Las causas judiciales contra el falso representante de futbolistas y allegado al Club Boca Juniors, Sebastián Infanzón, avanzan en la justicia entrerriana.
A las estafas que se le atribuyen a tres familias que les pagaron mucho dinero para supuestos gastos que demandaban los trámites para que sus hijos fueran a jugar a un club de España, se suma otra acusación muy diferente: abuso sexual a una mujer.
A inicios de mayo, luego de varios meses de una investigación llevada adelante por la División Delitos Económicos e instruida por el fiscal de Paraná Cristian Giunta, se realizó un allanamiento en un barrio privado de Buenos Aires en la búsqueda de Infanzón, pero finalmente fue capturado en Córdoba, ya que se alojaba en el Hotel Holiday Inn, el mismo en el cual se concentraba el plantel de Boca aquella jornada en que jugaba en aquella ciudad.
Una imputación señala que su ardid fue engañar a tres familias de Paraná haciéndose pasar por un representante de futbolistas que podía llevar a sus hijos a jugar al Europa. Específicamente, al Club Valladolid de España. Los damnificados le entregaron una suma que rondaría los 10.000 dólares en concepto de gastos de trámite de la ciudadanía europea y fichaje en FIFA. Luego de recibir el dinero, nadie lo volvió a ver. También se encuentra imputada la pareja de Infanzón, Tatiana Rodríguez, una joven de Paraná que es sobrina de la madre de una de las víctimas de la estafa.
La acusación más grave es por abuso sexual de una mujer, que es allegada por no integrante de las tres familias damnificadas por las estafas. Actualmente, esta causa la lleva adelante la fiscal de la Unidad de Abuso Sexual María Delia Ramírez Carponi.
Luego de su detención y traslado a Paraná, le dictaron 30 días de prisión preventiva en la Unidad Penal 1 de Paraná. Cuando se venció esta medida cautelar se realizó una nueva audiencia, donde la jueza de Garantías, Marina Barbagelata, hizo lugar al pedido del abogado defensor Germán Palomeque, y dispuso la libertad de Infanzón con la prohibición de pisar la ciudad de Paraná, además de las medidas de rigor como no contactar ni amedrentar a ninguna víctima, testigo o persona vinculada a la causa.
El estafador fijó domicilio en la Ciudad de Buenos Aires y debe ir periódicamente a una comisaría a acreditar que está a derecho.
Los fiscales presentaron un recurso de apelación contra aquella decisión, pero la medida cautelar fue confirmada por la vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones, Matilde Federik.
En septiembre vencerán los plazos de la medida, momento en que ambas causas estarían en condiciones de ser remitidas a juicio.
Fuente: Análisis Digital