes campeones por la escuela de Cadetes de la Policía Federal Argentina. “En el helicóptero en el que yo estaba al mando subieron 8 jugadores: Enzo Fernández, Tagliafico, Armani, Correa, Almada y Guido Rodríguez”, expresó.
El paranaense destacó la amabilidad de los jugadores con ellos. “Se pusieron a cantar arriba del helicóptero y ya que no pudieron llegar al obelisco por tierra los llevamos nosotros y dimos una vuelta olímpica simbólica”. Los deportistas “quedaron asombrados por la cantidad de personas que había en las autopistas 9 de Julio y 25 de mayo, sabían que iba a ver mucha gente, pero no esperaban tanta”, confesó.
Sobre el recorrido, mencionó que “Desde arriba del helicóptero saludaban a la gente y fue emocionante. Nosotros en Prefectura estamos acostumbrados a vuelos intensos porque muchas veces está en juego la vida de alguien, pero esto es algo que me va a quedar en el corazón”, señaló emocionado.
Javier ingresó hace 22 años la escuela de Oficiales de la Prefectura. Cuando se recibió, decidió continuar con la orientación de Aviación. “Me gustaba el trabajo que realiza la Institución, con respecto a la búsqueda y rescate en el mar. También las tareas que se realizan en fronteras y en incendios o inundaciones con los helicópteros”, finalizó.
La historia de Javier Iglesias tiene una particularidad. Su papá era policía federal y manejó el Papa Móvil cuando el Papa Juan Pablo II visitó Paraná en 1987.
Fuente: El Once